jueves, 27 de diciembre de 2018

Relatos jueveros: finales sorprendentes



Pinocho

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Pinocho se volvió a mirarlo. Y después de mirarlo un poco, dijo para sí con gran satisfacción: «¡Qué gracioso era como marioneta! ¡Y qué contento estoy de haberme convertido en un buen muchacho!».
(Hasta aquí el final de Carlo Collodi)

Continuación...

Poco le duró esa felicidad a Pinocho y pronto comenzó a sufrir como humano, como humano adolescente. Pero eso es otra historia, sólo adelantar que la primera experiencia que tuvo con el otro sexo fue tan desastrosa que, de forma muy humillante para él, tuvo que aceptar de la muchacha, como regalo, un manual de sexo que, como pudo comprobar con el paso del tiempo, aunque no produce orgasmos, puede ayudar a que, cuando se dé la ocasión, con lo aprendido, los orgasmos sean de mejor calidad.
Dejaremos aquí la historia, en realidad un compendio de humillaciones al que había sido un bandarra como marioneta, y no contaremos como fue sodomizado por segunda vez, la primera ocurrió en su otra vida y fue con un berbiquí en el taller de Geppetto, no con intenciones sexuales hacia el muñeco, ya que nadie fue procesado por ello, sino para poderlo acomodar en una silla y sujetarlo con un vástago en el asiento, justo lo contrario a su experiencia posterior que le dejo sin poderse aposentar en silla alguna durante un tiempo.

6 comentarios:

  1. Pobre Pinocho, qué mal rollo eso de ser de madrera y volverse humano de verdad.

    Imaginativo final. Un abrazo y felices fiestas. Por un año prçoimo perfecto para ti

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    1. Gracias, pero me he dado cuenta (tarde) que eran unos cuentos concretos los del relato juevero, jajajajajaja.
      Rectifico.

      Un abrazo.

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  2. Desde luego podías haberle dado una experiencia religiosa al pobre pinocho ..ainss que pena después de todo lo que pasó hasta convertirse el humano zas llegas y su primera relación lo lleva a la depresión más inaudita jajajajja ..brillante tu imaginación .
    Un abrazo.

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    1. El relato inicial de Collodi es mucho peor, de hecho la ilustración que ves en esta entrada es de esa versión donde Pinocho acaba ahorcado.
      Un abrazo.

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  3. Mira que darle un manual, mejor le hubiera guiado :), buscando más allá es estremecedor el cuento
    Un beso, Tristán

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  4. ¿Y sabes cómo se llama el manual? = ), vaya de calamidades le ocurrieron
    y ningún culpable, como en la vida misma

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