“The last infirmity of a noble mind”: la última flaqueza de una mente noble. Es lo que dice Milton de la vanidad.
Hasta los mejores hombres
tienen su granito de vanidad. Lo cual quiere decir que, cuanto peor es un
hombre, más vanidad tiene, y que los peores son solo vanidad.
Es verdad, pero no siempre, no conozco a un artista/escritor que no sea vanidoso y algunos son hasta buenos.
ResponderEliminarSaludos
No es nuevo.
ResponderEliminarEl Eclesiastés, libro escrito hace casi tres mil años, atribuido a la corte de Salomón, empieza así: Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Un abrazp
salut
Tiene sentido que alguien como Miguel Ángel, Leonardo, se proclame el mejor de su época. La vanidad de los mediocres es más discutible.
ResponderEliminarSaludos.
Como la sal, en su justa medida y mucho mejor suprimirla.
ResponderEliminarUn abrazo, buen domingo 😄
La vanidad sirve de bastón donde sostener a quienes carecen de perspectiva humana. Somos ignorantes, no sabemos nada, mucho menos de lo que creemos saber y, esto es fundamental, importamos una higa al mundo y al cosmos. Darse importancia es una de las maneras más rastreras de demostrar lo idiotas que somos.
ResponderEliminarInteresante frase, yo creo que se puede combatir con la humildad.
ResponderEliminarUn placer leerte
Abrazo
Como dice Marga, la vanidad es un bastón, en el se apoyan los que flaquean. El otro día un buen amigo, nada sospechoso de vanidades, me decía que la vanidad es uno de los motores que mueve el mundo, hay más de uno que se moviliza por vanidad y se dedica a hacer alguna cosa para pavonearse, pero la hace, y a veces hasta puede ser bonito o positivo. Siendo así, podríamos quedarnos con las cositas bonitas y pegarle una patada al culo del vanidoso.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó Estradé
La vanidad se combate con una buena dosis de humildad. Pero es cierto que todos en dosis pequeñas tenemos.Con tu permiso te dejo una frase que deja claro el concepto de vanidad.
ResponderEliminar“No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.” de Oscar wilde.
Abrazos!!
¡Hola Pitt! Me encanta además la imagen que has cogido de Pitufo presumido, yo es que soy medio pitufa, bajita, orejas algo puntiagudas y me pongo azul en los días de frío. Lo de la vanidad pues sí, la mejor dosis es un pelín de humildad, totalmente de acuerdo. Besos :D
ResponderEliminar¿Y quien no ha sido vanidoso, vanidosas en algún momento de la vida?
ResponderEliminarUn poquito es bueno para seguir esforzándonos, mucho hace daño porque nadie somos el centro del mundo y en cualquier momento se nos caen los palos del sombrajo :-) Y nos deja desnudos y con le culo al aire.
Abrazos
Creo que casi todo el mundo tiene un ápice de vanidad. La cuestión es que no olvidemos que somos ignorantes.
ResponderEliminarDe ese modo nuestra vanidad será menor. ¿Nos libraremos de la imbecilidad?
Salud.
Anna Babra
Paso por primera vez por tu casa y me quedo un ratito. Un poco de vanidad sobre todo ante algún creído para mí está bien. Me he reído con tu post de "Hacer el amor o tomar un chupito". Saludos.
ResponderEliminarGracias.
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