
Siguiendo con el tema filosófico sobre qué es "verdad", que ampara a todos los embusteros y crédulos del mundo en un ambiguo término como es el de "mi verdad", quiero introducir otro elemento que es "mi verdad" o "tu verdad" versus realidad, donde es posible que se encuentre algún paralelismo con situaciones esperpénticas que se quieren justificar con el hecho de que la verdad depende de quién la defienda y que ya he comentado que, siendo algo muy cierto, no ampara todas las situaciones de mentiras evidentes. Para hacerlo traigo un fragmento del libro "La magia de la realidad":
Quizá el ejemplo más famoso de milagros recientes sea el de unas jovencitas diciendo cosas extrañas y siendo creídas es el denominado milagro de Fátima. En 1917, en Fátima, Portugal, una niña de 10 años llamada Lucía, acompañada por sus dos jóvenes primos Francisco y Jacinta, aseguró haber tenido una visión en una colina. Los niños dijeron que la colina había recibido la visita de la Virgen María. Según Lucía, la fantasmagórica María le habló y les dijo a ella y a los otros niños que seguiría volviendo el día 13 de cada mes, hasta el 13 de octubre, día en el que realizaría un milagro para demostrar que era quien decía ser. Los rumores del supuesto milagro se extendieron por todo Portugal, y en el día señalado una ingente cantidad de más de 70 000 personas se acercó para ver el milagro. El milagro, cuando llegara, tendría que ver con el sol. Los relatos sobre qué se supone que hizo exactamente el sol difieren unos de otros. Para algunos testigos pareció que «bailaba», para otros giraba como una rueda pirotécnica. El relato más dramático asegura que:
“… el sol pareció desplomarse del cielo y precipitarse sobre la aterrada multitud… Justo cuando parecía que la bola de fuego iba a caerles encima y destrozarlos, el milagro cesó, y el sol volvió a su lugar habitual en el cielo, brillando tan pacífico como siempre”.
Entonces, ¿qué creemos que ocurrió realmente? ¿Hubo realmente un milagro en Fátima? ¿Apareció realmente la fantasmagórica María? Curiosamente, era invisible para todo el mundo, salvo para los tres niños, por lo que no tenemos que tomarnos esa parte de la historia demasiado en serio. Pero se supone que el milagro del sol moviéndose lo vieron 70 000 personas, así que, ¿cómo hacemos ahora? ¿Se movió realmente el sol (o se movió la Tierra con relación a él, de manera que el sol pareció moverse)? Pensemos como Hume. Estas son tres posibilidades a tener en cuenta.
1 El sol realmente se movió por el cielo y se dirigió hacia la multitud aterrada antes de volver a su posición anterior. (O la Tierra cambió su patrón de rotación de tal forma que pareció como si el sol se hubiera movido).
2 Ni el sol ni la Tierra se movieron en realidad, y 70 000 personas simultáneamente experimentaron una alucinación.
3 No ocurrió nada en absoluto, y todo el incidente se exageró o simplemente se inventó por completo.
¿Cuál de estas posibilidades crees que es la más plausible? Las tres parecen bastante improbables. Pero seguramente la posibilidad 3 es la menos improbable con diferencia, la que menos merece el título de milagro. Para aceptar la posibilidad 3 solo tenemos que creer que alguien contó una mentira que implicaba a 70 000 personas viendo el sol moverse, y la mentira se fue repitiendo y se extendió igual que cualquier leyenda urbana que recorre Internet en la actualidad. La posibilidad 2 es menos probable. Requiere que creamos que 70 000 personas simultáneamente experimentaron una alucinación con el sol. Bastante improbable. Pero por poco probable que sea —casi milagrosa—, la posibilidad 2 es mucho menos milagrosa que la posibilidad 1.
El sol es visible durante el día en la mitad del planeta, no solo en ese pueblo de Portugal. Si realmente se hubiera movido, millones de personas en todo el hemisferio —no solo en Fátima— se habrían aterrado con esa visión. De hecho, el caso contra la posibilidad 1 es aún mayor que eso. Si el sol realmente se hubiera movido a la velocidad que aseguran —en dirección hacia la multitud— o si algo hubiera hecho cambiar la rotación de la Tierra lo suficiente como para que pareciera que el sol se había movido a esa velocidad tan colosal, habría sido el final catastrófico para todos nosotros.