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martes, 30 de noviembre de 2010

Éxito vs mérito

En España, decía Benavente, se perdona el éxito sin mérito y el mérito sin éxito, pero el mérito con éxito resulta insoportable.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La verdad y Calisteno

Después de la entrada de “Todo es mentira” algún bienintencionado puede caer en la tentación de ir con la verdad por delante, será su decisión pero conviene que lea la siguiente historia:
Cuando Alejandro Magno empezó la campaña que habría de llevarle hasta la India se llevó consigo al filósofo Calisteno, discípulo del genial Aristóteles. Su maestro le enseñó todos los ardides cortesanos pero Calisteno pensaba que, por su sapiencia como filósofo, podría decir siempre la verdad ya que opinaba que el genial caudillo apreciaría más el conocimiento puro del brillante mundo de las ideas que los modos y maneras cortesanas. Fue un error fatal. Demasiadas veces expresó sin rodeos ni florituras a Alejandro lo que pensaba, hasta que en una de sus campañas, harto de oír lo que no quería escuchar, éste ordenó que se le ejecutara.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Una cita

Hoy he encontrado una cita del libro El alquimista, de Paulo Coehlo, mientras estaba leyendo otra cosa.  La cita me ha dado que pensar y he decidido compartirla con vosotros.  Tengo que decir que no he leído el libro.  Posiblemente me lo pillaré en la biblioteca un día de estos.  Esto es lo que le dice el alquimista a su aprendiz:

"Cuando tenemos los mayores tesoros delante nuestro, no nos damos cuenta. ¿Sabes por qué? Porque los hombres no creemos en los tesoros."

domingo, 21 de noviembre de 2010

Un poema de amor

TÁCTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.

Mario Benedetti

viernes, 19 de noviembre de 2010

Reservado

Siempre me produce un tremendo respeto y admiración cuando leo la palabra “reservado”. Me vienen a la cabeza esos locales abarrotados en los que todos estábamos arremolinados en la oscura barra cuando aparecía ese distinguido grupo y lo acompañaban a una mesa que ponía “reservado” mientras los demás mirábamos con ojos de envidia, allí comienzaban a beber, primero agua, luego whisky con agua, luego whisky sin agua y, para finalizar, se bebían el whisky como el agua. Pero eso era antes, cuando no hacía falta llamar por teléfono, ese grupo siempre tenía una mesa “reservada”. Hoy cualquiera puede reservar, llama con el móvil y reserva. Ahora lo que me mola es el parking de las empresas. No es mi caso, por eso lo envidio. Bajas al parking y mientras buscas y dejas en una esquina el coche, del que tienes que salir por la puerta del acompañante tras haberte metido la palanca de cambios por el culo (por eso sé que no soy gay), tienes otras plazas vacías esperando que un jefe de la casa venga con su auto y lo aparque bajo el RESERVADO. ¡Joder! ¡Qué nivel! Bien se puede renunciar a una parte del sueldo para tener el standing de una plaza reservada. Si algún lector tiene una de esas en su empresa, le felicito, y le envidio, de corazón. Esta es mi experiencia con la palabra “reservado”. Ya viene de atrás, de joven, más joven todavía, cuando salía con una chica, ya me gustaban los "reservados".

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La crueldad

Con esta ficción (sólo actualizada para darle apariencia de post, incluyendo a Marikosan, el nombre del blog, y alguna pincelada para darle verosimilitud) obtuve el tercer puesto en los Juegos Florales de mi barrio, cuando iba al instituto, en 1969, y quería compartirla con vosotros (cosas de la edad):

GENTUZA

“Esta entrada quizá sea la más íntima de cuantas he publicado. No me gusta hacer de este blog una bitácora, un diario, fundamentalmente no tengo valor. Mentir en un diario sería absurdo, para eso escribes una novela; decir la verdad sería suicida y para suicidarse prefiero uno literal (y rápido) que uno verbal (lento y doloroso por las consecuencias). En un comentario reciente, Marikosan me aconseja no llorar si no es por alegría o emoción, y tengo que confesar que estos dos últimos días he llorado, me han hecho llorar varias personas, y no precisamente por alegría ni, mucho menos, de emoción (no me emocionan los canallas). Los que sois seguidores, los que tenéis vuestro blog, sabéis que nos leen personas que nos conocen, y que (algunas de ellas) nos da asco que nos lean, (este blog se llama elmisántropodigital, a partir de aquí spoilers, por favor el que sea gilipollas que no siga leyendo), a mí me da asco hasta que me miren y me han recordado que la crueldad, como cualquier otro vicio, no requiere ningún motivo para ser practicada, apenas oportunidad.
Decía Platón: “Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos”. Si algún imbécil puede rebatir a Platón le insto a que lo haga, pero también os digo que estos a los que me refiero nunca dejan comentarios, los hacen a la espalda (como el besugo), entre su cohorte de idiotas, que sueltan risitas nerviosas como diciendo “oooh, yo también soy indigno”, para ellos diré lo de Churchill: "Quién habla mal de mí a mis espaldas, mi culo lo contempla";(¡dios mío, ha dicho culo) ¡No imbécil, he dicho contempla!. No obstante, si os parece un insulto (lo de idiota), amables lectores, tengo que decir que respeto profundamente a los idiotas, por tratarse su idiocia de un don: “Culto, inteligente, se puede llegar a serlo; idiota se nace”, vamos un don divino. Quizá dada mi juventud e inexperiencia piense de esta manera, quizá sea porque no me gusta estudiar y lo veo todo negro, espero que el futuro llegue cuanto antes. ¡Qué ganas tengo de empezar a trabajar!”.

Que pena que se haya acabado, ¿verdad?
O sancta simplicitas!
Memento mori.

martes, 16 de noviembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

Llamada en la primera nieve

LLAMADA EN LA PRIMERA NIEVE

Primera nieve
sobre la tierra abierta como un ánfora.
Mírala descender,
mira las briznas blancas,
las escalas tejidas en lo oscuro,
las cuerdas que unos dedos delicados
pulsan para el silencio.
Podríamos salir, ahora, y nuestros cuerpos
sabrían de un ropaje
ligero para el viaje de la noche,
acaso ningún rastro
dejarían los pies sobre la nieve,
ningún signo
para un regreso al día y a la casa.
Ánfora sin fondo, la tierra,
para la nieve inagotable.
Ven, apoya tu rostro
en la ventana, aquí, junto a mi rostro,
mientras afuera la ventisca
borra las huellas de unos pasos
en la nieve.
Acércate, mi rostro te ha llamado
desde otro silencio,
pues sólo en esta casa, junto al fuego
que nace entre los rostros, y los suelda,
sólo en la unidad
de las manos que tiemblan como llama,
sólo por las bocas
que son un solo rostro en el cristal,
podríamos salir
a la noche infinita de los cuerpos,
a la nieve
que brilla para la única mirada.

Rafael-José Díaz (1971-nunca)
(de Llamada en la primera nieve, 2000)

domingo, 14 de noviembre de 2010

Primera nieve

Primera nieve
sobre la tierra abierta como un ánfora.
Mírala descender,
mira las briznas blancas,
las escalas tejidas en lo oscuro,
las cuerdas que unos dedos delicados
pulsan para el silencio.

Rafael José Díaz

jueves, 11 de noviembre de 2010

Masa crítica

Tras la entrada de Pepe Deapié y los comentarios recibidos, cabe pensar si la inteligencia artificial sería incluso más “rentable” que la propia inteligencia humana, es decir, si su aportación a la humanidad sería más beneficiosa para el conjunto en el caso de que se sometiera a ella la toma de decisiones. Digo esto porque a pesar de suponer que las capacidades de todos los hombres son, en el fondo, las mismas, con independencia de la procedencia social, la raza o el clima, nos encontramos con una suerte de paradoja ¿por qué, si los hombres son iguales, son distintas las sociedades? Una respuesta podría estar en el hecho de aceptar, algo que no ocurre con la inteligencia artificial, que a todos nos mueve un principio básico: la búsqueda del placer. Perseguimos la gloria, el prestigio, el estatus, la riqueza o la seguridad. Por poner un ejemplo si nos vamos a la Esparta que contuvo en la Termópilas fuerzas enemigas mil veces superiores, o a la Persia cortesana y corrompida de Jerjes, o a la Atenas filosófica de Pericles, veremos como un ser humano normal, esto es, razonablemente empeñado en ser feliz, buscará el prestigio intelectual en Atenas, la gloria marcial en Esparta, y el medro cortesano en Persia. Por motivos distintos, cuyo origen se nos escapa, ciertos valores cristalizan en ciertas sociedades. A partir de ese momento, los hombres se movilizan en torno a dichos valores e imprimen a sus sociedades un carácter estable.
Existe una bibliografía abundante sobre las masas críticas, pero es muy probable que la aparición de unos valores u otros en diferentes sociedades sean producto de la suerte, como ilustra un modelo del biólogo evolutivo Ronald Fisher de lo que es una masa crítica dentro de una población, donde el azar de la estadística habrá triunfado sobre la selección natural (otro día podemos comentarlo)
La suerte de pertenecer a una sociedad u otra en la que tus sentimientos naturales sean más afines y por tanto tengas más asegurado el éxito parece más importante que todo el esfuerzo que hagas sin perder tus convicciones, y para terminar os dejo esta demoledora frase de Antonio Roig, que no sé si tiene más que ver con la suerte, con las sociedades o con los salvajes (por poner algo): “En Mauthausen tuve suerte; en la vida, no”.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Japón, 1920


No he podido resistirme a subir esta imagen publicitaria de Nestlé de los años 20 y dedicarla a nuestra amiga marikosan.

Un día de otoño

Hoy es uno de esos días de otoño en que las hojas caen, en que los animales se esconden, en que el viento acaricia a los árboles al mismo tiempo que consuela sus penas... Hoy es uno de esos días que invitan a la reflexión...

viernes, 5 de noviembre de 2010

Los signos de puntuación

Ahora que se están cambiando algunos usos ortográficos es conveniente significar la importancia de los signos de puntuación. Leamos la siguiente frase sin poner comas:

“Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda”.

Si eres mujer, con toda seguridad colocarás la coma después de la palabra “mujer”.
Si eres hombre, con toda seguridad colocarás la coma después de la palabra “tiene”.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Informática y sexo

Leer manuales sobre informática sin el hardware es tan frustrante como leer manuales sobre el sexo sin el software. (Linus Torvalds)

El software es como el sexo: es mejor cuando es gratis. (Arthur C. Clarke)

martes, 2 de noviembre de 2010

Halloween, para los encantadores niños disfrazados

Para celebrar Halloween escuchemos estos versos de Réquiem de Guerra, de la pluma del poeta inglés Wilfred Owen.

¿Qué fúnebres tañidos se ofrendan
para estos que mueren como ganado?
Sólo la ira monstruosa de los cañones...
...y el rápido tartamudeo de los rifles
pueden escupir una apresurada plegaria.
No hay para ellos remedos de oraciones,
campanas o voces de lamento.
Sólo los coros estridentes y demenciales
de las ululantes bombas...y los clarines,
llamándolos desde sus oscuros cuarteles.
¿Qué cirios pueden encenderse
para despedirlos?
No en las manos de los muchachos,
sino en sus ojos, brillará el sagrado
resplandor de los adioses.
La palidez en las frentes
de las muchachas será su mortaja.
En lugar de flores
estará la dulzura de mentes silenciosas.
Y cada crepúsculo será
como un lento cerrar de postigos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Sólo amor

Un hombre conoció a una hermosa mujer y decidió casarse con ella.
Ella le dice:
- ¡Pero, no sabemos nada el uno del otro!
Y él responde:
- No es problema, nos iremos conociendo con el tiempo.

Ella accedió.
Se casaron y se fueron de luna de miel a un lujoso resort.
Una mañana, estaban tumbados junto a la piscina cuando él se levantó, subió a un trampolín de 10 metros, realizó una
perfecta demostración, de todos los saltos que existen y luego volvió junto a su esposa.

Ella le dice: - ¡Ha sido increíble!
Y él responde:
- Fui campeón olímpico de saltos ornamentales.
Ya te dije que nos conoceríamos con el tiempo'.
En esto ella se levanta, entra en la piscina y empieza a nadar, ida y vuelta a una velocidad impresionante.
Después de 30 vueltas, sale del agua y se tumba junto al marido.

Él dice:
- ¡Estoy sorprendido! ¿Fuiste nadadora olímpica?
Y ella contesta:
- No. Puta en Venecia y atendía a domicilio...