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miércoles, 30 de noviembre de 2022

La sala del terror.

 

Lo cuenta Pla Ventura: La sala del terror



Ruíz Miguel suele llevar a su casa a sus amigos cada vez que su corazón se lo pide, algo digno de encomio hacia su bendito ser. Al respecto, en cierta ocasión, Paco llevó a su hacienda a varios comensales a los que quería agasajar y, la primera vez que pisaron su casa, Ruíz Miguel le dijo: “Ahora pasaremos a tomar café a la sala del terror” Y más de uno se estremeció al escuchar al maestro. Claro que, al entrar en el salón aludido todo el mundo comprendió la metáfora porque, el mismo, está repleto de las cabezas de los toros más significativos con los que el diestro de San Fernando ha triunfado por esas plazas de Dios.

Lo dicho, como explico, resulta una anécdota simpática de un hombre singular en su género pero, si profundizamos muy pronto comprenderemos que, el salón del terror no es otra cosa que la efigie que nos muestra la carrera de un torero admirable, de un hombre ejemplar en todos los órdenes que, como alguna vez dije, jamás se apeó del estrado que le correspondía y, como cité en algún que otro momento, tenía motivos para hacerlo porque, su vida, a Dios gracias y a su tremendo esfuerzo estaba resuelta.

En la actualidad, muchos toreros de los de relumbrón, si disecaran las cabezas de los toros que lidian y las colgaran en sus respectivas casas, al salón en cuestión habría que llamarle salón del cachondeo porque, los toros que lidian son eso, puro esperpento, razón por la que no tienen cabeza alguna disecada, sencillamente porque sentirían vergüenza si tuvieran que mostrarla a sus amigos, caso muy distinto el de Ruíz Miguel que, entre otras muchas cabezas pudimos ver la del toro de Miura que le cortó el rabo en Sevilla.

martes, 29 de noviembre de 2022

Las Ventas. Madrid y el coste de las corridas

 

Simón Casas desvela por primera vez lo que cobran Morante, Juli, Talavante y Victoriano del Río en Las Ventas: casi un millón


lunes 28 noviembre, 2022

Simón Casas ha vuelto a poner sobre la mesa este domingo 27 de noviembre, en declaraciones al programa El Toril, el alto coste que tiene el montar una corrida de máximas figuras en la primera plaza del mundo.



El productor Simón Casas estuvo, en la noche de este domingo 27 de noviembre, en el programa El Toril, de Onda Madrid, donde fue entrevistado sobre distintos asuntos de la pasada temporada taurina y también desveló algunas cuestiones interesantes que atañen a los entresijos del mundo taurómaco, como que organizar un cartel de primer nivel en la primera plaza del mundo cuesta casi un millón de euros. Unas cifras -a todas luces altísimas- que son el fiel reflejo del coste que tiene montar un cartel de esta magnitud en una Feria como la de San Isidro u Otoño.

Simón Casas contestó a todas y cada una de las preguntas realizadas por los miembros de El Toril en relación a la gestión de los espectáculos taurinos en la primera plaza del mundo durante la temporada: «Anunciar a Morante, Juli y Talavante con toros de Victoriano del Río en Las Ventas, por ejemplo, cuesta 900.000 euros. Se me ha caído el casco -radiofónico-, pero la cartera no porque la tengo perdida», dijo en tono jocoso cuando señaló la cifra.

Unas palabras que dejaban a las claras el alto coste que tiene para la primera plaza del mundo montar un festejo de este nivel. Recordamos que, antes de la llegada de la liberalización de precios a Las Ventas -el pasado septiembre-, la plaza de toros de Madrid a plaza llena rondaba los 600.000 euros de ingresos, dinero, eso sí, a repartir entre los honorarios de los toreros, ganaderos, personal de plaza -unos 400 trabajadores en total-, gastos del festejo, canon de plaza…

Pero no ha sido la única vez que Simón se ha referido a los altos costes que tiene el montaje de una corrida de toros en la primera plaza del mundo. Ya en 2018 puso sobre la mesa los emolumentos que cobraba una máxima figura del toreo como Alejandro Talavante en Madrid: «Un torero como Alejandro cobra en Madrid 240.000 euros por corrida, lo que supone casi el 50% de la taquilla neta de Las Ventas. Eso es justamente lo que ganan las máxima figuras. La afición tiene que saber que eso es una economía insostenible que altera gravemente el futuro de la fiesta«.

Pero el coste de una corrida de toros también está ligado al precio de los animales a lidiar. Ya en 2013 el propio empresario francés declaró a los compañeros de MidiLibre el precio de la corrida de Miura para ese año, comparándolo con el que había tenido para dicha empresa la corrida de Garcigrande. 84.000 se pagó por la corrida de Zahariche, mientras que los toros venidos de tierras salmantinas rozaron los 54.000 euros. Diez años después y con la alta inflación y los cambios de posiciones de ambas ganaderías en el mercado, el precio de cada una ha cambiado sustancialmente.

Actualmente rematar un toro en el campo ha subido casi un 20% respecto al precio que había antes de la pandemia, de ahí que según ha podido saber este medio por boca de varios ganaderos, el coste de un animal desde que nace hasta que está listo para salir a una plaza ha pasado de 5.000 a 6.500€, una cantidad que se debe de ver compensada a la hora de adquirir una corrida de toros por parte de la empresa.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Enseñar al toro.


 Decía el viejo dicho que: Los toros no sabían embestir, puesto que no han ensayado antes de saltar al ruedo, embisten, cierto es, pero esa acometividad hay que advertirla y definirla durante la lidia  ¿Acaso fue Miguel Ángel aquel que mencionó: que una escultura es lo que queda después de quitar al bloque de piedra lo que le sobra? 

Pues, en el caso del toro bravo, una embestida adecuada es lo que resulta después de corregirle en tiempo récord, los defectos que naturalmente le acompañan.

sábado, 26 de noviembre de 2022

Defensa de la Tauromaquia en Francia

VINCENT BOUGET

Defensa de la Tauromaquia en Francia



 Dentro de los argumentos empleados para prohibir la corrida hay mucha ignorancia y desconocimiento de lo que es y significa la tauromaquia. Cuando Nîmes se disponía a celebrar su Feria de la Vendimia, volvió a sonar el eco de una maldita propuesta de ley: Abolir la corrida de toros en Francia.

Pero una voz se alzó contra esa demonización de la fiesta taurina: la de Vincent Bouget, el consejero municipal de Nîmes, que firmó una tribuna compartida en las redes sociales. El consejero de Nîmes, también consejero departamental du Gard, se erigía claramente en contra de esta propuesta de ley que, si era adoptada, llegaría a permitir la desaparición de una cultura, minoritaria claro, pero vivaz ... y sin progreso cara a la causa animal, ambiental, de la humanidad tampoco.

Elegido en un departamento donde la cultura taurina está anclada desde décadas es preciso que el debate que se abrirá, sin duda, en la Asamblea Nacional se haga ''en connaissance de cause'' , con conocimiento de causa, sabiendo de qué se habla, obrar con entero conocimiento, en acecho con los actores de la cultura taurina en sus distintos aspectos: corrida, course camarguesa, el salto de toros y caballos. También con las distintas poblaciones locales que construyeron parte de su personalidad en sus relaciones con sus toros. También artistas, gentes cultas que, en su expresión propia en literatura, pintura, música... entregaron y entregan todavía a la corrida su dimensión estética entera, mandadera de valores estéticas y humanos.

En su escrito, Bouguet invitó a todos los parlamentarios que lo deseasen a que se acercasen a todos estos actores que dan forma a este espectáculo para entender, comprender lo que a través de la existencia o desaparición de la corrida se juega verdaderamente.

Dentro de los argumentos usados para prohibir la corrida aparece mucha ignorancia de lo que es verdaderamente, nada anormal: la corrida en Francia está implantada en un número limitado de regiones: Occitania, Nueva Aquitania, Provence-Alpes- Côte d'Azur y todos los departamentos de estas regiones no se sienten concernidos.

El tema, cierto, es difícil, controvertido y, explicaba Bouguet, “lo entiendo perfectamente: la corrida se acaba con la muerte, en público, del toro. Final necesario”. Todos los aficionados entienden o deben de entender que, para miles de personas, la idea misma de ver o imaginar el combate de un animal lesionado, herido es insoportable. Es cuestión de sensibilidad y de compasión: ningún aficionado y son miles y miles cada año en Nîmes, Alès, Arles, Béziers, Céret, Dax, Bayonne, Vic Fezensac...y otras plazas van asistir a una corrida para satisfacer el deseo malsano de ver sufrir a un animal.

Por esta razón ningún estudio pudo demostrar que el espectáculo de la corrida iba acompañado de un relato de violencias, de comportamientos agresivos cara a hombres, animales. Al revés.

Es falso afirmar que este espectáculo podría provocar trastornos en los niños presenciando una corrida. También y al revés somos nosotros que vamos buscando en este espectáculo la emoción y la admiración que sale de un combate donde actores, hombre y animal, en un encuentro único y por definición, sin día siguiente ofrecen lo mejor de si mismo al expresar su bravura.

El consejero muncipal nimeño lo dejó bien claro: “Lo digo con solemnidad y convicción, la corrida no consiste en torturar un animal sin defensa, al revés oponer un animal acostumbrado al combate, que reacciona, a cada herida no huyendo pero multiplicando sus ataques. Varas, banderillas, espada todas las lesiones impuestas al toro lo son de cara a cara, enfrentado se con las astas. El torero no tiene derecho de dar la muerte si no empeña su propia vida”.

Estamos a miles de leguas de la muerte mecanizada y industrial, a la cadena en los mataderos, una muerte glacial, silenciosa, tapada, vergonzosa. Aquí, al revés, lo que se busca es la posibilidad ofrecida al toro de expresarse totalmente a la luz de su temperamento de combatiente nacido de la genética, de sus cuatro o cinco años en ganadería, ejemplo mismo de una vida animal ideal y respetuosa.

Las ganaderías de España, Portugal, Francia, América son espacios de libertad, hasta codificar un número de toro por hectárea, no más de tres, de modo que cada individuo toro tenga el espacio necesario para desarrollar su natura profunda en un contacto a mínimo con el hombre antes de su encuentro, único y efímero, con el toro en la plaza sin amaestramiento previo.

“Lo digo –especificó Bouguet– sin sentido provocatorio, tampoco paradójico: criar toros de lidia a finalidad de corrida es, a nivel de relaciones entre hombre y animal, sin duda, la más respetuosa. Seamos bien claros, sin rodeos: la prohibición de la corrida se traducirá en la desaparición de las ganaderías sin los recursos económicos necesarios al mantenimiento de los animales, a su subsistencia, su reproducción interrumpida. Futuro: el matadero.

Estamos a punto de asistir a los gritos de alegría de los anti-corrida convencidos de poner un punto final a lo que califican ignorancia crasa, carnicería, cuando miles de toros están esperarán su turno por el matadero. Llegaremos a este súmmum de hipocresía: ¿la muerte ocultada es más aceptada?”

El toro de lidia, el un animal particular, ni domesticado ni salvaje pero agresivo si uno piso lo que ha definido como su territorio.

En su ignorancia unos oponen a la corrida la ''Course Camarguaise'' donde no se mata el toro. No se trata de la misma raza, menos agresiva, más pequeña, las astas dirigidas por todo alto. No se puede utilizar un toro bravo de raza española de 500 o 600 kilos en una corrida camarguesa.

En cuanto a la supresión de la muerte del toro de lidia al final de una corrida es imposible: el animal no puede ser lidiado dos veces. Sabe todo desde el principio, desde el encuentro con el matador. Al no matar el toro en la plaza quedaría el desenlace al matadero.

Por fin y no es aspecto de menos importancia defender los toros y sus ganaderías es también un combate ecológico. Defender la corrida es defender una de las últimas formas de crianza extensiva en Europa, donde, repito, este animal dispone de 1 a 3 hectáreas por cabeza.

Esta crianza extensiva preservada de la mecanización al ultranza gracias a la abnegación, el amor del toro, de unos pocos ganaderos se realiza en reservas ecológicas , incomparables de flora y fauna al semejante de los grandes parques a naturaleza protegida. Suprimir la corrida es poner un punto final a estos espacios prometiendo les a la agricultura intensiva o industrial.

¿Tendremos que asistir, sufrir los gritos de alegría de los antis convencidos de haber acabado con lo que llaman la carnicería mientras miles de toros esperan su turno al matadero? ¿Llegaremos a tal hipocresía? ¿Más aceptada la muerte cuando está tapada?

El toro de lidia es otro toro y la corrida es una cultura: la del combate colocado en expresión estética por los colores, la elegancia, la música, la gracia.

La corrida no se enfrenta con la luz del sol al encuentro entre humanidad y animalidad reunidos en un enfrentamiento lleno de vida, fuerza, respeto donde se asuma, sublimando el trágico final. Nada de arcanos, la corrida expone todo a todos, nos enfrente a una parte esencial de la verdad que somos. La corrida merece ser mirada cara a cara, como lo hicieron inmensos artistas de Goya a Picasso, Hemingway a Orson Welles... como ellos amo la corrida.

“Entiendo y respeto –finalizaba Boguet–, los que no la comparten conmigo, espero la discusión necesaria anunciando se que nos permite debatir para intentar dialogar, llegar a entendernos”.

Texto: Jean Claude Lorant-Raze (Avance Taurino)

viernes, 25 de noviembre de 2022

A poner fundas. Ganadería Virgen María


 

Plaza de Toros de Las Ventas, datos de 2022


 

Plaza 1 ha elaborado el informe estadístico que da cuenta de todo lo que ha acontecido este año en la Plaza de Toros de Las Ventas. El informe recoge los datos que han dejado los 61 festejos celebrados en Madrid esta temporada. 


Del 27 de marzo al 12 de octubre, Las Ventas ha acogido un total de 61 espectáculos taurinos: 38 corridas de toros, 20 novilladas y 3 corridas de rejones. Un total de 828.920 espectadores han pasado por el coso venteño, arrojando una media de casi el 60% de aforo cubierto. En 12 tardes se colgó el cartel de ‘No hay billetes’ con todas las localidades vendidas. 

En el apartado artístico, la Puerta Grande de Las Ventas se ha abierto para 10 actuantes. Los novilleros Víctor HernándezDiego GarcíaÁlvaro Alarcón y José Fernando Molina; los rejoneadores Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza; y los matadores Tomás RufoÁngel TéllezRoca Rey y Francisco de Manuel han sido los nombres propios que han alcanzado el máximo triunfo esta temporada en Madrid. De entre ellos, seis fueron los que consiguieron firmar faenas premiadas con las dos orejas: Roca Rey y Francisco de Manuel, junto a los novilleros Víctor Hernández, Diego Garcia y Álvaro Alarcón y el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza. 

Por los chiqueros de Las Ventas en este 2022 han salido 394 reses, de las que 28 lo hicieron como sobreros. En este apartado ganadero destacan los nombres de ‘Duplicado’, toro de Victoriano del Río lidiado el Domingo de Ramos, y‘Embriagado’, novillo de Fuente Ymbro lidiado durante la Feria de San Isidro. Ambas reses fueron premiadas con la vuelta al ruedo y destacan junto a las 133 que fueron ovacionadas o aplaudidas en el arrastre. 

El informe también remarca el crecimiento que, durante este temporada, han vuelto a experimentar los perfiles oficiales de Las Ventas en las redes sociales, donde la comunidad de aficionados y seguidores suma ya más de 280.000. De entre todos los perfiles, Instagram vuelve a ser el que mayor impacto y seguimiento genera. Precisamente, ha sido el perfil de Instagram el primero, frente a Twitter y Facebook, en el que se ha superado la barrera de los 100.000 seguidores.

jueves, 24 de noviembre de 2022

Los percances del toreo

 HONOR Y GLORIA A LOS QUE DIERON SU VIDA POR LA TAUROMAQUIA.

José Muñoz Ortiz, picador de la cuadrilla de Uceda Leal murió a consecuencia de las heridas provocadas en la caja torácica tras quedar atrapado debajo del caballo por la embestida del toro 'Manchonero' de Victorino Martín. El percance ocurrió en Vic-Fezensac el 22 de mayo de 1999.

lunes, 21 de noviembre de 2022

El Juli, 'in crescendo' y siempre en un nivelazo. Artículo de Guillermo Leal en Mundotoro

El Juli, ‘in crescendo’ y siempre en un nivelazo


 Guillermo Leal

Ha terminado Julián su mini gira mexicana. Apenas tres días de intenso ajetreo, vuelos, carreteras, emociones y, lo más importante, la raza y determinación de este torero de época al que devolvemos tranquilo, contento y triunfador.

Después de su importante quehacer en Lima el pasado domingo 13 de noviembre, contratado por Casa Toreros y su director Pablo Moreno, que le valió dos orejas, Julián viajó a México para meterse al campo bravo, ver a algunos amigos y lo que él más disfruta: torear.

Pues parece mentira pero este hombre con tanta historia, consagrado, más allá del bien que del mal, sigue viviendo para el toro y pensando en él 24 horas.

Incluso mantiene, dentro de lo que cabe, su cercanía con el público, aunque si bien es cierto, no es una cosa que Julián disfrute tanto.
Y es entendible, todo mundo quiere algo con el madrileño.

Pero al final les dio en este periplo lo que el público busca, faenas que llenen sus expectativas y les dejen ganas de verlo en cuanto vuelva en enero.

El viernes en Monterrey consiguió una oreja, pero luego al otro día en Pachuca consiguió una de sus faenas más bellas, artísticas y armoniosas de los últimos años con un toro de Villa Carmela al que Julián le sacó el buen fondo, cortando las dos orejas.
Y ayer en Irapuato logró que el público y el juez decidieran que “Caramelo” de Mimiahuápam regrese a los potreros guanajuatenses donde fue criado por don Alberto Baillères y que ahora son territorio del apasionado Juan Pablo, uno de sus hijos.

Así que Julián fue de menos a más, aunque siempre su menos es más. Una ecuación fácil de comprender siempre y cuando se trate de Julián.

domingo, 20 de noviembre de 2022

Gloria Fuertes

 


¿Cómo se dibuja a un torero?

Gloria Fuertes (1917-1998)

 

Para dibujar un torero

hay que tener mucho salero.

Se dibuja la montera

-que es el sombrero-,

y debajo va la cara,

y más abajo va el cuerpo;

mucho adorno en la chaqueta,

chaquetilla de torero,

con borlitas -alamares-…

Muy coqueta la chaqueta

bordada, muy primorosa

-dos claveles y una rosa-.

Muy ceñido el pantalón,

a media pierna un bordón.

¡Qué primor!

Las medias con espiguilla,

de cuero las zapatillas,

la camisa muy rizada,

la corbata muy delgada,

y la faja cinturón

que adelgaza la cintura

y hace hermosa la figura.

¡Qué valiente criatura

del arte más peligroso!

El traje, de seda y oro,

y el toro, color de toro,

negro el cuerpo, blanco el cuerno.

Negro el toro, y azul él.

¡Torero, abre la capa,

ya estás en el redondel!

viernes, 18 de noviembre de 2022

Algunas pintas de los toros

 

La pinta del toro es el resultado de la interacción del color de la piel más el color del pelo que la recubre. Tradicionalmente el vacuno se identifica por su "pelo", "pelaje" o "pinta". El término "capa" se utiliza exclusivamente para los équidos. En el toro de lidia existen dos colores de pelos básicos, de los que surgen toda una gama de variaciones, en función de las tonalidades y de las combinaciones de los mismos con el color de la piel del animal. Estos colores son el negro y el colorado, además de factores genéticos inhibidores del color, que derivan en el color blanco y sus derivados.

Albahío: Color del pelo blanco amarillento (típico de la raza charolesa), más frecuente en animales jóvenes.
Berrendo: Pinta del toro en que entra el color blanco y otro cualquiera de los posibles, en manchas desiguales mayores de una cuarta de extensión. Se les llama berrendos en el color de esas manchas: berrendo en negro, berrendo en colorado, berrendo en castaño, berrendo en cárdeno.
Cárdeno: Pinta en la que se mezclan en la piel pelos blancos y negros, en mayor o menor densidad, sin formar manchas en ninguno de los dos colores. Puede ser "oscuro" o "claro" según el mayor predominio de pelos negros o blancos.
Castaño: Pinta en que se mezclan los pelos rojos y negros, aproximándose al color resultante al de la cáscara de la castaña. También se llama así a los toros colorados con cabeza, cabos y extremos negros.

Colorado: Tono de pelo más o menos rojo.
Melocotón: Pelo rojizo y claro, igual que la fruta que lleva su nombre.
Retinto: Color del pelo colorado más oscuro, desigual de tono; es decir, como si se hubiera teñido dos veces, y generalmente con cabeza, cuello y extremidades más oscuros que el resto del cuerpo. Típico de la raza Retinta.
Rubio: Color del pelo rojo claro o color de oro.
Ensabanado: Pinta en que la piel y los pelos son blancos.

Jabonero: Color del pelo del toro blanco sucio y amarillento, como café con leche. Puede ser "claro" o "sucio" según sea el tono del color.
Negro: Cuando el pelo es de este color.
Negro Azabache: Particularidad del toro negro, que tiene la piel fina y brillante.
Negro Mulato: Color del pelo negro mate y pardusco, como color de pelo quemado.
Zaino: Particularidad de la pinta negra, cuando no presenta pelos de otro color.

Salinero: Pinta que resulta de la mezcla de pelos blancos y colorados.

Sardo: Pinta resultante de la mezcla de pelos negros, colorados y blancos, o de manchas juntas y pequeñas de esos 3 colores.

Tostado: Color del pelo negro mate y pardusco, como color de pelo quemado.

Particularidades

Las particularidades son los complementos de color de ese pelo uniforme, en regiones corporales más o menos delimitadas. La denominación de la pinta de un toro de lidia es la combinación de su pelo uniforme más las particularidades de esa pinta y los accidentes de color que se aprecian.

Generales

Alunarado: Berrendo que presenta lunares o manchas redondeadas del mismo color que las manchas que califican al berrendo. Los lunares pueden ser regulares o irregulares, de mayor o menor tamaño, pero siempre han de tener aspecto de lunar.

Anteado: Color del pelo del toro colorado claro, con manchas coloradas oscuras.
Aparejado: Toro berrendo que tiene repartidas las manchas a uno y otro lado de la columna vertebral, con cierta simetría. A lo largo del dorso tiene una lista más o menos ancha, bien marcada.

Armiñado: Manchas negras y grandes sobre pelo general más o menos claro, a modo de armiño.
Avinagrado: El color del pelo del toro colorado oscuro y brillante.

Barroso: Pinta del toro jabonero muy oscuro.

Burraco: Manchas blancas irregulares, mayores al salpicadosin llegar al berrendo, situadas normalmente en la parte inferior del cuerpo. Debe su nombre a la coloración que presentan las urracas. El pelo uniforme es negro.

Carbonero: Cuando se instalan manchas negras circunscritas sobre pelo general claro, semejante a las que se originan por contacto de un trozo de carbón, y también, cuando el blanco del berrendo, se presenta sucio y entrepelado.

Cenizo: Cárdeno de tono ceniciento.

Chorreras: Manchas verticales, como chorros, del lomo y dorso al vientre.

Chorreado en morcillo: Cuando sobre el color de su piel negra, aparecen líneas verticales del lomo y dorso al vientre de color rojo.

Chorreado en verdugo: Cuando sobre el color de su piel colorada, aparecen líneas verticales del lomo y dorso al vientre de color negro.

Entrepelado: Particularidad de la pinta en que presenta pelos blancos en poca densidad a modo de canas, por todo el cuerpo o en determinadas regiones.

Estornino: Cuando el pelo es negro y aparecen pequeñas manchas más o menos abundantes, de forma redondeada y otro color (normalmente blanco).

Jijón: Es el toro de pinta de color rojo encendido. Toma su nombre de la antigua raza Jijona, parte fundamental del encaste creado por José Jijón.

Lavado: . Cuando el pelo general se presenta desvaído o decolorado de su color natural, dando esta sensación (suele presentarse en dorso, vientre y nalgas). También se llama "desteñido".

Leonado: Pinta de color rubio oscuro semejante al del pelo del león.

Mosqueado: Cuando sobre pelo general claro, aparecen manchitas negras.

Nevado: Manchitas o lunares blancos, semejantes a copos de nieve, sobre coloración uniforme.

Pajizo: El color del pelo del toro amarillo.

Rebarbo: Cuando la pinta es oscura, y el hocico y el extremo de la cola son blancos.

Remendado: Manchas que aparecen recortadas y de color distinto al general.

Salpicado: Manchas blancas, mayores y menos abundantes al nevado.

Cabeza

Bociblanco: Hocico muy claro o blanco.

Bocidorado: Hocico de coloración dorada o rubia.

Bocinegro: Hocico negro, y el resto del pelo de otro color. También se llama bocinero.

Capirote: Particularidad del pelo en que el principio de cuello y cabeza es de color más oscuro que el color general.

Capuchino: Modalidad de la particularidad capirote en que la porción oscura que recubre la cabeza, termina en la cerviz en forma de capucha.

Careto: Animal de cualquier pinta, que tiene la cara o frente blanca, y el resto de la cabeza de color más oscuro.

Caribello: Presencia de pelos blancos por la frente o cara, sin formar mancha uniforme, entrepelados.

Estrellado: Mancha pequeña en el testuz con contorno irregular, de color blanca o negra.

Facado: Particularidad del pelo en que la cara está cruzada por una raya blanca o clara, como hecha con una faca o navaja.

Gargantillo: Mancha blanca, reflejada alrededor del cuello, sobre cuello oscuro.
Llorón: mancha blanca en el borde inferior del ojo.

Lucero: Mancha blanca en el testuz, sobre pelo oscuro. La mancha suele ser triangular, poligonal o redondeada.

Ojalado: de alrededor del ojo, de color distinto al pelo de la cabeza.
Ojinegro: Cerco alrededor del ojo, de color negro.

Ojo de perdiz: Cerco alrededor del ojo, colorado encendido, muy parecido a las perdices.

Tronco
Albardado: Cuando los pelos del lomo, siendo de color más claro que el resto del cuerpo, están extendidos, dibujando la silueta de una albarda.

Aldiblanco: Cuando el pelo es blanco, de medio cuerpo hacia abajo, en toda su longitud.

Aldinegro: Cuando el pelo es negro, de medio cuerpo hacia abajo, en toda su longitud, incluso las patas.

Axiblanco: Mancha blanca en una o ambas axilas.

Bragado: Pelos blancos en la cara interna del muslo. No se usa en berrendos.

Cinchado: Cuando se presenta una franja ancha de color distinto al del fondo, a modo de cincha.
Jirón o Girón: Mancha blanca sobre color uniforme, en forma de tira irregular que parte del ijar.

Listón: Cuando a lo largo de la espina dorsal, aparece ininterrumpida una tira o franja de distinto color que el resto del pelo. No se aplica a berrendos.

Lombardo: Cuando el lomo se presenta con una tonalidad parda más clara en las pintas oscuras, o más oscura en pintas castañas.

Meano: Pelos blancos en la región del prepucio.

Extremidades

Botinero: Región inferior de las extremidades provista de pelos negros, destacando sobre la pinta más clara, y que se pueden extender por encima de rodillas y corvejones.

Calcetero: La región inferior de las extremidades está provista de pelos blancos, destacando sobre pinta oscura. También se llama calzado.

Calzón: Calcetero al que la mancha blanca le sube por encima de rodillas y corvejones, extendiéndose a veces por nalgas y muslos en forma de calzas.

Coletero: Pelos de la cola blancos, sobre todo en el borlón de la cola. Antiguamente, se consideraba coleteros a los animales con mancha clara a lo largo del pecho.

Rabicano: Cuando se presentan algunos pelos blancos en la cola, a modo de canas, en el maslo.




jueves, 17 de noviembre de 2022

Arte. Esculturas de Venancio Blanco

 


                                                                                   Monumento a Belmonte en Triana.


Toro en bronce, c. 1960


Torero


martes, 15 de noviembre de 2022

El sugerente mundo taurino, artículo de Alfonso Gómez López

 

El Sugerente Mundo Taurino

Alfonso Gómez López. Abogado, articulista y escritor

Cogida del torero Curro Guillén en la plaza de toros de Ronda, en la revista La Lidia, representación de 1883

Dibujo: José María Chávez Ortiz (1839-1903)

Y, seguramente, habrá más de un insensato que se atreva a decir que los toros no hacen pupa. Pues está muy equivocado. Hasta cincuenta y cinco matadores que a mí me conste han sucumbido frente a las astas de un toro, y ¡ojo!, que me estoy refiriendo solamente a matadores; la lista se incrementaría notablemente si en ella incluyésemos a novilleros, banderilleros, picadores, monosabios, mayorales y otros empleados de plaza, aficionados y, en general, a todos aquellos que, por uno u otro motivo, se mueven cerca de los afilados pitones de una res. Con seguridad que sobrepasaríamos el millar de largo. Desde José Cándido Expósito, muerto por asta de toro en la plaza de toros de El Puerto de Santa María en 1771 hasta 1987, año en el que el colombiano Pepe Cáceres fallece como consecuencia de un percance acaecido en la plaza de toros de Bogotá, han sido cincuenta y cinco los matadores de toros que han perdido la vida directa o indirectamente como consecuencia de una cornada en plazas portuguesas, francesas, españolas o del continente americano. Aunque en honor a la verdad y para ser riguroso deberá decirse que el sevillano José de los Santos, muerto en la plaza de Valencia en 1847, se produjo él mismo la herida que le acarrearía la muerte con su propio estoque. Lo cierto es que los percances mortales se acentúan en los siglos XVIII y XIX, y la gran mayoría son por causa de infecciones tetánicas, la gangrena o heridas deficientemente curadas. Ya en el siglo XX baja considerablemente el número de toreros fallecidos por asta de toro, y desde, aproximadamente, 1945, año en el que se extiende el uso de la penicilina el torero se engancha a un seguro de vida del que antes carecía. La realidad es que los gérmenes y bacterias de todo tipo que anidan en los pitones de un morlaco producían infecciones que, en el mejor de los casos, exigían la rápida amputación del miembro herido. Cuantísimo debe la humanidad al doctor Fleming, y concretamente la deuda de los toreros con el renombrado doctor es impagable. Y al hilo de esta crónica y para terminar, unas consideraciones que, a buen seguro, harán meditar a más de un torero supersticioso. Que los hay, los hubo y los habrá. Si en el sorteo, previo a la corrida, le toca un toro cuyo nombre acabe con el sonido “ero” cruce los dedos. "Jardinero", de Máximo González, acabó con “Barragán” en 1815; "Cocinero", de Felipe Victoria, quitó de la circulación a “Punteret” en 1888; "Cantinero", de “Zalduendo”, hizo lo propio con “Pepete II” en 1898 en Fitero (Navarra); "Bellotero", de Villagodio, sesgó la vida en Oviedo en 1920 a Ernesto Pastor; "Fandanguero", de Pérez Tabernero, se llevó por delante a “Gitanillo de Triana” en Madrid (1931), suceso del que quedó vivamente impresionado un joven Ernest Hemingway, testigo de la tragedia; "Farolero", de Concha y Sierra, mandó al otro mundo a Pascual Márquez en Madrid en 1937; "Cucharero", de Alipio Pérez Tabernero, acabó con José Falcón en Barcelona en 1974; y "Burlero", de Núñez, truncó los sueños de “El Yiyo” en Colmenar en el año 1985. Como verá el lector, en acabando en “ero” ni de los “Zalduendo” o Núñez se puede uno fiar. Y qué decir de la ganadería de Miura, a ella pertenecieron "Perdigón", que acabó con “Espartero” en Madrid en 1894 o "Desertor", que mató a Domingo del Campo “Dominguín” en Barcelona en 1900. Pero si el susodicho astado además de pertenecer a la vacada de Miura su nombre termina en el fatídico “ero” -temidísimo “ero”- entonces, amigo mío, échese a temblar. Curiosidades de Toros y Toreros Espartero sabiosdeltoreo.com • 40 Vean, vean: "Jocinero" acabó con la vida del primer “Pepete”, torero cordobés muerto en Madrid en 1862; "Agujero" mandó al otro mundo a Faustino Posadas en Sanlúcar de Barrameda en 1907; "Cabañero" mató a Pedro Carreño en Écija en 1930; "Islero" fue verdugo de “Manolete” en Linares en 1947 y "Pañolero" acabó con la vida del francés “Nimeño II” en Arlés en 1991. Desgraciadamente, no han sido estos espadas los únicos que han visto sesgada su vida por las astas de un toro. Voy a hacer una breve referencia a otros que alcanzaron, en su momento, cierto reconocimiento, limitándome a citar el nombre del toro, de la ganadería, del diestro y año y lugar en el que se produjo la tragedia. "Manolete" entrando a matar Toro "Barbudo". Ganadería José J. Rodríguez. Diestro: “Pepe Hillo”. Año 1801. Madrid. Toro "Bragas". Ganadería Guadalest. Diestro: “Panchón”. Año 1842. Hinojosa del Duque. Toro "Hormigo". Ganadería Agustín Hernández. Diestro: “Bocanegra”. Año 1889. Baeza. Toro "Distinguido". Ganadería Félix Gómez. Diestro: “Corchaíto”. Año 1914. Cartagena. Toro "Bailaor". Ganadería Vda. de Ortega. Diestro ”Joselito”. Año 1920. Talavera de la Reina. Toro "Pocapena". Ganadería Duque de Veragua. Diestro: “Granero”. Año 1922. Madrid. Toro "Extremeño". Ganadería Guadalest. Diestro: Manuel Báez “El Litri”. Año 1926. Málaga. Toro "Granaíno". Ganadería Ayala. Diestro: Ignacio Sánchez Mejías. Año 1934. Manzanares. Toro "Avispado". Ganadería Sayalero y Bandrés. Diestro: “Paquirri”. Año 1984. Pozoblanco.

lunes, 14 de noviembre de 2022

En casa de Curro Romero

 


Alfonso Ussía, cuenta sobre Curro Romero: “En Espartinas, en su casa a la vera de Sevilla, fuimos a comer, Antonio Burgos, Antonio Mingote y yo. Y durante el café, Curro le retó a Mingote:

–A ver, Antonio, tú que te fijas en todo, dime en qué se diferencia mi casa de la de cualquier torero.

Y Antonio no daba con la tecla, hasta que Curro se lo soltó:

–Que no hay ni una sola cabeza disecada de un toro. Bastante he sufrido toreándolos, para tener que soportarlos en las paredes de mi casa.