jueves, 17 de agosto de 2023

Barbón. Otro tonto para la inmensa colección de tontos. Editorial de Mundotoro.

 


Otro tonto para la inmensa colección de tontos

Editorial del jueves 17 de agosto de 2023. Mundotoro

Las últimas encuestas sobre preocupación social en Asturias concluyen que el paro, la despoblación rural progresiva hasta límites que superan todas las predicciones y la economía familiar, son los problemas que mas preocupan a los asturianos. De los toros no hay siquiera una repuesta residual, como es lógico. Es de tontos ser elegido o votado por esa misma gente con sus preocupaciones y poner como piedra fundamental en un discurso de toma de posesión de presidente del Principado el tema toros, que no le preocupa a ningún asturiano. Adrián Barbón (PSOE) es un tonto supino.

Tonto no es un insulto. Es una descripción del uso de la inteligencia aplicada al térmico en collera a la Real Academia de la Lengua (Por la letra T). Una comunidad, la asturiana, que fue la primera en España en censar más mascotas que niños de entre cero a 15 años, con un crecimiento vegetativo negativo creciente en los últimos 38 años, tiene un presidente tan tonto que dedica más tiempo a hablar de los toros, en preocupación vital incandescente (como su tontería), que a decirle a los asturianos cómo abordar un problema ya endémico que elimina población al tiempo que vacía sus pueblos arrasando con sus culturas.

El crecimiento vegetativo negativo ha hecho que en Asturias la relación entre trabajadores y pensionistas sea del 1,1, un ratio que quiebra la Seguridad Social. Pero el problema son los toros.

En Asturias, el problema principal es éste. La falta de nacimientos rompe el relevo generacional en el mercado del trabajo, quiebra la cadena padres/hijos en las empresas familiares, deja vacías las explotaciones agrarias, y merma la calidad del estado de bienestar y los servicios públicos por esta razón: el crecimiento vegetativo negativo ha hecho que en Asturias la relación entre trabajadores y pensionistas sea del 1,1, un ratio que quiebra la Seguridad Social. Pero el problema son los toros.

Con estos datos, investirse diciendo que los toros son maltrato animal, es un maltrato a la inteligencia, una demagogia de tonto. Y aplicando el axioma de Forest Gump, un tonto es el que dice/hace tonterías, ergo el señor Barbón es tonto de categoría máxima. No es por la cara, que es de dudoso ojo avizor, es por la cara que tiene de hacer populismo de cartón en una región de España donde los problemas tienen una difícil solución por alarmantes en el tiempo. Y el tiempo dirá que calidad de intelecto tiene el tonto para ir más allá de afirmar con pompa y boato de defunción, que los toros son maltrato animal. Lo puede decir hasta solemnemente, que será una tontería solemne.

Esa solemnidad de vocear principios inexistentes, da un paso más allá a la catalogación de tonto, pero entonces si habríamos de recurrir en el insulto. Tonto es piadoso. Y el tonto, en otro alarde de instinto cautivado por su propia tontería (los tontos insisten en serlo con una insistencia de mosca en un cristal) escribe en Twitter que eso de que los toros no sufren es como decir que la tierra es plana. Y que no le tomen por tonto. Uno, no se le toma por tonto. Lo es. Y dos, Eratóstenes de Cirene, el que demostró muchos siglos antes de Colón que la tierra no era plana, era filosofo. El tonto no lo sabe, pero se lo recordamos.

Como el tonto sabrá que la nueva ley de enseñanza de España (una ley de los suyos) ha expulsado a la filosofía de las aulas. Es decir, ha expulsado al que dijo que la tierra no era plana. Y la tierra o lo que sea, sin el sabio y su sabiduría, puede ser plana o tener forma de rombo o ser trapezoidal, lo que digan las redes sociales en las que los de Barbón invierten decenas de millones al año. Ellos han quitado de las aulas aquello que pregunta y desnuda a los tontos, la filosofía, la historia, la literatura, las artes como las del toreo.

No se pude ser más amarga y cainitamente tonto, Barbón.

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