Alejandro Talavante, Ginés Marín y Juanito, que hace pleno, a hombros en Don Benito
Se cortaron un total de diez orejas y dos rabos en una tarde triunfal en la localidad extremeña
Tarde triunfal en la plaza de toros de Don Benito (Extremadura) en la que la terna se repartieron diez orejas y dos rabos con una noble corrida de Virgen María y Fermín Bohórquez. Juanito se creció frente a la figuras y cortó un total de cuatro orejas y dos rabos en dos actuaciones de entrega absoluta, Ginés Marín sorteó con solvencia el peor lote de todos, tirando de raza y coraje para sumar tres apéndices en su esportón y Alejandro Talavante destacó con su toreo al natural cortando otras dos orejas. Lea Vicens cortó una oreja por una faena pura y cercana, pero que no llegó a los tendidos por la falta de transmisión de su toro.
Joao Silva Juanito salió a por todas tras el triunfo de sus compañeros, recibiendo a su primero con tres largas cambiadas que tuvieron impacto en los tendidos. Empujó en el peto el tercero de Virgen María, más estrecho de sienes que su hermanos, y acometió con saña en un comprometido quite por tafalleras en los medios. Comenzó la faena con unos estatuarios y varios pases cambiados por la espalda que encendieron al público, siguiendo con varias tandas de toreo en redondo descolgado de hombros y de naturales tirando de la embestida. Concluyó la faena con unas bernadinas y una estocada algo trasera pero eficaz, cortando dos apéndices.
Serio y con trapío fue el cierraplaza, al que Juanito recibió con unos delantales muy despaciosos y cuatro medias. Más sobrado de fuerzas que el resto de la corrida, se empleó en el peto y derribo al caballo. Tras un emotivo brindis dedicado a los extremeños, inició una faena muy poderosa con ambas manos, en la que derrochó actitud y seguridad con el mejor toro de la tarde. Terminó la faena con un arriesgado arrimón con el que terminó de encandilar al público, dejando otra estocada suelta pero suficiente para sumar otras dos orejas y rabo. El toro de Virgen María fue premiado con la vuelta al ruedo.
Desentendido y con poco celo salió el primero de Ginés Marín, con el que apenas pudo lucirse con el capote. El extremeño se mostró muy habilidoso frente a un toro muy incierto y que salía largo del muletazo, toreando en redondo con mucho ajuste y valor para meterlo en la muleta. Tras reponerse de una fea cogida, el torero se arrebató y montó un lio por ambos pitones, rematando con una estocada tras pinchazo y cortando las dos orejas.
Salió engallado y bajo el segundo del lote de Ginés Marín, un animal poco claro que sufrió una voltereta al salir del caballo y que dificultó la actuación de los banderilleros al hacer hilo tras el capote. Ginés demostró la gran capacidad para leer a los toros que posee, planteando una faena muy medida y aseada a un toro que acortaba el viaje cada vez más y que acabó parado. Logró sacarle algunas embestidas a base de tesón y de meterse dentro de los pitones, arrebatándose tras un arrimón final. Cortó un trofeo tras un pinchazo y una media estocada, que remató con un certero descabello.
Serio y hondo fue el segundo de la tarde, primero de Virgen María, al que Talavante recibió con unos faroles y un ramillete de verónicas que fue muy jaleado. Quitó por gaoneras con su característica solemnidad e inició la faena de muleta de rodillas con mucha suavidad, cuidando las embestidas ante la escasa fuerza del animal. Fundamentó la faena sobre la mano izquierda para torear con trazo largo y naturalidad, rubricando con una estocada entera para cortar las dos orejas.
Más enmorrillado y cornicorto fue el segundo toro de Talavante, el cuál dejó unas suaves verónicas durante el recibimiento de capote. Inicio la faena con ayudados por alto y pases por bajo con su sello personal, para después dejar varias series de naturales con mucho sabor y calidad a un toro justo de fuerzas. Por el pitón derecho, el animal acortó la embestida, imposibilitando el seguir toreando en redondo y volviendo a la mano izquierda para finalizar la faena. Dejó una estocada en el sitio aunque sin efecto, teniendo que descabellar y escuchando algunas palmas.
Abrió plaza la rejoneadora Lea Vicens con un toro cuajado y bajo de Fermín Bohórquez, que apretó de salida pero que acabó por agarrarse al piso, complicando la lidia. La francesa se lució durante el recibimiento con su caballo ‘Guitarra’ y ejecutó una faena muy pura y en la corta distancia, calando en el público. Acertó con el rejón de muerte, cortando la primera oreja de la tarde.
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