Una de las mayores aspiraciones de la ética ha sido enseñar al individuo a llevar una vida virtuosa; donde virtud se entiende –claro está- no en un sentido moral restrictivo o regulativo. Como recuerda Martha C. Nussbaum, la virtud en un individuo éticamente constituido es la capacidad de sobrellevar los sufrimientos o de evitar incurrir en faltas que los agraven o que hagan sufrir a los demás. El grado máximo de compromiso al que puede aspirar un filósofo cuando emprende la –llamémosla así- “tarea” de una vida virtuosa, es la acción. Pero comprometerse activamente con los demás, luchar contra los sufrimientos propios y ajenos, por desgracia, ha sido interpretado muchas veces como compromiso político o como apostolado religioso. Y en el peor de los casos como militancia.
En la historia de la filosofía hubo un largo periodo en que la ética estuvo dedicada a investigar el impreciso contorno de la virtud y a paliar o evitar el sufrimiento humano sin incurrir en militancia o fanatismo. Fue durante el llamado helenismo, la época de predominio de las escuelas de epicúreos, estoicos, escépticos, cínicos y cirenaicos. Más que una doctrina del ser, piensa Nussbaum, las escuelas helenísticas entendían la filosofía como una educación individual para la vida virtuosa. En última instancia, como un sistema de reglas racionales para administrar las pasiones y las emociones y, por este medio, como una auténtica medicina del alma.
sábado, 30 de octubre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
¿Buena suerte? ¿Mala suerte?
"Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo se escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse de él y lamentar su desgracia, el labrador les replicó:
"¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿quién sabe?".
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador. Este les respondió: "¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién sabe?".
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de esos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró el hecho como una desgracia, no así el labrador quien se limitó a decir:
"¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?".
Unas semanas más tarde, el ejército entró al poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
"¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿quién sabe?".
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador. Este les respondió: "¿Buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quién sabe?".
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de esos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró el hecho como una desgracia, no así el labrador quien se limitó a decir:
"¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?".
Unas semanas más tarde, el ejército entró al poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
martes, 26 de octubre de 2010
Lo que el Buda no enseñó
No he explicado que el mundo sea eterno o que el mundo no sea eterno. No he explicado que el mundo sea finito o que el mundo sea infinito. No he explicado que el cuerpo y el alma sean idénticos o que el cuerpo y el alma no sean idénticos. No he explicado que el sabio iluminado no viva tras la muerte. ¿Y por qué no he explicado nada de todo esto? Porque carece de provecho y no encamina a la suprema sabiduría.
domingo, 24 de octubre de 2010
La Risa de Bilbao
Esta entrada está dedicada a nuestro querido Houellebecq de
http://blghostil.blogspot.com/, el otro Houellebecq de los dos famosos, como parece obvio al seguir leyendo, pues se trata que en “La Risa de Bilbao”, la primera semana dedicada a la historieta de humor y al humor gráfico, celebrada recientemente, el provocador Michel Houellebecq, se fumó un par de cigarrillos en el escenario, para regocijo del público y ataque de pánico de las autoridades. Esto demuestra que el miedo es hermano gemelo de la risa, y a mi entender, demuestra la hipocresía, la falta de tolerancia, de talento, de humor al fin, incluso para los organizadores y/o representantes en una semana “de la Risa”. ¡Viva la misantropía!
Pero, como va de dedicatorias, también quiero dedicar el siguiente texto, especialmente, a todas nuestras amigas, por tantos siglos (había puesto años, sí 30.000) de incomprensión y mentira social al que han sido sometidas; y a todos nuestros amigos que también sabrán entenderlo:
Cuando Dios creó a Adán y Eva, ubicándolos en el Paraíso y todo eso, les dijo: “Solo me quedan dos regalos: uno es el arte de hacer pipí de pie...” Y entonces Adán se adelantó y gritó “¡¡Yo!!, ¡¡Yo!!, ¡¡Yo!! Yo lo quiero, por favor, por favor... Señor, mire que me facilitaría la vida sustancialmente”. Eva asintió, y dijo que ess cosas no tenían importancia para ella. Entonces Dios le dio a Adán el regalo y éste empezó a gritar de alegría. Corría por el jardín del Edén y hacía pipí en todos los árboles, corrió por la playa haciendo dibujos con su pipí en la arena... En fin, que no paró de lucirse. Dios y Eva contemplaban al hombre loco de felicidad y Eva preguntó: “Dios ¿cuál es el otro regalo? Dios contestó: “Cerebro, Eva, cerebro... y es para ti”
http://blghostil.blogspot.com/, el otro Houellebecq de los dos famosos, como parece obvio al seguir leyendo, pues se trata que en “La Risa de Bilbao”, la primera semana dedicada a la historieta de humor y al humor gráfico, celebrada recientemente, el provocador Michel Houellebecq, se fumó un par de cigarrillos en el escenario, para regocijo del público y ataque de pánico de las autoridades. Esto demuestra que el miedo es hermano gemelo de la risa, y a mi entender, demuestra la hipocresía, la falta de tolerancia, de talento, de humor al fin, incluso para los organizadores y/o representantes en una semana “de la Risa”. ¡Viva la misantropía!
Pero, como va de dedicatorias, también quiero dedicar el siguiente texto, especialmente, a todas nuestras amigas, por tantos siglos (había puesto años, sí 30.000) de incomprensión y mentira social al que han sido sometidas; y a todos nuestros amigos que también sabrán entenderlo:
Cuando Dios creó a Adán y Eva, ubicándolos en el Paraíso y todo eso, les dijo: “Solo me quedan dos regalos: uno es el arte de hacer pipí de pie...” Y entonces Adán se adelantó y gritó “¡¡Yo!!, ¡¡Yo!!, ¡¡Yo!! Yo lo quiero, por favor, por favor... Señor, mire que me facilitaría la vida sustancialmente”. Eva asintió, y dijo que ess cosas no tenían importancia para ella. Entonces Dios le dio a Adán el regalo y éste empezó a gritar de alegría. Corría por el jardín del Edén y hacía pipí en todos los árboles, corrió por la playa haciendo dibujos con su pipí en la arena... En fin, que no paró de lucirse. Dios y Eva contemplaban al hombre loco de felicidad y Eva preguntó: “Dios ¿cuál es el otro regalo? Dios contestó: “Cerebro, Eva, cerebro... y es para ti”
sábado, 23 de octubre de 2010
Experimento mental
Pepe Deapié siempre me inspira así que voy a “retar” a nuestros amables lectores a otro jueguecito con esta propuesta:
Mira en tu interior. ¿Qué encuentras? Probablemente sensaciones, pensamientos, recuerdos, intenciones, motivos y una conciencia alerta. Pero, ¿y tu yo? ¿Aparece alguna vez tu yo como objeto inmediatamente accesible a tu conocimiento?
Mira en tu interior. ¿Qué encuentras? Probablemente sensaciones, pensamientos, recuerdos, intenciones, motivos y una conciencia alerta. Pero, ¿y tu yo? ¿Aparece alguna vez tu yo como objeto inmediatamente accesible a tu conocimiento?
jueves, 21 de octubre de 2010
Todo es cuento
Nos alarma saber que todo es cuento, que toda imagen nos propone una historia, que nosotros mismos somos palabras en un rastro escrito que a su vez nos narra.
Muchas veces no sé si un recuerdo es el fruto de una experiencia volcada en palabras o de unas palabras transformadas en experiencia. Ambas confluyen y se contaminan.
Pienso y escribo esto en mi estudio, una habitación acogedora, reducida, que alberga mi pequeño cosmos y que, como diría el poeta iraquí Badr Shakir, a pesar de su tamaño, es más grande, desde luego, de lo que será mi tumba.
Muchas veces no sé si un recuerdo es el fruto de una experiencia volcada en palabras o de unas palabras transformadas en experiencia. Ambas confluyen y se contaminan.
Pienso y escribo esto en mi estudio, una habitación acogedora, reducida, que alberga mi pequeño cosmos y que, como diría el poeta iraquí Badr Shakir, a pesar de su tamaño, es más grande, desde luego, de lo que será mi tumba.
miércoles, 20 de octubre de 2010
Los best-sellers
Hace años un viejo profesor de literatura les ordenó a sus alumnos, como ejercicio de clase, escribir una novela corta con cuatro elementos necesarios: religión, nobleza, sexo y misterio, elementos que, por cierto, brillan en “El Código da Vinci” de Brown y otros best-sellers. Una semana más tarde, uno de los alumnos leyó en clase el texto de su sorprendente ejercicio novelesco: “¡Ay, Dios mío! –dijo la señora marquesa-, estoy embarazada y no sé de quién”. Dicen que ese aventajado alumno se convertiría con el tiempo en un gran escritor, pero por mantener el misterio, no se ha confesado su nombre.
martes, 19 de octubre de 2010
Un poema de violines y amor
Este soneto está dedicado a nuestras seguidoras amantes de la poesía y del amor en todas sus variantes (no quiero nombrarlas por si me dejo alguna, o alguno, pero saben a quien me refiero), tanto para los que disfrutan con Mendelssohn, o con Japón, con sólo amor: para los que escriben por no callar, o lo hacen de forma hostil; para los que aún respiran o son reinas de algún reino, profesoras o alumnas... Recordando que el pudor es una virtud relativa, según se tengan veinte, treinta o cuarenta y cinco años, por cierto el poema es de Carlos Murciano y se titula Revela el Poeta la Clave de un Concierto:
Susurraba el violín, mirlo en su rama
-¿Mendelssohn, Paganini, Brahms, quién era?-,
como un torrente cuando se derrama.
Tu desnudo impecable era una llama
pecadora, una corza, una pantera,
un estallido de primavera
entre las cuatro esquinas de mi cama.
Nota a nota crecía la hermosura
-y la locura-, en tanto la armonía
desmontaba el gemido pieza a pieza.
Y supe que, en aquella tesitura,
yo era el violín, tú el arco que me hacía
vibrar desde los pies a la cabeza.
Susurraba el violín, mirlo en su rama
-¿Mendelssohn, Paganini, Brahms, quién era?-,
como un torrente cuando se derrama.
Tu desnudo impecable era una llama
pecadora, una corza, una pantera,
un estallido de primavera
entre las cuatro esquinas de mi cama.
Nota a nota crecía la hermosura
-y la locura-, en tanto la armonía
desmontaba el gemido pieza a pieza.
Y supe que, en aquella tesitura,
yo era el violín, tú el arco que me hacía
vibrar desde los pies a la cabeza.
viernes, 15 de octubre de 2010
Los tiburones han muerto pero aún no lo saben
Es el último libro que he leído. Caro en relación con el tiempo que lleva leerlo, pero con una serie de consejos de carácter laboral y vital, que merecen la pena. Otros títulos alternativos para el libro podrían ser: Consejos para ser bueno sin ser tonto (difícil equilibrio), o bien Consejos para progresar profesionalmente sin perder su humanidad ni a sí mismo. Lo cierto es que me ha gustado mucho. He reconocido muchas situaciones por las que he pasado y también he salido con la sensación de haber aprendido alguna cosilla. Está muy por encima de la gran cantidad de libros chorras sobre temas de empresa tipo "¿Quién se ha llevado mi queso?" y birrias de este estilo.
lunes, 11 de octubre de 2010
El tigre: William Blake
William Blake
El tigre
Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?¿Qué mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?
¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque? ¿Qué tremendas garras osaron sus mortales terrores dominar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?
El tigre
Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?¿Qué mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?
¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque? ¿Qué tremendas garras osaron sus mortales terrores dominar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?
viernes, 8 de octubre de 2010
Gabriela Mistral
El reciente Nobel otorgado a Vargas Llosa lo hace merecedor de recuerdos y numerosas referencias, desde nuestro modesto blog nos unimos a las felicitaciones, pero volvemos la mirada hacia otros poetas latinoamericanos como en este caso la chilena Gabriela Mistral, Nobel 1945, como homenaje a tantas mujeres que nos leen y nos comentan, también escritoras en español.
Una vez en Montevideo, 1938, durante los Cursos Sudamericanos de Vacaciones, Gabriela Mistral contaba con mucha gracia lo siguiente: “Las mujeres no escribimos solemnemente, como Buffon, que se ponía para el trance su chaqueta de mangas con encajes y se sentaba con la mayor solemnidad del mundo a su mesa de caoba. Los hombres posiblemente sean tanto o más vanidosos que las mujeres. Yo escribo sobre mis rodillas, en una tablita con la que viajo siempre, y la mesa escritorio nunca me sirvió para nada, ni en Chile, ni en París ni en Lisboa. Escribo de mañana y de noche, y la tarde no me ha dado nunca inspiración, sin que yo entienda la causa de su esterilidad o de su mala gana respecto a mí. Creo no haber hecho jamás un verso en cuarto cerrado, ni en cuarto cuya ventana diese a un horrible muro de casa urbana. Siempre me afirmo en un pedazo de cielo, que Chile me dio azul y que Europa me lo ha borroneado. Escribo sin prisa generalmente, y otras veces con una prisa vertical de rodado de piedras en la cordillera. Me irrita en todo caso detenerme, y tengo siempre al lado cuatro o seis lápices con punta, porque soy bastante perezosa y tengo el hábito regalón de que me den todo hecho... excepto los versos”.
Para terminar decir que el epitafio de su tumba en el siguiente:
Lo que el alma
hace por su cuerpo
es lo que el artista
hace por su pueblo.
G.M.
Una vez en Montevideo, 1938, durante los Cursos Sudamericanos de Vacaciones, Gabriela Mistral contaba con mucha gracia lo siguiente: “Las mujeres no escribimos solemnemente, como Buffon, que se ponía para el trance su chaqueta de mangas con encajes y se sentaba con la mayor solemnidad del mundo a su mesa de caoba. Los hombres posiblemente sean tanto o más vanidosos que las mujeres. Yo escribo sobre mis rodillas, en una tablita con la que viajo siempre, y la mesa escritorio nunca me sirvió para nada, ni en Chile, ni en París ni en Lisboa. Escribo de mañana y de noche, y la tarde no me ha dado nunca inspiración, sin que yo entienda la causa de su esterilidad o de su mala gana respecto a mí. Creo no haber hecho jamás un verso en cuarto cerrado, ni en cuarto cuya ventana diese a un horrible muro de casa urbana. Siempre me afirmo en un pedazo de cielo, que Chile me dio azul y que Europa me lo ha borroneado. Escribo sin prisa generalmente, y otras veces con una prisa vertical de rodado de piedras en la cordillera. Me irrita en todo caso detenerme, y tengo siempre al lado cuatro o seis lápices con punta, porque soy bastante perezosa y tengo el hábito regalón de que me den todo hecho... excepto los versos”.
Para terminar decir que el epitafio de su tumba en el siguiente:
Lo que el alma
hace por su cuerpo
es lo que el artista
hace por su pueblo.
G.M.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Vicente Aleixandre
Mar y noche (fragmento)
Bajo cielos altísimos y negros
muge -clamor- la honda
Boca, y pide noche.
Boca -mar- toda ella, pide noche;
noche extensa, bien prieta y grande,
para sus fauces hórridas, y enseña
todos sus blancos dientes de espuma.
Poderíos de la noche (fragmento)
El sol cansado de vibrar en los cielos
resbala lentamente en los bordes de la tierra,
mientras su gran ala fugitiva
se arrastra todavía con el delirio de la luz,
iluminando la vacía prematura tristeza.
Bajo cielos altísimos y negros
muge -clamor- la honda
Boca, y pide noche.
Boca -mar- toda ella, pide noche;
noche extensa, bien prieta y grande,
para sus fauces hórridas, y enseña
todos sus blancos dientes de espuma.
Poderíos de la noche (fragmento)
El sol cansado de vibrar en los cielos
resbala lentamente en los bordes de la tierra,
mientras su gran ala fugitiva
se arrastra todavía con el delirio de la luz,
iluminando la vacía prematura tristeza.
El gran Vázquez
domingo, 3 de octubre de 2010
Elogio de la contemplación
Otra visión de la vida según un fragmento del artículo "Elogio de la contemplación" de Eugenio Trías:
Contemplar es toda actividad en la cual el goce en la observación y la reflexión teórica alcanzan una particular significación. La vida contemplativa es aquella en que ese goce orienta al contemplador en su tarea; ésta carece de otro fin que la propia contemplación.
En nuestros tiempos se impone reivindicar para el gozo común, y como verdadera superación de las dicotomías del trabajo y del ocio, una vida contemplativa que debiera servir de acicate a nuestra búsqueda de Buena Vida. Esa vida contemplativa está muy por encima de otros importantes goces; lo sabían los griegos, que eran particularmente sabios en asuntos de Saber Vivir.
Contemplar es toda actividad en la cual el goce en la observación y la reflexión teórica alcanzan una particular significación. La vida contemplativa es aquella en que ese goce orienta al contemplador en su tarea; ésta carece de otro fin que la propia contemplación.
En nuestros tiempos se impone reivindicar para el gozo común, y como verdadera superación de las dicotomías del trabajo y del ocio, una vida contemplativa que debiera servir de acicate a nuestra búsqueda de Buena Vida. Esa vida contemplativa está muy por encima de otros importantes goces; lo sabían los griegos, que eran particularmente sabios en asuntos de Saber Vivir.
sábado, 2 de octubre de 2010
Todos los idiotas
Recogí este texto de la presentación del libro “Elogio del imbécil” de Pino Aprile en 2007, la fecha es lo de menos porque la humanidad lo actualizamos continuamente.
La inteligencia esta destinada a acabarse porque es una facultad provisional, completamente instrumental en la aventura de la especie y no siempre necesaria y por tanto obsoleta, argumentó el escritor. Aprile dijo que vivimos en un momento de ascenso de la estupidez, ser imbécil triunfa, es lo que conviene, vence porque es cómoda, la inteligencia crea problemas, preguntas, cuestiones.
El ascenso de la estupidez nos lleva a la comodidad y a la ferocidad, porque una característica de la estupidez es la violencia. "El estúpido cuando no tiene argumentos grita, a veces levanta las manos y si tiene poder destruye a todos los que hacen preguntas, el poder tiene miedo a la inteligencia", añadió.
La inteligencia esta destinada a acabarse porque es una facultad provisional, completamente instrumental en la aventura de la especie y no siempre necesaria y por tanto obsoleta, argumentó el escritor. Aprile dijo que vivimos en un momento de ascenso de la estupidez, ser imbécil triunfa, es lo que conviene, vence porque es cómoda, la inteligencia crea problemas, preguntas, cuestiones.
El ascenso de la estupidez nos lleva a la comodidad y a la ferocidad, porque una característica de la estupidez es la violencia. "El estúpido cuando no tiene argumentos grita, a veces levanta las manos y si tiene poder destruye a todos los que hacen preguntas, el poder tiene miedo a la inteligencia", añadió.