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jueves, 22 de enero de 2015

Laberinto



La forma tópica de los caminos que ofrecen altenativas no necesariamente lineales ni acertadas para alcanzar un determinado centro hace dudar de su capacidad metafórica y no debería importarnos preguntarse tanto sobre cómo se llega al centro o, en su caso, sobre el cómo se sale del laberinto, sino sobre el porqué se entra en un laberinto y dónde comienza este.

6 comentarios:

  1. Esa es la pregunta clave, donde empezó el laberinto.

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  2. A veces he tenido la sensación de que si nos quedamos en un mismo sitio quietos y observadores podemos contemplar como se va dando forma abstracta a un laberinto que nos acompaña y a veces hasta marca nuestra pauta...
    Un abrazo de luz

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  3. has visto el corredor del laberinto?.......
    ..... bueno me fui del tema .. yo es que ando dando vueltas todo el tiempo, creo que nací dentro de "el"

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  4. y que nos acecha en el centro...
    Un besín.

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  5. No saber dónde empieza suele ser el gran problema, aunque quizás lo ideal sea son ser consciente de que estamos encerrados

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  6. La vida es un laberinto llena de falsas puertas y muros de ladrillo, hay que aprender a dar patadas y a trepar muros. Me gusta mucho este escrito, ¡Besos! Gema

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