sábado, 18 de febrero de 2012

Esperanzados resistentes

Nuestra naturaleza es nómada y sin embargo el cambio nos aterra. Arraigados en cada momento de nuestras vidas, luchamos en vano contra la corriente. Queremos negar el paso del tiempo, que es nuestra única seguridad. Tratamos de aferrarnos al presente, quizás porque sabemos que no existe, que ya es pasado, que nada vuelve a ser, al menos no de manera idéntica.
La literatura nos ha enseñado a descreer de felicidades anunciadas y el lector sospecha que otros sufrimientos le esperan. A veces no sucede nada, absolutamente nada. Pero como Bartley, Penélope, como Vladimir y Estragón, como tantos mansos rebeldes, hay quienes formamos parte de la hermandad de esperanzados resistentes.

9 comentarios:

  1. La primera frase me las has leído en la mente.
    Una esperanzada resistente.

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  2. Ada, mi especialidad es leer el pensamiento, para algo soy brujo.

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  3. Hola Pitt, Gran entrada, la aplaudo, y una postura que comparto y sostengo.
    Gracias por pasarte por mi blog, hace rato no me daba una vuelta por aquí; así que, como diría un comentarista de fútbol de mi país, "gracias por tanto y perdón por tan poco" je, saludos!

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  4. Una hermandad...me apunto.
    ;-)

    Salu2

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  5. resistentes y aferrados también... ¿Dónde me apunto?
    Te mando caramelillos de anís y un beso.

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  6. Si, resistentes, incluso, por encima de la esperanza.

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  7. Yo nunca he estado arraigada a ningún momento de mi vida, será porque nunca me ha dado tiempo, al final siempre venía un cambio de esos que nos aterran y me arrebataba el momento, para vivir en un constante cambio.
    Pero resistiré al lado de la esperanza.
    Besoss

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  8. Resistir en la esperanza, no quiero perder
    Abrazo

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  9. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y así me parece a mí que debe ser. Una vida sin ilusiones ni esperanzas, es una vida muy triste. Vivamos el presente a tope, pero con la ilusión de un futuro prometedor.

    Un abrazo, me gustó tu blog, te sigo.

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