Comentaba Albada Dos que el humor, al ser signo de inteligecia, abundaba poco. Nos ocurre aquello que temió Tocqueville, que un exceso de igualdad acabara en una suerte de despotismo, si bien se trataría un despotismo amplio y benigno que instauraría la mediocridad.
En el magma de la igualdad se hace difícil tener criterio propio. En fin, que, citando a Tocqueville, es cierto que "el hombre de genio se hace cada vez más raro, y la cultura más común".
Depende de qué tipo de igualdad. La igualdad de derechos y obligaciones es o debería ser lo normal.
ResponderEliminarNo es tarea banal esta discusión, jajaja, me contentaré, como Rousseau con que "ningún ciudadano sea tan rico que pueda comprar a otro, y que ninguno sea tan pobre que se vea oblidado a verderse a sí mismo".
ResponderEliminarUn abrazo.
Está bien que la cultura sea cada vez más común, si es así, también la genialidad será más común.
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