sábado, 27 de enero de 2024

La Tauromaquia: un espectáculo de masas sin medios de masas. Por Javier Jiménez

 

Lleva el toreo décadas sin darse cuenta en un espacio nicho que convierte en un auténtico milagro que la Tauromaquia sea el segundo espectáculo de masas de este país. El primero en materia cultural. El empresario estadounidense Steve Jobs aseguró que ‘la sociedad piensa básicamente en ver la televisión para desconectar el cerebro y utilizar el ordenador cuando quieren volver a encenderlo’. Ahora bien, ¿qué sitio ocupa el toreo en estos medios?

Vivimos en una época de silencio comunicativo en el toreo. Salvo honrosas excepciones, a las que por cierto las gentes del toro nunca son capaces de agradecer o reconocer, la Tauromaquia no aparece en ningún telediario. Y me refiero en los medios generalistas y en abierto. Donde cada minuto es oro. La verdadera difusión del toreo. Retransmitir bajo demanda está bien, pero no hace nada más que meternos en un espacio nicho que nos aleja de la sociedad.

Mientras que el toreo vive metido en técnicas de comunicación antiguas, los medios generalistas miden cada espacio al milímetro. Por eso, el esfuerzo de periodistas como Zabala de la Serna, Jesús Bayort, Antonio Lorca o Charo Pérez, entre otros, por mantener y pelear el espacio de la Tauromaquia en el foco de la sociedad, mientras el toreo se muestra ajeno con todo eso, mientras mira para otro lado. Al igual que los periódicos, con El Mundo y ABC a la cabeza.

Cualquier sector sin medios tiene fecha de caducidad. Cuando estos espacios salen de los generalistas, igual. Batallar en el toreo con un medio es un milagro cada día. No se le da importancia a la comunicación

En la televisión, la frontera de la difusión del toreo va ligada a las cadenas autonómicas, verdadero único altavoz de la Tauromaquia en este medio, salvando ‘Tendido Cero’. Una labor llevada con talento por periodistas como José Miguel Martín de Blas, Enrique Romero, Sixto Naranjo -también en Cope-, Carlos Martín Santoyo o Juan Bazaga. O la labor en la radio de Juan Ramón Romero a través de su Carrusel Taurino y ahora ‘El Toril’ en Onda Madrid, a través de las voces de Javier Mardomingo, Gonzalo Bienvenida y Carmelo López. Algunos se me escaparán, lo siento. Tampoco muchos más, porque no hay. Son ejemplos varios de un esfuerzo que nunca está reconocido.  Con un grado de lectura mínima alarmante en esta sociedad -ya no hablamos de conocimiento culturales-, los hábitos de consumo van hacia los medios audiovisuales. El novelista estadounidense John Irving aseguró que ‘donde funciona un televisor, seguro que hay alguien que no está leyendo’. Y, aquí, el toreo ha perdido una batalla. Un espacio vital.

Cualquier sector sin medios tiene fecha de caducidad. Cuando estos espacios salen de los generalistas, igual. Batallar en el toreo con un medio es un milagro cada día. No se le da importancia a la comunicación. El toreo busca unos medios de esperar que la noticia llegue y no que la noticia se busque. Molesta que un periodista haga simplemente su trabajo. Ahora bien, en un mundo de comunicación cambiante a velocidad de la luz, ¿se trabaja en el toreo para no perder ese sitio en los medios? ¿Qué se ha llevado a cabo, por ejemplo, para introducir la Tauromaquia en las plataformas de vídeo bajo demanda?

Ese es uno de los verdaderos problemas que tiene el toreo. Su comunicación. ¿Se imaginan la fuerza de la Tauromaquia con espacios en todos los medios generalistas? ¿Qué fuerza tendrían por ejemplo los encierros de Pamplona de haberse retransmitido desde un principio por un canal de pago? No hablo de utopías, es algo que ocurrió en tiempos muy lejanos. Y se dejó perder. Como se está dejando – y se dejaron- morir espacios taurinos, sin poner la mirada en una censura artificial de Internet que a golpe de algoritmo es capaz de borrar todo lo relacionado con el toreo. A todas las plataformas de inteligencia artificial hay que engañarlas en sus peticiones relacionadas con la Tauromaquia porque lo consideran violento. Buscadores como Google intenta eliminar de sus tags todo lo que tiene que ver con la Tauromaquia. No hablamos de la censura en redes sociales, en X, Instagram, Facebook TikTok. Si no entramos en la sociedad a través de la televisión y del ordenador, ¿qué lugar va a ocupar el toreo?

Ese sitio mediático es clave para la defensa cultural del toreo. El cine potencia sus espacios, sus medios, su unión sectorial. Y parece fuerte. Algún iluso pensaría incluso que fuera rentable. Pero tienen esa estructura que el toreo nunca es capaz de conseguir. Eso y una búsqueda constante del público joven, al que, por cierto, no es capaz de atraer a través del Bono Cultural. Nosotros sí lo tenemos. Y, sin embargo, en el toreo se demoniza, se repulsa. Los jóvenes son fundamentales mas allá del relevo generacional. Todo intento de prohibición del toreo ha venido de la mano de una legislación a favor del menor. De cortar ese lazo. Dos problemas que azotan en la actualidad a la Tauromaquia, mientras entre unos y otros se reparten la gorra. Y mientras tanto, el toreo seguirá siendo un espectáculo de masas sin medios de masas.

2 comentarios:

  1. Nunca se podrá quitar la etiqueta de arte a las corridas de toros, pero van a ser muy minoritarias, porque la mayoría de la gente, ahora, se la coge con papel de fumar.

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    1. Es posible pero es la mejor razón para preservar las corridas de toros: respetar a las minorías.
      Porque o jugamos todos con las mismas reglas o...

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