Seguidores

domingo, 28 de abril de 2013

Tartufo

Uno puede, y debe, intentar ser honrado y honesto, pero ser ejemplar tiene algo de ridículo. De Tartufo. Pero es que hay, y siempre ha habido, muchos "tartufos". Es el viejo tema de la doble moral, pero también es cierto que nos gustaría ser buenos, y que la bondad no es incompatible con el egoísmo. Tienen que convivir inevitablemente, y eso crea un conflicto que todos conocemos por nosotros mismos.

19 comentarios:

  1. Ya lo dijo Molière: Prefiero un vicio tolerante a una virtud obstinada.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  2. Con el tiempo me he dado cuenta de que ser egoísta me ayuda a ser más bondadosa. ¿Me pasa sólo a mí?

    ResponderEliminar
  3. Desde luego ser un bondadoso absoluto en la vida te da muchos problemas,lo típico,"de bueno es tonto",implica sufrir muchísimo.La bonhomía debe de ir acompañada de un punto de astucia y un cierto egoísmo,"sino te comen"
    Gracias y saludos,Pitt.

    ResponderEliminar
  4. Hola!...me traspaso a un nuevo blog, éste es privatizado, así pues y si deseas seguirme, para acceder a él necesitas que te mande un link y lo aceptes, debes dejarme un mail donde mandártelo, en gine_pg@outlook.com, o ginepg@gmail.com , pues he de enviártelo a tu correo y desde allí aceptar el link de mi blog...
    Gracias y Bsazos! ;-)

    ResponderEliminar
  5. Yo creo que ser ejemplar no sólo resulta ridículo sino absolutamente falso, a mí me producen rechazo las personas ejemplares, bueno, la palabra no es rechazo, más bien una mezcla entre desconfianza, miedo y ternura. Ay, la tranquilidad que te da ser corriente...

    ResponderEliminar
  6. La caridad, como muchas cosas, empieza en uno mismo y en uno mismo termina. Mi ejemplaridad termina antes de empezar. Y Tartufo para el escenario.

    ResponderEliminar
  7. Lo de ser ejemplar ha quedado obsoleto.

    ResponderEliminar
  8. Como todo en la vida, creo que la mezcla de la bondad y del egoísmo tiene que ser el término medio, que siempre es lo más difícil... y lo de ser ejemplar no se lleva nada ni creo que nos beneficie en esta sociedad si se trata de ser un buenazo; porque todo el mundo se aprovecha de alguien así.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más bien es que va de "ejemplar" es más un impostor que un buenazo.
      Abrazos.

      Eliminar
  9. Ni muy muy, ni tan tan... Los extremos son malos, quién podría ser ejemplar, no creo que pudiera sobrevivir. Puede aparentarlo, pero finalmente nadie le cree y se le ve la doble vista como al edredón, jajaja!
    Hasta la rosa más bella se defiende con sus espinitas.
    Besos, Pitt.

    ResponderEliminar
  10. No... eso no es lo que te iba a comentar de inicio. Qué palabra tan simpática... nunca la había oído: "Tartufo". Estamos poblados de ellos. Oye... ¿Nada que ver con los pitufos, o sí? jajaja!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De la obra de Moliere.
      Nada que ver con los simpáticos pitufos.
      Besos.

      Eliminar