Me encanta el flamenco, con sus melismas y vibratos, como en el jazz, pero con ese "duende" al que me he referido en otras ocasiones.
Vienen a la memoria las palabras con que Tía Anica la Piriñaca resumió el arte flamenco: "Cuando canto a gusto me sabe la boca a sangre".
y decía que si no notaba ese sabor a sangre era porque no había cantado bien.
ResponderEliminares un canto que mueve la sangre...
ResponderEliminarQué pasional, vida y muerte en el canto de sangre.
ResponderEliminarUna manera de manifestar todo su sentimiento .
ResponderEliminarAbrazos.
¡Toma ya que claro lo tiene Tía Anica Piriñaca! Está claro que el flamenco se vive y se siente.
ResponderEliminarBesines utópicos.-