A veces, parece que el dolor sólo existe en aquellas personas que lo padecen. Es algo que se tiende a contemplar como ajeno, que pertenece a otros. Nadie quiere padecerlo ni tampoco verlo. El dolor se ausenta en los demás porque genera impotencia e incomodidad en el observador, lo que transforma este sentimiento en estigma. Porque el dolor, al igual que el sufrimiento, la muerte o el miedo, es algo que se teme. Siempre se ha temido. Pero la historia nos enseña que el dolor acaba estando presente en la biografía de todas las personas en algún momento de su vida y el malestar que produce nunca se acaba de olvidar, aunque se pueda ignorar.
El dolor, la pobreza, la enfermedad, la agonía, la muerte, la tristeza, la desesperación...
ResponderEliminarEs verdad, Pitt, volvemos la cara ante todas ellas o a muchas de ellas.
Es algo que siempre me ha llamado la atención.
Creo que es porque nos recuerda de manera palpable que todo ello forma parte de nuestro viaje y siempre acaba llegando, son citas ineludibles, como bien dices.
Empatía.
Si de verdad empatizásemos no volveríamos la cara.
Y creo que sería el principio de un profundo cambio interno que nos haría mejores.
Besos
Necesitamos cambiar, necesitamos, al menos, soñar con ese cambio interno, que bellas palabras, la próxima entrada dedicada a Verónica C. sobre este tema.
EliminarPero, Verónica, tú no cambies.
Puede ser por que las personas que lo padecen no lo expresan, y si alguien no expresa el dolor, el resto no tiene por qué adivinarlo. Creo que el dolor debería compartirse más, para convivir con el. Es triste que para tirar para adelante muchas veces nos olvidemos del dolor y avancemos y avancemos como si no pasase nada. Hoy en día más que nunca oigo "No nos podrán quitar la ilusión", la ilusión de que??, mientras no nos enfrentemos con las situaciones de dolor que actualmente se nos presentan a diario, y no las venzamos, poca ilusión podemos tener.
ResponderEliminarMas que la ilusion, diria que lo que es casi imposible de perder es la esperanza. Aun en lo peor, siempre queda la esperanza.
ResponderEliminarPerdon por la ortografia pero junta un teclado de movil con un fulano un poco vaguete...
ResponderEliminarAy Pitt, yo tengo un tino para encontrar el sufrimiento, para donde me mueva, mire, etc. Tú sabes... Siempre hay que enfrentarlo y ayudar a quien lo trae encima a enfrentarlo, después del trance, es como revivir.
ResponderEliminarBesitos, sin dolor, pero con empatía y cariño.