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miércoles, 19 de noviembre de 2025

Pensar y vivir

 


 Quien camina lentamente con las manos detrás de la espalda suele encontrarse en un estado de introspección, creando un espacio interior para pensar, ordenar ideas o procesar emociones.

 No sorprende, por tanto, que haya sido observado en figura históricas asociadas al pensamiento, la docencia o la contemplación. Es un lenguaje no verbal que transmite serenidad, pausa y una predisposición a la reflexión.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Con las manos atrás, parece que se ensancha el pecho, la caja torácica parece que tenga más capacidad para albergar las ideas. Del diafragma hasta el cerebro pasando por el corazón. Seguramente este es el recorrido de las reflexiones. Creo que Kant y Beethoven lo hacían así, dos perfectos Wanderer, que tanto admiro.
    Abrazos.

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