miércoles, 3 de octubre de 2012

La llama de la verdad


Los tuaregs en los oasis juegan a "la llama de la verdad": dos viajeros que se encuentran junto a una hoguera intercambian un secreto. Cada uno cuenta algo íntimo sobre sí mismo. Al poco sus caminos se separan. En la mayoría de los casos no vuelven a verse jamás, pero cada uno guarda el secreto del otro. Y se dice que muchos hombres que revelan un secreto a un hermano del desierto duermen mejor las noches siguientes.

8 comentarios:

  1. Son sabios.
    Poder quitar el peso de un secreto sabiendo que será guardado en el silencio ajeno es un acto de fe.
    No conozco a ningún tuareg, pero soy de las que piensan que si no quieres que se sepa, no lo cuentes.
    Tal vez por eso tengo algo de insomnio desde hace tres años.

    Besos

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  2. Intercambiar el secreto aligera la mochila y el viaje se hace mas llevadero, sin duda.
    Que buena costumbre, precioso.

    te cuento el mío?

    buena noche

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  3. Bonito lo de la llama de la verdad y me ha encantado la economía de palabras con que lo cuentas. A veces puede costar menos contar algo a un extraño que a alguien conocido. En cuanto a lo del secreto, estoy con Verónica en que si no quieres que se sepa, no lo cuentes, aunque a veces lo único que no se sabe es lo que no se hace, por más que se quiera mantener en secreto.

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  4. La idea parece buena y desde luego habrá secretos que pesan mucho y si lo sueltas seguro q te hará sentirte bien el poder compartirlo.
    Besos, Pitt

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  5. Genial costumbre. Psicoanálisis del bueno sin necesidad de psicólogos. Desde luego no hay pueblo que no te sorprenda con un detalle de calidad como estos. Ahora que si esto lo practicase con mis "hermanos" del barrio ni sería secreto, ni sería un desahogo, ni dejaría de ser el hazmereír de todos al día siguiente. En fín, hermanos blogueros del desierto informático, aquí vengo a contaros los míos que sé que me los guardaréis porque aunque quisieráis no me reconoceríais por la calle ni podríais decir sobre mí.

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  6. Este juego no es para mí. Desconfío de que alguien guarde un secreto eternamente. Pero bueno, de momento no tengo pensado ir al desierto.
    Besoss

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  7. A la lumbre de una hoguera en la nada, me faltaría noche...y me sobrarían lágrimas.
    Un abrazo amigo.

    Salu2

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  8. Te felicito por este blog lleno de buenas vibraciones. Un saludo, Clara.

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