lunes, 16 de julio de 2012
Reírse de todo
Si algo intenta este blog -lo consiga o no- es pertenecer al género humorístico.
He leído por ahí: "Sólo hay una cosa en el mundo que puede dormir bien: un cadáver".
Eso es humor negro, claro, que fue el que gustaba a los surrealistas. Pero hay otras muchas clases: desde el que se practica como escudo, es decir, como consuelo y protección frente a los males del mundo hasta el que se blande como espada (ironía, sátira, sarcasmo) y subraya la contingencia de todo poder terrenal y la mentira de los dioses.
Se podría hablar del humor y sobre su ausencia (que a veces también resulta risible), de sus estrategias para vencer a la muerte, de la distancia entre la carcajada y la sonrisa, de lo inhumano de no reírse (y, por tanto, de la paradoja de que Cristo, el Dios hecho hombre, no se ría nunca), de sus técnicas y de los procedimientos que emplea para manifestar la (efímera) afirmación del principio del placer sobre el de la realidad.
Para los que no podemos hacer otra cosa, reírse (de todo) es un arma de combate. Y, además, riendo también se enseñan los dientes.
(Foto: Título: JA!; Autor: Mariano Díaz).
(Colección particular de Pitt Tristán)
Es maravilloso encontrarse unas letras como las tuyas y leerlas y apreciar lo grande que hay en ellas y luego encima y de regalo identificarse plenamente con la filosofía del que las escribe. El humor es lo más importante. Con humor no hay miedo, lo que duele duele menos y es difícil que te insulten. Humor y amor podríamos añadir y así tenemos la ecuación perfecta. Es increíble que alguien que fuma pueda ser tan inteligente.
ResponderEliminarAgradecido por tus alabanzas no puedo por menos que responder a la última frase, con aquello que decía Epícteto: "Platón era filósofo, pero no por sus facultades dialécticas, como Hipócrates era médico pero no por su elocuencia. También yo puedo ser filósofo y cojo al mismo tiempo, y sin embargo, no habíais de imitarme en la cojera para ser filósofos".
EliminarGracias querido Sergio.
El otro día me preocuparon me dijeron que a veces me rio pero con una risa histérica como de miedo... yo no me quiero reir así.
ResponderEliminar¿Te gusta a ti tu risa? Eso es suficiente.
EliminarLa última vez que me reí me gustó mucho tras la tormente o durante la tormenta mejor dicho, y mi bici empapándose, limpiándose del barro y nosotras esperando
EliminarMe ha encantado la frase final. Eso, que te vean los dientes aunque los uses riendo, pero que se vayan haciendo una idea de tamaño y forma...:)
ResponderEliminarEs lo mecánico incrustado en lo viviente, como suponía Bergson.
ResponderEliminarMe encanta esta entrada y el diálogo con Sergio. Saludos,
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