La orfandad y el desarraigo que sufre el hombre contemporáneo recuerda aquella escena que Leibniz describe al hablar de un viajero que, tras una larga y fatigosa travesía marítima, se asoma a la cubierta del barco con la esperanza de arribar puerto y descubre desolado que se encuentra en medio de alta mar y bajo un cielo cubierto de pesados nubarrones.
Buenos días Pitt.
ResponderEliminarSiempre se podrán construir mejores barcos para que las tormentas y la olas no hundan la moral de los tripulantes.
Esperemos que algún día haya sentido común en los que los controlan.
Espero que te guste mi última publicación." El Misántropo: Un Mundo Normal". Saludos.
Más puede hacer el que tripula que el mismo barco, o evitar el desastre.
EliminarMe ha gustado tu artículo y desde aquí recomiendo su lectura en tu blog.
Saludos.
Sé lo que es esa tristeza, es dura a pesar de que sabes que la tierra llegará. Biquiños!
ResponderEliminarEs el desencanto de no estar dónde supones después de tanto cansancio...
EliminarBiquiños.
O a Mafalda cuando dice: que paren el mundo que me quiero bajar...
ResponderEliminarEs cierto, estamos en alta mar... qué mareo, aunque la imagen sea preciosa. Besito de buena noche
Sí, eso dice Mafalda, pero la realidad es que vamos a 250 kilómetros por segundo y en este mundo no tiene nadie un domicilio fijo...
EliminarTú si que eres preciosa.
Besito.
Bien traída la escena y te has quedado corto.
ResponderEliminarCada vez nos entendemos mejor. Excepto en lo del té.
Eliminarbuf.. es tan raro estar en un sitio pensando que estás en otro...
ResponderEliminarE incómodo.
EliminarEstar perdido sabiendo donde estás. No es lo mimo que sabiendo donde estás y estar perdido. La foto me salva de la tristeza.
ResponderEliminarAceptación. La tristeza es un estado pasajero, como la felicidad.
EliminarNada es seguro ni eterno, no es fácil.
ResponderEliminarBesos con sol y tierra firme!
No hay nada como la tierra firme.
EliminarCuando es firme.
Besos.
No sé si exista... no la conozco, por eso la deseo.
EliminarBuenas noches
ResponderEliminarCreo que vas a la deriva.
Como el barquito ,aunque debe ser agradable dejarse mecer por las olas.Y olvidarse de todo por un instante.
te adoro
Quiero olvidarme de todo
Eliminarcaminar sin mirar
junto a todo el mundo
y nadie me pueda tocar
llegar a mi lugar
solo en mi lugar
Gracias de un misántropo a la deriva.
Leibniz.. un grande; la de cosas que me ha tocado (estudiar) y aprender de él!
ResponderEliminardepende del momento/persona, estar envuelta por el alto mar creará desolación o tranquilidad y paz absoluta...; a mi no me parece tan mala idea ;)
ten un lindo día, un abrazote!
No es tan mala idea, sólo el pensar que ya ha acabado algo y ser consciente que todavía estás a mitad de camino, y con nubarrones (no es una autobiografía, más bien es la sociedad).
EliminarAbrazote.
Oh, la decepción, ese sentimiento. Porque a veces cansa tener ilusión, es agotador.
ResponderEliminarPor cierto, qué imagen tan intranquilizadora.
Ahora lo has resumido.
EliminarSí a todo lo que dices.
Los azares de la vida nos llevan a sentir en proporciones bien distintas la felicidad y la fatalidad. La primera es efímera y la mayoría de las veces pasa desapercibida hasta que llega la fatalidad...
ResponderEliminarEs ahí cuando el ser que hayamos forjado sale o no a flote e incluso puede dejarse ir a la deriva...
Todo muere en el instante cruel de la verdad que el "destino" parecía tenernos reservado y sólo en nosotros está aferrarnos al salvavidas de la esperanza o asumir la desesperanza como último barco hacia el hundimiento.
Hala, ya me voy, que me pongo triste y eso.
Besos.
¡Hala!, te invito a un vermú.
EliminarCon tapa.
Besos (de tapa)
Buen artículo pitt. La foto me trasmite mucha soledad e incertidumbre.
ResponderEliminarGracias Judd, tiene que ser una de cal y otra de arena.
EliminarQUé angustia de sensación... lo único que queda pensar es que se sigue navegando y se pasará...
ResponderEliminarBesos
Sigamos navegando...
EliminarQué remedio, ¿verdad?
Besos.
Hola Pitt, suele pasar lo que nos cuentas, estar rodeado de multitud de gentes y sentirse totalmente solos como le ocurre al protagonista de tu relato, muy a las malas se mete en el camarote y todo listo:)
ResponderEliminarBesos.