domingo, 7 de enero de 2024

El deterioro de La Monumental de Barcelona. Por Mario de las Heras

 


El deterioro de la Monumental de Barcelona como imagen del deterioro cultural de Cataluña (y de España)

La abolición oficiosa, que no legal, de los toros en Cataluña va mostrando cada vez con más claridad el rastro de la ruina dejado a su paso

La Plaza de Toros Monumental de Barcelona, una de las tres grandes, rival en su tiempo de Las Ventas y La Maestranza, escena de tardes gloriosas, taurinas y no taurinas, desde el regreso de José Tomás en 2007 al concierto de Los Beatles en 1965, va cayendo en el olvido y la ruina. En 2010 el Parlamento de Cataluña votó la aprobación de la abolición de las corridas de toros en Cataluña. La última de ellas se produjo el 25 de septiembre de 2011, con Juan Mora, José Tomás y Serafín Marín en la terna. Un día antes esta la formaron Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares.
Es de imaginar que un todavía veinteañero Urtasun saltara de alegría con la prohibición que el Tribunal Constitucional declaró precisamente inconstitucional cinco años después. A pesar de la sentencia de 2016, en 2024 sigue sin haber festejos en Barcelona. Una desjudicializada abolición tácita las sigue «prohibiendo». En 2017, un año después de la resolución que permitía el regreso de las corridas, el grupo Balañá, propietario del coso, descartó «de momento» su celebración en una reunión mantenida con la Federación de Entidades Taurinas en Cataluña (FETC) por razones «jurídicas, sociales y políticas».

«Vientos de intolerancia»

Entonces la FETC aludió a «la falta de coraje de la Casa Balañá para afrontar el desafío de abrir la Monumental al toreo, aun contando con el respaldo de la ley». Ramificaciones taurinas de la proverbial y «amnistiada» falta de acatamiento de las leyes en Cataluña. La federación añadió: «Que el crispado e incierto escenario social y político catalán invite a la prudencia no debería significar la renuncia a ejercer derechos inviolables reconocidos en la Constitución». Una frase que resume el clima de rebelión latente en los gobernantes locales, asumido, normalizado y justificado por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras tanto, la abolición oficiosa de los toros en Cataluña va mostrando cada vez con más claridad el rastro de la ruina dejado a su paso y reflejado en el estado de abandono del gran coliseo barcelonés. «Los vientos de la intolerancia y la manipulación», como dijo la FETC, que asolan esta parte de España y amenazan con asolar al resto. Afectada por la falta de uso, aunque se puede visitar como lugar turístico por 6 euros, su triste decadencia es visible en los corrales y en los burladeros, el principio de un fin que se puede observar en vivo.

Bien de Interés Cultural

La Plaza está catalogada como Bien de Interés Cultural y su nivel de protección («B») obliga a respetar la fachada, los graderíos y el ruedo, razones por las que los distintos proyectos de reconversión (centro comercial y hotel, entre ellos) no han llegado (aún) a término. El Ayuntamiento y el Gobierno de la Comunidad están obligados a mantener en buen estado el recinto, pero visto lo visto en la región, esta es una cuestión menor donde ni siquiera el habitual desprecio por las leyes españolas apenas se tiene en cuenta. A la Monumental la están dejando morir quienes quieren matarla y en esa deplorable dejación y sus efectos está reflejado física y espiritualmente el deterioro cultural de Cataluña.

2 comentarios:

  1. La plaza de toros de la Monumental presenta un estado de deterioro espantoso, esta abandonada, da pena ver el estado de degradación del edificio. De hecho, da pena ver el estado mental de quienes permiten la degradación del edificio.
    Salud

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    1. Una desidia del gobierno catalán con su propia cultura, sólo preocupado por el idioma como arma arrojadiza contra España.
      Salud.

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