Manifiesto estar de acuerdo con la anterior entrada de Pepe Deapié, y estoy en contra del "pensamiento positivo" como movimiento manipulador de masas, que ya ha sido fuertemente criticado por insignes autores. Aún así decir que la felicidad es un sentimiento muy subjetivo y que tiende, aún en momentos de gran fracaso vital, a transformarse en esperanza.
Querido Pepe, en el blog de nuestra seguidora Antonia Romero, me felicita por la entrada del pensamiento positivo. Como sé que no es habitual que los blogs se escriban a dos manos, como esas obras de piano a cuatro manos, e inducido por la satisfacción de su halago, no he querido sacarla de su error sobre la autoría del post. Ruego perdones esta falta de honestidad y espero... ¡que ella no lea esto! Ni nadie.
ResponderEliminar¿ Aguirre ?
ResponderEliminarZúñiga, Josito.
ResponderEliminarLo he leído yo, jajajajaja, pero ahora, en cuantico que cierre, me olvido de ello.
ResponderEliminarUna cosa es la esperanza, y otra el buenrollismo, el pensar que uno sólo, consigo mismo atrae la atención del universo con su mente, y los astros se alinean para que todo le salga bien. Demasiado egocentrismo en estas creencias, no????.
Yo espero con ilusión a los Reyes, y con la esperanza de que crean que he sido buena....
Marikosan
¿Los Reyes, Marikosan? Si estamos en noviembre. Pareces El Corte Inglés. En lo grande.
ResponderEliminarLa felicidad en esperanza y la esperanza en felicidad, pero cuando vivimos de esperanza.
ResponderEliminarSi, soy como el Corte Inglés, y como tengo hijo, es una buena excusa, no has visto el anuncio del catálogo de juguetes?????? no puedo vivir sin él!!!!
ResponderEliminarEste año me he pedido la Nancy novia.
Marikosan
Amen
ResponderEliminarComo ya le he comentado a Pitt en alguna ocasión, está un poco confundido, con respecto a la Esperanza. En realidad la Esperanza es una puta vestida de verde (lo dice una canción que salía en la tele y como todo el mundo sabe, si algo sale en la tele es que es la verdaz con mallúskulas)
ResponderEliminarHay un tema interesante, sobre lo de la subjetividad de la felicidad. Efectivamente, un mismo suceso hace feliz a uno, deja indiferente a otro y un tercero se queda hecho migas.
ResponderEliminarArwen es de armas tomar. Que placer tenerla de comentarista.
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