Una faena por encima de todo límite de Roca Rey antes de la suspensión
El presidente le negó una oreja a Joselito Adame en el segundo y Talavante paseó una oreja del primero
Había marcado la tarde hasta el segundo una decisión del presidente de pocos argumentos al negar una oreja a Joselito Adame, cuando se desató un diluvio universal en Huesca. Una cortina de agua, con goterones de mucho trapío, descargó sobre la capital oscense mientras los tendidos buscaban refugio. Cuando ya el ruedo estaba con un palmo de agua y el público esperaba la suspensión, Roca Rey desafió cualquier lógica y decidió lidiar al tercero. Una faena de garra que fue vivida con intensidad y reconocimiento por los pocos espectadores que aguantaron con ropajes mojados en los tendidos y los que estaban a cubierto. Antes, Joselito Adame había estado muy inteligente en alturas e inercias, mientras que Talavante había cortado una oreja al primero.
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