lunes, 25 de abril de 2011
La balada del café triste
"Y el amado puede presentarse bajo cualquier forma. Las personas más inesperadas puede ser un estímulo para el amor. Se da por ejemplo el caso de un hombre que es ya abuelo que chochea, pero sigue enamorado de una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw, hace veinte años. Un predicador puede estar enamorado de una perdida. El amado podrá ser un traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no se altera lo más mínimo por eso. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor arrebatado, extravagante y bello como los lirios venenosos de las ciénagas. Un hombre bueno puede despertar una pasión violenta y baja, y en algún corazón puede nacer un cariño tierno y sencillo hacia un loco furioso. Es sólo el amante quien determina la valía y la cualidad de todo amor. Por eso la mayoría, preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes" (Carson McCullers, La balada del café triste)
Quizás no tenemos elección, es una forma de ser.
ResponderEliminarLos hay que prefieren ser amados, estoy segura.
Besos.
Ajustándome a sus propios preámbulos, yo deduciría justamente la conclusión contraria.
ResponderEliminarEstoy con Herel.
ResponderEliminarEn lo referido al siguiente parrafo
ResponderEliminar"El amado podrá ser un traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no se altera lo más mínimo por eso"
Ya lo decía mi abuela: "Nunca falta una mierda para un tiesto" o lo que es lo mismo, siempre hay alguien que te quiere, lo complicado es que sea correspondido.
salu2
Sin embargo muy pocos saben amar.
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