domingo, 4 de marzo de 2012

El sueño del celta

Transcribiré el bello sueño premonitorio de Roger Casement en "El sueño del celta" de Vargas Llosa, cuya anticipación de la cruda realidad que le tocará vivir no ofrece dudas:
"Se volvió a quedar dormido. Esta vez, en lugar de un sueño, tuvo una pesadilla que a la mañana siguiente apenas recordaba. En ella aparecía un pajarillo, un canario de voz límpida al que martirizaban las rejas de la jaula donde estaba encerrado. Se advertía en la desesperación con que batía sus alitas doradas, sin cesar, como si con ese movimiento aquellas rejas fueran a ensancharse para dejarlo partir. Sus ojitos giraban sin tregua en sus órbitas pidiendo conmiseración. Roger, un niño de pantalón corto, le decía a su madre que no debían existir las jaulas, ni los zoologicos, que los animales debían vivir siempre en libertad".

3 comentarios:

  1. No lo he leído, pero este párrafo que has expuesto es precioso. Seguro q el libro también lo es.
    Besoss

    ResponderEliminar
  2. Lo leí pero se me escapó el párrafo. Es que curiosamente de Lllosa lo he leído casi todo y está lejos a pesar del Nobel de ser su mejor libro. Lo que no significa que todo lo suyo no se lea bien y se pueda extraer algo. El sueño que tiene ahí anticipa pero muy suavemente el horror que llegará luego. Y por otros reportajes que he leído lo del Congo todavía ocultaba horrores más salvajes que algunos de los que narra el magnífico escritor peruano. La ficción no supera a la realidad porque son distintas y no se pueden comparar pero desde luego la segunda da muchas sorpresas. Casi todas malas.

    ResponderEliminar
  3. En efecto Pitt, cualquier animal, con instinto animal (incluido el ser humano) nunca debería conocer una cruel jaula, aunque su barrotes fuesen de oro...

    A veces, siendo niño, es más fácil ver esto; siendo adultos, vamos creando, construimos nuestros propios barrotes, y parece que nos rendimos ante la idea de quedarnos en una "jaula segura", deseada o no, pero conocida y segura... si no dejamos de soñar, seguiremos deseando volar fuera de esa jaula, como ese pequeño e indefenso, pero insumiso, pajarillo

    Me ha gustado mucho ésta entrada.

    Gracias y besazo Pitt

    ResponderEliminar