Breves apuntes sobre cultura y pasión taurina
Ese desprecio absoluto que sentíamos hacía el niño que estaba esperando a que nos bajásemos del columpio. ¡Como presionaba el condenado!.
Pues es cierto. Por un lado nos sabía mal que estuviera esperando; por otro, nos sabía mal bajarnos.
Esos niños ya no están hoy para subirse en columpios.Saludos
Tienes toda la razón aún hoy cuando voy al parque con mis sobrinos.nietos veo en sus caras ese torció morro y esa mirada de "Bajate o te bajo" la crueldad infantil existe y es un hecho, tal vez tendríamos que ver el porque de ella. Un abrazos.
Menuda sensación. Creo que fue la primera vez que sentí instintos asesinos...yo era la niña que esperaba ja ja. Besos :D
jajajajaja me muero Pitt ya tenia ese recuerdo casi borrado jajaja
Pues es cierto. Por un lado nos sabía mal que estuviera esperando; por otro, nos sabía mal bajarnos.
ResponderEliminarEsos niños ya no están hoy para subirse en columpios.
ResponderEliminarSaludos
Tienes toda la razón aún hoy cuando voy al parque con mis sobrinos.nietos veo en sus caras ese torció morro y esa mirada de "Bajate o te bajo" la crueldad infantil existe y es un hecho, tal vez tendríamos que ver el porque de ella. Un abrazos.
ResponderEliminarMenuda sensación. Creo que fue la primera vez que sentí instintos asesinos...yo era la niña que esperaba ja ja. Besos :D
ResponderEliminarjajajajaja me muero Pitt ya tenia ese recuerdo casi borrado jajaja
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