Es vergonzoso que se digan cosas como esta: “A los toros no se va a divertirse, a los toros se va a emocionarse”, por Rafael Comino Delgado, ginecólogo ya jubilado y catedrático emérito de la Universidad de Medicina de Cádiz.
Todos sabemos que el torero es un torturador de animales a pesar de esa falacia que argumenta el filósofo Francis Wolff: “Un torero no tortura; un torturador no arriesgaría su propia vida”.
O esas necedades de José Bergamín: “Los que compadecen al toro le agravian muchao más, y peor que los que le hieren y le matan. El único insulto para el toro es la compasión”.
Otra simpleza la leemos a Federico García Lorca: “Los toros es la fiesta más culta que hay hoy en el mundo”.
En fin queden expuestos al escarnio público por su falta de criterio, su falta de escrúpulos, de conocimientos, de sensibilidad artística ni moral alguna y, sobre todo, por ser cómplices de estos asesinatos, porque sepan que los animales son como las personas y tienen sus derechos a no ser toreados porque hay mucha gente que así lo quiere y porque sus espectadores son una minoría y no tienen derecho a mantener esta barbarie que llaman fiesta, y encima, no contentos con eso, aun le añaden fiesta nacional, peor me lo ponen.
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.