viernes, 21 de enero de 2011

Bellas historias

Estamos necesitados de que nos cuenten historias bellas y verdaderas pues abunda la mirada quirúrgica del periodista y la a veces demasiado plúmbea del doctor adscrito a no sé que bando. La verdad también se inventa: con pasión, con serenidad, con fe. Es decir, sin olvidar que de cuatro disputas de aldea nació la Ilíada.

8 comentarios:

  1. Cuando siento la necesidad de darme un baño de belleza, releo San Manuel Bueno, mártir.
    Es valor seguro...y probablemente biográfico en cualquier padre cuarentón de hoy en dia.
    Salu2

    ResponderEliminar
  2. Es por esa mirada quirúrgica que yo he dejado de ver la tv, leer los diarios y escuchar las radios de información. Cierro los ojos al mundo que me intentan vender. En el mundo falta mucho amor y mucho cariño, mucha compresión y mucha empatía. Todas las historias que contengan estos ingredientes son como un bálsamo.

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo contigo, nada como una bella historia aunque sea inventada. Un beso, Ana.

    ResponderEliminar
  4. Para leer cosas bellas leo a García Márquez que me encanta :-)

    ResponderEliminar
  5. Sí, yo lo necesito constantemente.
    Me alimento de ellas y de sueños día a día, dicen que quien sabe soñar, vive más tiempo.
    ¿Será verdad?
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Ojosnegros, vas a ser una excelente compañera de viaje. No sé si quien sueña más vive más pero si estoy convencido de que el universo siempre conspira en favor de los soñadores.
    La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada.

    ResponderEliminar
  7. A veces vasta con mirar al cielo una noche clara y escuchar desde la mas profundo, detrás de las estrellas, ese lenguaje que no tiene palabras.

    ResponderEliminar
  8. Cada día see busca ese momento de escapada, ese tiempo en el que te zambulles en "belleza" ya sea leyendo una hora en casa, tranquilo al terminar la jornada, ya sea escuchando alguna canción que te ponga la carne de gallina en el rato de la comida, o ya sea escuchando las risas de tus hijos jugando antes de acostarse.
    Todos tenemos la necesidad y casi la obligación de abstraernos de la barbarie que nos rodea constantemente.
    Lo genial del asunto es que haya gente que tenga sensibilidad suficiente como para pararse a pensar en ello y nos haga pensar a los demás...
    gracias Pitt

    ResponderEliminar