sábado, 18 de agosto de 2018
Relatos jueveros: Cinco elementos
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La casa del violinista
Soy violinista. Es algo evocador. Pero terrenal.
Aunque vivas, como en mi caso, en una vieja casa de las afueras, que hace recordar a Poe, y las notas de mi violín escapen por las ventanas junto a las hojas de otoño que cubren el camino durante el atarceder impregnando el ambiente con una sonoridad y un colorido al que parece que el cielo y la tierra se asomen por mil ventanas como al más hermoso de los paisajes, incluso entonces, tú, el músico, no debes olvidar que eres una persona como todas, y sabes que no eres un angelito y que posees todas las condiciones humanas.
Lo sé. Tanto es así que ahora me doy cuenta de que estoy perfectamente muerto.
No puedo mover ni un dedo, ni una ceja.
Siento la lengua, fría e inmóvil, pegada al paladar.
Debo estar tendido, tieso, quizá con las manos unidas sobre el pecho sujetando mi violín y su arco.
Ya no soy yo. No soy nada. Estoy muerto. Definitivamente, irremediablemente muerto.
Pero seguro su alma seguirá disfrutando y haciendo música con otro violín celestial.
ResponderEliminarTe agradezco por sumarte a nuestro encuentro juevero. Un placer leerte. Un abrazo
Ya sabes que mi misantopía y mi escepticismo me hacen iconoclasta y desmitificador, jajajajaja. No todas las almas de artista son almas puras.
EliminarSiempre tan encantadora.
Un abrazo.
Se puede hacr un encuentro juevero un sábado night fever? humm
ResponderEliminarinteresante jjj
Besos Pitt!
Hecho.
EliminarUn beso.
Besos Pitt!!
EliminarBien planteado este relato, buena idea de que el violinista sea el protagonista. Una contrariedad la de morir, pero tal vez haya lograda una trascendencia.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Demiurgo.
EliminarSaludos.
Me gustó mucho tu relato, Pitt. En el espíritu de Edgar Alan Poe de principio a fin.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra leer tu amable comentario. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
De la negritud en el alma
ResponderEliminarnace lo irremediable
y mucho peor
cuando es bello...
Un Buscador que siempre encuentra rima, que siempre encuentra la inspiración allá donde la vista le lleve.
EliminarGracias por estar.
Womm !!
ResponderEliminarmuy buen relato me a encantado. con un tanto de misterio y oscuridad un tema que me llama la atención y ciertamente los muertos hablan... o en este caso escriben historias jajaja me encanto
Muchas gracias. La mayor alabanza es que a alguien le guste lo escrito y la mayor satisfacción... que te lo haga saber.
EliminarMuchas gracias por ello. Y no sólo los muertos hablan pero la mayor parte de las veces somos nosotros los que no escuchamos.
me gusta que le músico conserva su ego hasta el último respiro ja... y además también que con estos elementos románticos digamos hiciste un relato mas de terror... saludos...
ResponderEliminarEl ego nos mantiene pero también puede ser un enemigo si nos niega toda la certeza de la realidad; me gusta más la ficción que la fantasía.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
un relato de tristeza profunda, y tan oscuro como el mismo Poe.
ResponderEliminarpero apuesto que lo macabro de esa muerte, se transforma en una resurrección, al fin y al cabo es solo un hombre... pero también músico
Poe es un escritor que inspira, como Dickens o Bécquer. Inspirar esos relatos, salvando las distancias, jajajaja, como viejos cuentos o breves leyendas.
EliminarGracias por tus palabras.
Y que la música te acompañe como tú hiciste compañía a las hojas y al atardecer. Muy buen ambientado tu relato. Hace años encontré en Murcia un palacete en ruinas que te hubiese encantado. Un abrazo
ResponderEliminarSí. Me encantan esas casonas abandonadas que se encuentran de vez en cuando, en las afueras de Vilanova hay un caserón que siempre me recuerda al hotel de Psicosis.
EliminarUn abrazo.
Juraría que dejé mi comentario, pero veo que no es así. Sólo pensar en la capacidad de sentir, emocionarse, percibir, después de muerto, se ponen los pelos de punta. Es algo argumentalmente perfecto, que estremece el áanimo del lector y le da tensión a la narración. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra y agradezco mucho tu comentario. Gustar es la mejor recompensa para el que escribe algo. Y luego está el lector que, como tu caso, aporta el detalle de la interpretación...¿qué pasará una vez muerto?
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Su cuerpo está inerte o solo es un sueño... pero su obra y su alma quedan impregnadas en los muros de esa casa y en el recuerdo de cualquier que lo haya escuchado o conocido.
ResponderEliminarUn beso y me ha encantado este halo así oscuro du relato :-)
Nada tan misterioso como la misma vida, como la misma muerte...
EliminarUn beso y muchas gracias.
Hola Pitt , un relato muy al estilo Poe , que por cierto un día de estos tendré que leer algún relato suyo de los que tengo por casa , me a gustado mucho , te deseo una feliz noche y mejor comienzo de semana , besos de flor.
ResponderEliminarPrecisamente ahora esta releyendo El escarabajo de oro, más en la línea de la intriga que del terror pero también un pedazo de clásico.
EliminarBesos.
Muy bien elegido el protagonista y la ambientación. Me gusta cómo describes la soledad del que ya se ha ido, para siempre, con la música a otra parte
ResponderEliminarUn abrazo
“Mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turris”
EliminarLa muerte toca con el mismo pie las chozas de los pobres y las torres de los reyes.
Un abrazo.
Pero su recuerdo queda en las paredes, se transporta por las ventanas y da un especial sentido a los atardeceres de otoño.
ResponderEliminarUn beso
Sí fuera una sensación real... Tiene que ser horrible...
ResponderEliminarMil besos.
El relato lo tiene todo para que me guste: Poe, otoño, violín y densidad.
ResponderEliminarBesos, Pitt.