Cómo voy a contarte las cosas que me pasan, la sangre que me hierve mientras guardo las formas y la voz. Y también guardo algunas cicatrices y locas estampidas de bisontes azules contra mi corazón, los bisonte azules que golpean y corren hacia mí o desde mí o acaso galopan sobre mí. A veces duermen dóciles por mis venas; tengo entonces la sangre acariciada por un frágil ejército de niños navegantes.
Wow...
ResponderEliminarPara que luego digas...
Modestia, eso es modestia.
EliminarBesitos, Xi.
Hay cosas que para contarlas, un poco, solamente pueden escribirse.
ResponderEliminarUn saludo!
Hay cosas que para contarlas un poco sólo se puede escribir poesía.
EliminarSaludos.
Menos mal q a veces duermen esos bisontes, lo malo es q tuvieran insomnio.
ResponderEliminarA mí también me pasa a veces. Pero cómo voy a contarte las cosas que me pasan, q cuando dejo de creer en todo lo q me rodea, me llega un mensaje que me devuelve la esperanza de creer q hay gente con corazón.
Besoss
Algunos bisontes tienen hasta insomnio, a otros yo creo que los achuchan algunos cabronazos, y no miro nadie.
EliminarBesos, dulce Vanessa.
Lo que te ocurre a ti, pasa en las ,ejores familias.
ResponderEliminarResulta un consuelo, gracias.
EliminarTrillizos de dos años, esos auyentarían los bisontes.
ResponderEliminarSaltos y brincos
Yo también se lo deseo a todo el que me pone de mala hostia.
EliminarSalto, brincos y trillizos.
Quizá no deberías guardar ni las formas ni la voz. Quizá así las cicatrices podrían cauterizar y cesarían las estampidas azules...
ResponderEliminarPero es que no veas lo educado que soy, y manso.
EliminarMuy poética la manera de callar, a buen entendedor...
ResponderEliminarSí, a buen entendedor...
EliminarLa mejor manera de aburrir está en contarlo todo.
Discrepo.
EliminarMe gusta mucho que no calles... aun tus terrores y pesadillas. Te hace más navegable y encantador.
ResponderEliminarEs algo irrefrenable,¿ves?
ResponderEliminarA la larga hemos de dejarles paso...
Besos.