jueves, 17 de mayo de 2018
Relatos jueveros: Un punto de locura
Para leer otros relatos y/o participar aquí
El mar y la poeta loca.
El mar la llamaba por teléfono. Y le hablaba de su inmensa tensión, de su enorme esfuerzo por recobrar la lisura, de la tiranía del viento que lo sojuzgaba, de su profundidad insondable y tenebrosa. En su voz tenían acento sus explosiones de ira, sus mareas y resacas, sus efectos devastadores, sus suaves caricias, la efervescencia de la espuma. El mar la llamaba todos los días a través de una caracola violada y vacía donde anidaba el mundo como un ermitaño.
Y ella lo contaba. Y algunos, los más caritativos, decían que tenía un punto de locura. Y otros, los más numerosos, la eludían mientras habitaban como ermitaños en una caracola vacía.
miércoles, 16 de mayo de 2018
martes, 15 de mayo de 2018
lunes, 14 de mayo de 2018
Experiencias en moto
domingo, 13 de mayo de 2018
La luna que une
sábado, 12 de mayo de 2018
Flores en las ventanas
miércoles, 9 de mayo de 2018
Este jueves un relato sobre: El pensamiento único
Si tienes interés en participar o leer los relatos de este jueves aquí.
Lucifer
¿Qué le dijo Lucifer a Dios cuando se rebeló? "Non serviam". "No serviré". En el infierno el demonio está solo pero, al menos, no tiene amo.
martes, 8 de mayo de 2018
El pensamiento único
La discusión actual que se ha generado en torno al Pensamiento Único tiene su origen en el artículo que Ignacio Ramonet publica en Le monde Diplomatique en el 95, que aparece en la edición española de dicho periódico en el 96 y al que, por su carácter de fuente, me permito remitir al lector.
En síntesis se podría decir que, a juicio de Ramonet -director del medio citado y profesor de Teoría de la Comunicación Audiovisual en la Universidad de París VII-, el Pensamiento único viene a ser una visión social, una ideología, que se pretende exclusiva, natural, incuestionable, que sostiene y apuesta -entre otras- por estas tesis:
La hegemonía absoluta de la economía sobre el resto de los dominios sociales.
El mercado como mano invisible capaz de corregir cualquier tipo de disfunción social.
La importancia de la competitividad.
El librecambio sin límites.
La mundialización, pero en su acepción económico-financiera.
La división mundial del trabajo.
La desregulación sistemática de cualquier actividad de carácter social.
La privatización.
Y la conocida fórmula: "Menos Estado, más Mercado"
Esta ideología cuenta con apoyos financieros, mediáticos y políticos suficientes para gozar de una situación de privilegio respecto de otros modos de entender la sociedad que, naturalmente, existen.
Se trata -como puede verse- de una formulación muy sintética, pero con enunciados tan contundentes, que nos permite considerarla como una buena primera aproximación al tema. Esta -no obstante- puede quedar enriquecida si pasáramos a tener en cuenta algunos conceptos o acontecimientos claves que ayuden a entenderla mejor. Pero estamos también en la época de lo "corto" y eso es demasiado largo.
lunes, 7 de mayo de 2018
domingo, 6 de mayo de 2018
Día de la madre
Cuando surgen estos días de tanta alabanza a la madre, como cuando leo lamentos funerales por un padre o una madre, siempre pienso que habrá, aunque sea una sola sombra en su pasado que nunca resulta explicitada ni reprochada predominando una "piedad filial" de inspiración romana.
Dice Noelplebeyo que a una madre se le perdona todo, bueno, pues le perdono que me hiciera esta foto con ella y mi hermana.
jueves, 3 de mayo de 2018
Este jueves un relato: Fotos inspiradoras
Un conjunto de maravillosas fotos de la misma autora del blog anfitrión sirven de inspiración para los relatos jueveros de esta semana, si estás interesado aquí.
Mi violonchelo
Siempre he preferido abrazar mi violonchelo a abrazar una pelota.
Pongámoslo así.
Si no eras bueno para el fútbol, no servías para nada. Un don Nadie. Las chicas sólo se fijaban en los que mareaban a los rivales con quiebros de cintura, de los perforadores de redes imaginarias. Porque no había redes. Los postes eras marcados por dos piedras o las carteras con los libros de clase.
Tenía doce años y me consideraba un experto en humillaciones, no en proporcionarlas, sino en recibirlas. Cuando los "capitanes"elegían a los astros de sus equipos, yo era invariablemente el último. No es que fuera discriminado. Era "tolerado" con una suerte de solidaridad que, sin embargo, nunca intentó el simulacro, por ejemplo, de ponerme alguna vez el penúltimo en la elección de un equipo. También es cierto que ser más malo que yo hubiera llevado a una depresión al perjudicado.
Futbolísticamente era lo que dejan las olas.
Es decir, un "tronco".
El balón parecía marchitarse en mi pie cada vez que recibía un pase. Sin embargo la vida me concedió algo a cambio, si la pelota moría en mis pies, el contrabajo parecía cobrar vida entre mis manos.
Creo que todo esto fue la causa de mi rechazo hacia el deporte, sobre todo a practicarlo: el deseo de no sufrir más humillaciones.
Y he vivido sin desarrollar otros músculos que aquellos que me aferran a la música y a mi violonchelo.
(Imagen: Mónica Frau, autora también del blog anfitrión)