viernes, 29 de marzo de 2013
Somos novios de la muerte
Como homenaje a la Semana Santa y dedicado a mi fiel compañero, amigo, y coautor -casi invisible- de este blog el caballero legionario Pepe Deapié que siempre, hasta que muera, será novio de la muerte.
EL NOVIO DE LA MUERTE
Nadie en el tercio sabía
quién era aquel legionario
tan audaz y temerario
que en la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Mas si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera,
defendiendo su bandera,
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama,
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba,
su postrer despedida le consagraba.
Por ir a tu lado a verte,
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi bandera.
Soy admiradora de los legionarios, me enorgullece ver como desfilan siempre y me emociona ver como procesionan al Cristo de Mena.
ResponderEliminarFragmento de la carta que un coronel legionario le ha escrito al ministro de Defensa: “La lealtad a España es más importante que ser lacayo de un partido que la está destrozando”
Un saludo al coautor -casi invisible-
Esto sí que pone el vello de punta, Pitt. Es lo más.
ResponderEliminarAquí en Córdoba salen los legionarios con una procesión el Jueves Santo, hace años que no la veo, que si mal tiempo, que si... este año tampoco. Esta Semana Santa para mí no lo está siendo, es diferente a todas.
Un abrazo, que aún nos quedan dos diítas.
La carne de gallina sí, sobre todo cuando veo a mi padre levantado y llorando de emoción.
ResponderEliminarNo soy muy de procesiones, ni de imágenes religiosas etc, pero esta procesión y la que veía en Madrid con mis abuelos, la de Jesús el Pobre, (que ahora de pobre no tiene nada..ya no es lo que era...) son las únicas que consiguen que me emocione...
ResponderEliminarmuassssssssssssssss Sr Pitt.
Un abrazo para ti y otro para el "novio de la muerte"
ResponderEliminarBueno.... a mi las procesiones dejaron de gustarme por la opulencia y enriquecimiento con que engalanan su desfile, que no tiene mucho que ver con la esencia misma de la religión. Lo de los cuerpos militares, dentro de la misma, tampoco me parece muy acorde la verdad....y definitivamente penoso es que la gente se amontone masivamente para ver a los legionarios y dejen a las imágenes solitarias, como suele ocurrir en la ciudad que habito. Un saludo.
ResponderEliminar¡Qué terrible! Muy triste.
ResponderEliminarCon todo respeto por su modo de sentir, encuentro que si se comprende el regalo de la redención, serían novios de la vida, apreciando gozosamente "las cosas simples de la vida que nos dan siempre alegría". Esta vida terrenal es muy corta frente a la eternidad y los años se sienten cada vez más cortos mientras más se ha vivido. Necesitamos recordar el consejo del Eclesiástico o Sirácides: "Arroja la tristeza de tu corazón, al muerto no le aprovecha y tú te haces daño."
Un cariñoso saludo.