En su "Memorias del subsuelo", Fiàdor Dostoievski escribió: "Todas las personas decentes mantenemos ocultas ciertas cosas en alguna parte recóndita de nuestra mente porque tenemos miedo de revelarlas incluso a nosotros mismos".
Olvidar tiene mala fama. Cuando no recordamos algo lo achacamos a nuestra mala memoria, sin embargo algunas investigaciones recientes afirman que olvidar es una actividad esencial que complementa a la de recordar, borrando lo superfluo y lo específico, nuestro sistema nervioso nos abre a lo imprevisible. En una sociedad que casi nos obliga a recordar personas y vivencias, la ciencia y la filosofía defienden el aspecto creativo y liberador del olvido.
La verdad es que el olvido, además, cura muchas heridas de la vida. Es fácil entender que olvidar alivia la tristeza de la pérdida de un ser querido. También nos ayuda a perdonar los agravios y a recuperar el entusiasmo después de sufrir alguna calamidad. Distanciarse de un ayer penoso facilita el restablecimiento de la paz interior, y anima a "pasar página" y abrirse de nuevo al mundo. Para las personas marcadas por fracasos o infortunios inolvidables, el desafío es explicarlos y entenderlos desde una perspectiva más lejana, menos personal, más amplia. Por ejemplo, aceptar que el sufrimiento y la humillación son elementos inevitables de la vida.
Que filosófico , pero vamos más a la práctica. Olvidar si algo en verdad te ha hecho daño nunca se olvida, lo mejor es pasar página y seguir viviendo con ello. No todo en la vida es tristeza pero tampoco alegrías es una composición de ambas cosas, sin duda alguna hay personas que por su caracter o capacidad son propensas a dejar de lado las cosas negativas, y otras se regodea en ellas. En mi humilde parece. Un fuerte abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu humilde parecer. Eso mismo dice la última frase: aceptar que el sufrimiento y la humillación son elementos inevitables de la vida.
EliminarMuchas gracias, un abrazo.Feliz semana.
Es imposible recordarlo todo en todo momento, no tiene sentido, ni tampoco utilidad.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Desde luego, pero se insiste en ello como si la memoria fuera algo sobrenatural.
EliminarSaludos.
El olvido forma parte de nuestro sistema inmunitario. Olvidar nos ayuda a distanciarnos de los males del pasado.
ResponderEliminarun abrazo
Francesc Cornadó
Me alegra conocer tu opinión.
EliminarUn abrazo.
Dicen que el tiempo todo lo cura, y el olvido emparejado con él es sumamente importante para superar ciertos malos tragos que la vida nos da. Estoy completamente de acuerdo con tu texto. Además estamos preparados para olvidar lo que nos hace sufrir y recordar aquellos momentos que han sido buenos y agradables. Los psicólogos lo llaman "memoria selectiva".
ResponderEliminarFeliz lunes. Un abrazo
Exactamente. Nada que añadir.
EliminarAbrazo.
Olvidar es sano, deja espacio para nuevos datos y vivencias que al ser más recientes pueden aportar soluciones a problemas del día a día. Como bien dices el olvido también facilita dejar de lado las penas y agravios para vivir en el presente con la mirada puesta en el futuro. Ya decían los sabios que “con aguas pasadas no muele el molino”. Ser un Diógenes de la memoria es lo peor del mundo para nuestra salud mental y emocional. Besos
ResponderEliminarAsí me lo parece también.
EliminarBesos.
Hola Pitt Tristán. Muy bueno el texto. Yo creo que todo lo que nos hace daño no se olvida del todo. Tratas de enviarlo a la parte oscura de cerebro, cierras la puerta, para que pare el daño. Pero con el tiempo, cuando se ha madurado, intentas recuperar cosas del pasados, vuelven a la memoria, solo que el tiempo fue quitando maldad y suavizando las cosas. Pero sólo se olvida de momento hasta que queremos volver a desempolvar el baúl de los recuerdos. Es mi opinión, que no quiere decir que esté en lo cierto. Si no hiciéramos esto, el daño sería irreparable y la depresión sería nuestra compañera por toda la vida.
ResponderEliminarHola, Isa, muchas gracias. Si no se olvida del todo por lo menos sea bienaventurada la parte del olvido.
EliminarSaludos.
Hola Pitt, como persona formada en Filosofia debo confesar que tengo memoria selectiva, solo recuerdo lo importante, lo que me interpela, lo demas hay que resetearlo para que no ocupe lugar, cuando lo digo por algo lo digo ;)
ResponderEliminarCuando lo dices... que no das puntada sin hilo.
EliminarAbrazo.
Creo que el olvido va de la mano de la perspectiva que dan los años o la madurez.
ResponderEliminarEn el pasado muchas vivencias me generaron bastante malestar, hoy después que los años disminuyeran la intensidad emocional del recuerdo no le veo la importancia o la gravedad de lo ocurrido.
No sé Sr. Pitt los años me están convirtiendo en minimalista emocional y eso va de la mano con mi olvido selectivo.
Un beso
Me parece un significativo avance.
EliminarEnhorabuena.
Un beso.
Muy buena reflexión. El olvido que tamiza el dolor es imprescindible para poder seguir viviendo y va de la mano del paso del tiempo.
ResponderEliminarLuego hay otro olvido que borra la vida pasada, que va borrando a uno mismo. Ése es tremendo. Te desdibuja, desaparecen los seres queridos y todo se llena de niebla.
Me ha gustado mucho leerte.
Como silencios, también hay varias clases de olvido, sí.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Todos necesitamos olvidar algo en un momento dado, o al menos, suavizarlo. Y como siempre, los claroscuros, el dia y la noche, el bien y el mal, olvidar y recordar... Se necesitan los antagónicos.
ResponderEliminarBesos :)
Así es. Quería reivindicar el olvido frente a la sobrevalorada memoria.
EliminarBesos.
Interesante lo que nos pones, yo olvido con mucha facilidad, lo malo especialmente. Es una peculiaridad que me viene por vía paterna, le pasa lo mismo a mi padre y mi madre que a la pobre no se le olvida nada, sufrimientos incluidos, siempre dice que vaya suerte tenemos, quien pudiera, textual. Un abrazo Pitt.
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