Marco Pérez indulta y Diego Ventura deja otra faena de maestro en Medina del Campo
El novillero charro paseó los máximos trofeos simbólicos de un utrero de Núñez del Cuvillo
Marco Pérez indulta y Diego Ventura deja otra faena de maestro en Medina del Campo
El novillero charro paseó los máximos trofeos simbólicos de un utrero de Núñez del Cuvillo
Marco Pérez indultó a un novillo de Núñez del Cuvillo y Diego Ventura dejó una faena de maestro con un gran entrada en Medina del Campo. El novillero charro cuajó una importante tarde, en la que impactó a los tendidos por su aplomo y su encaje. El rejoneador de La Puebla del Río volvió a marcar distancias en su escalafón, mientras que Cayetano cortó una oreja y sólo el acero le impidió salir en hombros.
Marco Pérez cuajó ya de salida al tercero, un utrero de Núñez del Cuvillo que tuvo buena embestida y fondo. El novillero charro lo recibió de rodillas y a la verónica, antes de una faena muy aplomada y de mucho encaje que conectó con los tendidos hasta ponerlos en pie en el final por circulares. Un impacto que terminó con Marco Pérez entre los pitones y un final por luquecinas con el público pidiendo el indulto que, finalmente, fue concedido.
No se amilanó por el triunfo Marco Pérez, pues salió a por todas de nuevo en el sexto. Otra importante faena, de novillero hecho y privilegiado por colocación y trazo de los muletazos. Sin embargo, el novillero se vino a menos y terminó con una estocada al hilo de las tablas. Cortó una oreja.
Diego Ventura cuajó una faena de magisterio al cuarto, un bravo toro de El Capea con transmisión en su embestida y fondo. El rejoneador de La Puebla del Río destacó en el galope a dos pistas con ‘Nómada’ y en el par a dos manos con ‘Lío’. Un espectáculo que acabó con los tendidos pidiendo el indulto al toro murubeño. Dejó un rejón de muerte al segundo intento y paseó las dos orejas, mientras que el astado fue premiado con la vuelta al ruedo. Ya había cuajado Diego Ventura una importante faena al abre plaza hasta que el toro de Capea se partió una mano y Ventura tuvo que abreviar. Silencio.
Una oreja cortó Cayetano del quinto, un toro noble pero muy justo de fuerzas que se mantuvo en el ruedo tras unas fuertes protestas. El diestro, a base de tesón, fue afianzando la embestida y tras una estocada, paseó una oreja. Un premio que en el segundo se quedó en el filo del acero, tras un trasteo que comenzó sentado en el estribo y en el que dejó muletazos templados.
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