La muerte de un torero

Por favor, lee esto, es duro, pero creo que te va a interesar (parece que ha sido publicado en su facebook por un tal Vicent Belenguer):

"Muere un tal Víctor Barrio de profesión asesino de toros en Teruel (en su casa lo conocerían a la hora de la siesta) yo que soy un ciudadano muy "educado" hasta el punto de ser maestro me alegro mucho de su muerte, lo único que lamento es que de la misma cornada no hayan muerto los hijos de puta que lo engendraron y toda su parentela, esto que digo lo ratifico en cualquier lugar o juicio. Hoy es un día alegre para la humanidad. BAILAREMOS SOBRE TU TUMBA Y NOS MEAREMOS EN LAS CORONAS DE FLORES QUE TE PONGAN ¡¡CABRÓN!!".

Te pido disculpas por hacerte leer estas palabras tan desagradables. De esta forma se expresó una persona dedicada a la enseñanza, un maestro, sobre la muerte de Víctor Barrio, el torero que falleció de una cornada en la plaza de toros de Teruel. Yo no salgo de mi asombro e imagino que tú tampoco.

Deseo que sufra el peso de la ley, el rechazo social de cualquiera con un mínimo de sentimientos y, de ser cierto que ejerce de maestro, sea retirado de su docencia. También deseo e imagino que, dada su calidad de persona así será, el día que le llegue su hora nadie se mee sobre las coronas de flores porque nadie le habrá puesto coronas de flores.

Desde aquí mi repulsa y odio hacia estos "defensores de los animales" que han vertido este y otros comentarios por el estilo, algo que venimos sufriendo sin respuesta alguna durante muchos años, así como a todos aquellos que parecen mirar hacia otra parte cuando siguen las amenazas, insultos y vejaciones a todos los profesionales, aficionados y espectadores de eventos taurinos en aras de una LIBERTAD que, si fuera por ellos, no podríamos ejercer.
Ya nos advertía Goethe: "La maldad no necesita razones, le basta con un pretexto". Y esa gente, y los que les amparan con su silencio, son mala gente. A las pruebas me remito.