El que quiera más… que venga mañana (incluido el señor González)
Llegaba Roca Rey con el pulso en la taquilla, demostrado ya en varios años. En Bilbao, la gente va a ver a Roca Rey. Unos tendidos que devolvieron la esperanza y la categoría anhelada de las Corridas Generales. De la ilusión a las seis de la tarde, al bramido más absoluto cuando dobló el sexto toro. Comenzó pues una marea blanca de pañuelos, para pedir las dos orejas a Roca Rey, que había rendido a Bilbao con un toreo de trazo largo y un dominio absoluto en la corta distancia. Con la medida perfecta, para dejar regusto y pedir dos tazas más. Una tarde de Roca Rey que lo vuelve a colocar en todo lo alto, para que mañana vaya más gente a verlo. Incluso, el señor González. Una oreja para José María Manzanares que lleva el lote de una desigual corrida de Victoriano del Río más ofensiva por delante que cuajada y fuerte de hechuras. Alejandro Talavante no tuvo opción.
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