Toda la gente que conozco y
que habla conmigo
nunca hizo nada ridículo, nunca sufrió una afrenta,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes -
en la vida...
¡Ojalá pudiese oír la voz humana de alguien
que confesara no un pecado, sino una infamia;
que contara, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.
¿Quién hay en este ancho mundo que me confiese que
ha
sido vil alguna vez?
¡Oh príncipes, hermanos míos,
¡Leches, estoy harto de semidioses!
¿Dónde hay gente en el mundo?
¿Seré yo el único ser vil y equivocado de la
tierra?
Quizá no era merecedor de confesiones el señor Pessoa ja, nunca se sabe! saludos...
ResponderEliminarAquí encontramos una serie de denuncias a las máscaras, la falsedad e hipocresía de la sociedad que aún siguen vigentes. El poeta confiesa al lector su inadaptación ante un mundo contemporáneo que funciona por medio de apariencias. Esa es la idea del autor, y la mía propia.
EliminarSaludos.
Todos somos semidioses y mediocres depende con y para quién. Y no todo el mundo se merece ese punto de confianza donde el alma de sabre sin tapujos sino a pelo. Pero sin duda un buen pensamiento, nadie es perfecto y quien lo crea mal vamos. AbrAzos
ResponderEliminarEl poema crea un panorama del sujeto poético, y también de la sociedad portuguesa de la cual hacía parte el autor.
EliminarAbrazos.
No lo había leído nunca.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Gracias.
Fueron escritos entre 1914 y 1935. Durante la lectura, nos damos cuenta de cómo el heterónomo concibe a la sociedad y la critica, observando y diferenciándose de los que lo rodean.
EliminarGracias a ti por pasar.
Debe ser muy aburrido sólo hablar con gente tan perfecta, que por otra parte aunque no lo digan o digamos, todos tenemos algo que esconder. Es bueno ser locos de vez en cuando o de cuando en vez :-)
ResponderEliminarMuy bueno lo que has compartido.
Abrazos
Es lo que nos da a entender todo el mundo, esa hipocresía que tantas veces traigo a este blog.
EliminarAbrazos.
El último verso es demoledor. No me extraña que lo escribiera alguien que está acostumbrado a ver cómo se pone el sol.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
¿Qué tiene que ver con la puesta de sol quien odia y ama?. Gracias, Francesc, por recordame ese cuento de Pessoa. A continuación lo comparto.
EliminarSalud.