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martes, 24 de agosto de 2010

La muerte: El niño que quería matarse

Una historia africana cuenta lo siguiente.
Un día un niño se levantó diciendo que quería matarse. Se fue de casa, caminó, caminó, caminó y llegó ante un baobab, al que le dijo:
- ¡Cae encima de mí, joven baobab! ¡Cae encima de mí!
Pero un pájaro cercano se puso a cantar:
-¡No, no lo escuches, baobab! ¡No lo escuches, es mentira!
El niño ahuyentó al pájaro lo más lejos que pudo y volvió a dirigirse al baobab, pidiéndole que se le cayera encima. Pero el pájaro regresó a todo vuelo y volvió a cantar:
-¡No, no lo escuches, baobab! ¡No lo escuches, es mentira!
El niño, abrumado, mató al pájaro y volvió a rogar al árbol su muerte. Pero el cadáver del pájaro, tirado allí, al pie del árbol, volvió a gritar:
¡Mentira, mentira!
Entonces el niño quemó el cuerpo del pájaro y le volvió a pedir al baobab que le cayese encima y lo matase.
Pero las cenizas del pájaro seguían gritando “mentira”.
Entonces el niño recogió las cenizas del pájaro que había matado y fue a tirarlas al río, sin darse cuenta que un pellizquito de cenizas había caído bajo un matorral. Volvió y se sentó bajo el baobab y le suplicó que le cayese encima y lo aplastase.
Pero el pellizco de cenizas, traídas por el viento, hicieron oír una voz que decía:
- ¡No, no lo escuches, baobab! ¡No lo escuches, es mentira!
El niño recogió con cuidado las cenizas y se fue al río a tirarlas. Entonces regresó a los pies del árbol y le pidió que se le cayese encima.
Aquella vez no se oyó ninguna voz.
Entonces el baobab se inclinó, cayó y aplastó la cabeza del niño.
Si aquel día el niño no hubiese matado al pájaro, hoy, cada vez que un ser humano decidiese acabar con su vida, allí estaría un pájaro para impedírselo.

5 comentarios:

  1. Extraño y turbador... no puedo imaginármelo sin una estética gótica y grotesca rodeando la escena... (cuanto daño me ha hecho Tim Burton T_T)

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  2. ...habrá sido así Pitt???...en este momento estoy elucumbrando muchas hipotesis,pero la de T.Burton no,aún no le comprendo su humor...lo volveré a leer ,tal vez todos seamos pájaros,tal ves todos niños o quiza,todos baobab!!!!,no se me hace ni extraño ni turbador..más bien me provoca reflexión.un beso....

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  3. No matemos nunca al pájaro que llevamos adentro y nos alerta cada vez que damos un paso en falso. Abrazos.

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  4. Opino como fgiucich, nunca querría que muriera el pájaro que llevo conmigo; a matarlo es que ni siquiera me atrevo a pensarlo.

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  5. Me temo haber sido malinterpretado, mi comentario se cernía exclusivamente a una cuestión estética.

    ¡Saludos!

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