Nuestro mundo cabe en unas pocas metáforas. Las estrellas son ojos que nos miran; el amor una llama; dormir no es distinto a morir; la vida se confunde con el sueño, y las flores son la efímera belleza de la juventud. Son metáforas que nos siguen conmoviendo cada vez que las escuchamos como si, después de todo, nuestro corazón no fuera tan vasto ni los pensamientos tan distintos entre sí.
Al fin y al cabo, el mundo es una rueda que gira, sin principio ni fin. No somos tan diferentes a tantos que hubo antes ni los que pueda haber aun.
ResponderEliminarHace unos dias comprendí que los Mossos d´Esquadra no entienden de metáforas...
ResponderEliminarNo leyeron en su infancia sobre Gandhi ni sobre Irena Sendler.
Les recomendaré este post.
Salu2
Todos, en este mundo tan pequeño, sentimos lo mismo, somos sensibles a lo mismo. La belleza, del cuerpo, de la palabra, del aroma, nos sigue haciendo temblar las entrañas.
ResponderEliminarLuna azul y grande.
Río que fluye en la noche,
el sueño en la orilla.
Marikosan
Cuanta razón tiene Toni, el mismo Gandhi advertía: la violencia es el miedo a los ideales de los demás.
ResponderEliminarPitt.
Ante el brillo que desprende la belleza de algunas cosas, preferimos mirar sus sombras para no deslumbrarnos.
ResponderEliminarLa entrada es buenísima, para reflexionar, pero hay comentarios que también merecen muchísimo la pena (llegan mucho)
ResponderEliminarBesos.
La ilusión, a menudo se alimenta de metáforas.
ResponderEliminarNi vosotros tan misántropos...
ResponderEliminarQuizás sólo seáis unos duendes torturados de amor hacia la humanidad...
Gracias a todos. Estoy de acuerdo con Ojosnegros (piel canela), con lo de los comentarios, que siempre aconsejo. También recomiendo que paséis por el blog de nuestra seguidora Ana R. Vivo http://anarvivo.blogspot.com/ y conozcais su nuevo libro, además tiene el aliciente que sale Pepe Deapié en la portada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.