viernes, 23 de septiembre de 2011

El vestido de algodón

Una mujer en un desteñido vestido de algodón barato y su esposo, vestido con un raído traje, se bajaron del tren en Boston, y caminaron tímidamente sin tener una cita a la oficina de la secretaria de Presidente de la Universidad de Harvard. La secretaria adivinó en un momento que esos venidos de los bosques, campesinos, no tenían nada que hacer en Harvard.
'Desearíamos ver al presidente' dijo suavemente el hombre.
'El estará ocupado todo el día' barbotó la secretaria.
'Esperaremos' replicó la mujer. Por horas la secretaria los ignoró, esperando que la pareja finalmente se desanimara y se fuera. Ellos no lo hicieron, y la secretaria vio aumentar su frustración y finalmente decidió interrumpir al presidente, aunque era una tarea que ella siempre esquivaba. 'Tal vez si usted conversa con ellos por unos minutos, se irán' le dijo. El hombre hizo una mueca de desagrado y asintió. Alguien de su importancia obviamente no tenía el tiempo para ocuparse de ellos pero detestaba los vestidos de algodón barato y los raídos trajes en la oficina de su secretaria. El presidente, con el ceño adusto y con dignidad, se dirigió con paso arrogante hacia la pareja. La mujer le dijo 'Tuvimos un hijo que asistió a Harvard por solo un año. Él amaba a Harvard. Era feliz aquí. Pero hará un año, murió en un accidente. Mi esposo y yo deseamos levantar un memorial para él, en alguna parte del campus'.
El presidente no se interesó. Él estaba en shock. 'Señora', dijo ásperamente, 'no podemos poner una estatua para cada persona que asista a Harvard y fallezca. Si lo hiciéramos, este lugar parecería un cementerio.'
‘Oh no', explicó la mujer rápidamente. 'No deseamos erigir una estatua. Pensamos que nos gustaría donar un edificio a Harvard'
El presidente entornó sus ojos. Echó una mirada al vestido de algodón barato y al traje raído, y entonces exclamó 'Un edificio!¿Tienen alguna remota idea de cuánto cuesta un edificio? Hemos gastado más de siete millones y medio de dólares en los edificios aquí en Harvard!'
Por un momento la mujer quedó en silencio. El presidente estaba feliz. Tal vez se podría deshacer de ellos ahora. La mujer se volvió a su esposo y dijo suavemente '¿eso es todo lo que cuesta iniciar una universidad? ¿Por qué no iniciamos la nuestra?' Su esposo asintió.
El rostro del presidente se oscureció en confusión y desconcierto.
El Sr. Leland Stanford y su esposa se miraron y se fueron, viajando a Palo Alto, California, donde establecieron la universidad que lleva su nombre, la Universidad Stanford, en memoria de un hijo del que Harvard no se interesó.
Usted puede fácilmente juzgar el carácter de los demás por la forma en que tratan a quienes piensan que no pueden hacer nada para ellos.

8 comentarios:

  1. Me parece estupendo, una gran lección con moraleja.

    ResponderEliminar
  2. No me gusta juzgar pero contra los políticos nunca cometerás más injusticias de las que ellos cometerán contigo. Yo de la historia me llevo otra parte de moraleja además de la evidente y es que si quieres puedes y además sin ayuda.

    ResponderEliminar
  3. Era muy poco inteligente creo yo.
    La pobreza no le interesa a nadie, si hubiesen ido con corbata y sedas les habrían abierto las puertas y los oídos.
    Qué triste!, real como la vida misma.
    Besos y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  4. Buena historia! Las apariencias engañan...

    ResponderEliminar
  5. La historia debe tener un poso de verdad, en Harvard se cuenta como Leland Stanford habló con el rector y éste le dijo que un edificio allí, en memoria del hijo fallecido por fiebres tifoideas, era muy caro, casi un millón de dólares, a Standford le pareció tan "arreglado" que pensó en fundar una universidad entera. Lo del vestido y el traje, con la moraleja final, debe ser cosa del escritor, porque Standford que fue uno de los magnates del ferrocarril y gobernador de California no creo que vistiera tan mal, pero sirve para alimentar la leyenda. Terminar con el bonito lema oficial de su Universidad: "Die Luft der Freiheit Weth"
    Algo así como "Sopla el viento de la libertad".

    ResponderEliminar
  6. La Universidad de Stanford realizó uno de los experimentos que más me impactó cuando supe de él.
    El experimento de la cárcel de Stanford. Es aterrador.
    Os dejo el enlace por si alguno de vosotros está interesado en el tema...

    http://respuesta-equivocada.blogspot.com/2009/09/el-experimento-de-la-carcel-de-stanford.html

    Salu2

    ResponderEliminar
  7. Impactante experimento del que ya tenía noticia aún sin saber si era de Standford. Leed la entrada de Toni porque es curiosa y sobre todo inquietante.

    ResponderEliminar