sábado, 9 de noviembre de 2019
La banalidad
Me dice uno de los comentaristas que mi banalidad me define. Y quiero aprovechar para hacer un elogio a la banalidad, no confundir con la banalidad del mal de Hannah Arendt, por cierto, a menudo malinterpretada.
Se dice que algo es banal cuando suscita poco interés, trascendencia o incluso que es trivial sobre el asunto que acucia. El término es sugerente en cuanto proviene del Feudalismo francés, banalité, que irrumpe en la Edad Media y que se refiere a las pertenencias del señor feudal que ponía a disposición del pueblo siempre y cuando se utilizaran mediante pago. Sí, lo común, en efecto aquellas banalidades eran dispuestas para el uso comunitario del pueblo. Para aquel feudalismo francés que, por cierto, acabó derivando en una burguesía romántico-capitalista y terriblemente individualista, lo común acarreaba el significado peyorativo que hoy conocemos como banal. Es decir, lo banal, en el ejercicio o explotación casi servil del compartimento comunal, se vuelve trivial, de poco interés o trascendencia para aquellos señores feudales, burgueses, y de todo el carro alado de la tradición occidental.
En la película “La vida es bella”, se dice: “No hay nada más necesario que lo superfluo.”
El despertar de la lucidez puede no suceder nunca pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega, se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada; que la vida y la muerte no son consecutivas, sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia.
Aplicaría el vocablo "banal" cuando se interpreta como superfluo o incluso "fatuo". Pero creo que al hablar de banalidad en este momento tan jodido en el mercado de España, es para quejarse del uso repetitivo, manoseador y sin-sentido de ciertas palabras que son trascendentes. Por ejemplo: libertad, diálogo, independencia, nación, fascismo.
ResponderEliminarHe puesto estas cinco porque creo encajan con lo que deseo expresar. Si preguntamos quién es más fascista, Mussolini o Stalin; Pol Pot o Hitler; Franco o Fidel; Pinochet o Mao; Blas Piñar o Carrillo -el de los 4.000 del Jarama siendo él comisario político del PCE-...nadie podría contestarme con claridad.
Si pregunto ¿qué es la libertad? ¿donde acaba mi libertad? ¿donde empieza la de mi vecino de escalera? , creo que habrían dudas.
Si pregunto ¿qué es una nación? nos confundiríamos de términos (como los políticos), y hablaríamos de Estado y de país y de país de paises, en el mejor de los casos.
Si continuamos con diálogo nos dirán que es el que carecemos, porque en la página que manejamos vertimos términos que nos son de recibo y se impide la libre expresión contraria...¡ Y que decir de la palabra independencia ¡
Sólo se que llevo 28 días con la salida de la Meridiana cortada por mis amigos independentistas reclamando "libertad", mientras mantienen prisionera a la ciudad impidiendo el normal funcionamiento de la misma. Impidiendome el movimiento normal cotidiano. Sólo se que hace 10 dias se mantiene cortado alternativo de la Gran Via, sin poder hacer planes para ir a buscar a la familia, para quedar, trabajar, trasladarse o moverse con normalidad.
Eso es banalizar las palabras, reclamar la libertad para quien se salta la ley constitucional aprobada por decreto Ley, cercenando al mismo tiempo el libre movimiento del vecino.
Salut
Gracias Tot, ya me gustaría a mmi haber escrito este comentario.
EliminarBravo y gracias.
Salut.
"El despertar de la lucidez puede no suceder nunca pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega, se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada; que la vida y la muerte no son consecutivas, sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia."
ResponderEliminarTexto y reflexión muy bellos. Me recuerdan a los escritos de Robert Saltzman, de quien soy un gran admirador.
En su último libro "Depending On no Thing" escribe (traduzco libremente):" En este juego que es la vida, tarde o temprano todos perdemos. Nada de lo que creo tener, nada de lo que creo ser, tiene permanencia alguna. Nunca la tuvo y nunca la tendrá. Cuando eres capaz de admitir sin tapujos que jamás ganarás, que el juego acaba con tu extinción, comprenderás que vives anclado en el ahora".
Muchas gracias, Pitt.
¡Joder! Ese es mi afán.
EliminarComo nos dice Saltzman: "En este momento, las cosas son como son y no pueden ser diferentes. La ignorancia de este hecho simple y obvio es una fuente principal de sufrimiento psicológico".
Ese párrafo que traduces me lo quedo en la libretita de "Cosas que me hacen feliz", porque lo que más feliz me hace es lo que se aparta de la moda, de la vulgaridad y del borreguismo, en un intento de acercarse a la verdad cotidiana y relativa que soporta nuestra existencia.
Muchísimas gracias a ti. Abrazo.
Joé, Pitt. Si lees a Saltzman ya me tienes en el bote jajaj.
EliminarUn fuerte abrazo.
De puntillas paso , me siento observo y leo ..y saco mis simples conclusiones ..y al final de leer todo me digo ..
ResponderEliminar"Que bien se expresa este muchacho , que vocabulario más extenso tiene " con las mismas cierro la puerta y me marcho no son antes decirte buenas noches esto no es banal es educación ..jajaja ..eres un tipo muy inteligente ala dicho queda ..
Son cosas que leo, recortes, libretas con apuntes a montones; carezco de formación, de cultura, de inteligencia como para ser un creador y en cuanto a las palabras, esas andan por ahí, también en unos cuantos diccionarios...
EliminarDicho queda que eres una persona muy generosa y amable. Superabrazo.
No solo hay una banalidad del mal, como decía Hannah Arendt, sino también una banalidad del bien, que es su complemento dialéctico y su cómplice necesario, decía Frabetti. Además, la banalidad és un concepto muy relativo, que és banal y que es irónico humorístico, ha veces hay más acidez de la que parece en la banalidad.
ResponderEliminarSaludos.
Has dado con el quid de la cuestión, se me acusa de banalizar al feminismo por decir que las mujeres son, o pueden ser, tan sinvergüenzas como los hombres. Parece que banalizar tiene bastante que ver con decir la verdad, jajajajajaja, puede que con acidez, jajajajaja.
EliminarSiempre tan preciso, Francesc.
Gracias y saludos.
Creo que no quiero que me llegue la lucidez.
ResponderEliminarBesos
Tampoco es algo que se elige.
EliminarBesos.
Yo siempre digo que la vida hay que vivirla en sus pequeñeces, esas que no van a ninguna parte pero que lo son todo.Hay una frase en tu texto que me ha hecho reflexionar " la vida y la muerte son simultáneas e inseparables" ¡Qué gran verdad! A medida que vivimos vamos muriendo lentamente, por eso las banalidades hay que disfrutarlas cada minuto. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querida Rita, estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchos tenemos pequeñeces que nos llenan y grandezas que nos apabullan y, en mi caso, me producen rechazo. Quizá me siento como el pequeño ser que soy.
EliminarUn abarazo.
Bueno...tengo poco a decír...
ResponderEliminar"...Me dice uno de los comentaristas que mi banalidad me define..."
Peor aún es la perdida de tiempo en leer un banal.
Me gusta mucho tu banalidad...
Gran abrazo desde Brasil... un abrazo triste pués la corte maxima ha suelto todos los ladrones.... muchos ladrones....!!
He intentado pedir al Supremo Tribunal que la nueva ley me suelte del matrimónio..
El juez - hijo de puta, cabrón, cornudo - no me escuchó.
Estoy aún preso....
Muchas gracias, siendo un tipo tan firme, crítico y valiente, agradezco que valores este humilde blog.
EliminarEse juez es un hijoputa, jajajajajaja.
Mi opinión no coincide con la de ese lector. Para mí, lo que te define es tu agudeza mental, tu crítica sagaz, tu capacidad de síntesis. Todas fruto de una mente brillante. Pero claro, ¿ quién soy yo opinando?
ResponderEliminarMil besos.
Lucía, ¿quién eres opinando? Es la opnión más sensata y acertada que he leído, jajajajajaja.
EliminarSe trata de combatir con la banalidad la extrema importancia de objetivos que se escapan de nuestros poderes que, como los de Batman, son inexistentes.
Muchas gracias por esta opinión tuya que me llega al alma.
Mil besos.
La vida a veces es complicada, lo banal para unos puede ser primordial para otros, todo depende del punto de vista.
ResponderEliminarBesos.
Feliz domingo.
Para los misántropos, si además somos hedonistas, la banalidad de los asuntos son nuestro primordial objetivo, jajajajajaja.
EliminarBesos.
La banalidad es como andar con zapatillas de estar por casa. Me hace sentir cómodo, y la comodidad me da lucidez, tiempo para pensar. La banalidad es uno de los motores que impulsa el progreso ¿o acaso alguien piensa que no es banal ver todos los días salir el sol? Y ahí estamos....que se lo digan a Newton, a los Ramones, a Unamuno....
ResponderEliminarAbrazo Pitt
Exactamente, es como cuando digo que un paisaje es el mayo0r de los convencionalismos, jajajajajaja.
EliminarPero ya conoces al típico que siempre se pone trascendente.
Abrazo.
Pues de tu banalidad, mi sonrisa, Pitt.
ResponderEliminarEl último párrafo es tan aparentemente banal como profundo.
Besos.
Jajajajaja, gracias.
EliminarBesos.