"Y acaso aquí podemos insertar, por medio digresivo, una reflexión sobre el terrible misterio del remordimiento, quicio de la moral religiosa. Cuando nos pesa de veras, cuando nos remuerde el haber cometido o el haber omitido algún acto, lo que nos pesa es el haber asesinado con aquella comisión u omisión un yo ex futuro, el haber destruido otro hombre posible. Ya que el hombre íntimo, el eterno, es hijo de sus obras. Y sus obras de él, y aquí está el trágico círculo vicioso de la conciencia.»
MIGUEL DE UNAMUNO
Hoy nos dejaste algo profundo y de gran reflexión.Cuando la conciencia no está limpia algo dentro de nuestro ser hay que airearlo.
ResponderEliminarUn abrazo y muy feliz noche.
Una reflexión sin lugar a dudas inquietante. Para mi la conciencia es algo sencillo. Si te remuerde... malo. Si sientes esas cosquillas que hacen que la vida parezca esta repleta de luces suaves que te hacen sonreír como si fueras medio tonta... lo has hecho bien. ¿Consecuencias? Siempre, lo hagas o no como debieras. ¿Darle vueltas a la cabeza? Con el paso de los años, quizás sean vueltas más centradas y objetivas. Besos :D
ResponderEliminar¡Qué grande Unamuno!Es uno de mis escritores favoritos. Sus textos siempre llevan a la reflexión más profunda. ¡Me necanta!
ResponderEliminarUn abrazo, Pitt