Para la sociología de hoy todo el problema de la identidad se reduce a que se ha convertido en un problema. Nuestra identidad de origen, país, nacimiento, familia, incluso lengua, ha acabado siendo la de menor peso en esa rara mezcla de identidades que nos definen. Como dice Zygmunt Bauman, cuando en todas partes podemos sentirnos como en casa, es que no estamos en casa en ninguna parte. Hoy en día sentirse en casa es sentirse inseguro hasta en los afectos, no pedir ni exigir fidelidad, no esperar ninguna reciprocidad, y estar preparado para cualquier traición. Eso es estar hoy en casa.
Buen tema el que planteas.Me recuerda esa canción de Facundo Cabral que dice
ResponderEliminarNo soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad.
En América Latina se habla de la identidad latinoamericana.No lo siento así.Como mucho yo me siento chilena. Pienso que cada país tiene una identidad que le es propia.
El concepto de Aldea Global no ayuda demasiado.
Saludos desde Chile
Una válida y sentida definición de la identidad, pero quizás algo derrotista, sincera y real. Terrible.
ResponderEliminarCreo que vivimos una época en la que parece que queremos sustituir nuestra cultura mediterranea por la anglosajona. De este cambio saldrá perjudicada nuestra idea de la familia que tanto está ayudando en esta crisis económica.
ResponderEliminarEs magnífico sentirse algo, Mónica; compartir nuestras similitudes, celebrar nuestras diferencias. Por cierto, el que lea esto, que pinche tu blog, Mónica es una excelente poeta, de esa poesía que no se lee en los blogs.
ResponderEliminarCreo que llegará el día de abandonar la hipocresía, querido Tarragó.
Fíjate que pienso, grito en el cielo, que es la crisis económica la que está ayudando a la familia.
ResponderEliminarYo como se dice, soy de allí donde tenga el puchero y no me siento aferrado a un lugar o una cultura. Yo se quien soy y qué quiero, más allá de donde esté o quien me rodeé.
ResponderEliminarUm, para mi estar como en casa es sentir ese cariño que sientes en casa.
ResponderEliminarHoy no estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarSentirse en casa es sentirte en tu refugio; o así debería ser.
Saludos
Algo de eso que dices si que hay. La idea de familia ha mutado, las ciudades se parecen cada vez unas más a otras, para trabajar hay que estar dispuesto a ir a vivir a otro sitio, etc. Todo cambia, no necesariamente a mejor.
ResponderEliminarPues no me gusta.
ResponderEliminarTe digo como el anuncio nuevo de Ikea: "aquí no hay monstruos ni cosas raras, sólo hay almohadas que tienen alas..." tendríamos que tener derecho a dormir tranquilos.
Yo sólo me siento verdaderamente bien casa sí que sí soy de algún sitio. Por más que no considero mi sitio ni el mejor ni el peor del mundo, sólo otro más. Pero para mí es el más cómodo, cuestión de costumbre. Y coincido con muchos en que no me gusta la nueva realidad pero dudo que nadie pueda mantenerla. Todo el mundo necesita estabilidad emocional en algún momento de su vida. Y eso no va con modas o costumbres.
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