Fernando Quiñones gana en 1960 el Premio Literario del diario
La Nación de Buenos Aires con "Siete historias de toros y de
hombres". Jorge Luis Borges, miembro del jurado, sentenció:
Nada sabíamos del hombre
que velaba el seudónimo; el ambiente, la entonación y cierto desenfado en el
manejo de las palabras dejaban entrever un español y aun un andaluz. Dos temas
—el vino y la tauromaquia— prevalecían en los textos; ambos tendían a alejarnos
de ellos. Como Quevedo éramos partidarios del toro no de los toreros... Todos
sentimos sin embargo, que los temas son símbolos y adjetivos. El único tema es
el hombre... Y en los cuentos de Fernando Quiñones estaba el hombre, su índole
y su destino. Los premiamos con unánime acuerdo, porque advertimos en la obra de
Quiñones a un gran escritor de la literatura hispánica de nuestro tiempo, o,
simplemente de la literatura.
El poeta Fernando Quiñones fue un gran aficionado de los toros que acabó desertando de los cosos. Contaba él mismo que acudió con su hijo de corta edad a Las Ventas. Los borbotones de sangre echaron a ambos de la plaza. Jamás volvieron a pisar un tendido. Pero nunca se ha escuchado de Fernando Quiñones maldición alguna hacia la lidia. Siempre silencio, que es veredicto taurino.
Como debe de ser.
ResponderEliminarHay quien mira a los demás desde la perspectiva de un túnel de metro, y por no estar de acuerdo con sus gustos, lo maldice.
Bien por Quiñones.
Salut
Todo un poeta, y un hombre libre.
EliminarSalut.