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miércoles, 29 de mayo de 2013
Historias del señor Keuner. Bertolt Brech.
Muchos conoceréis la obra pero los más agraciados serán aquellos que la descubran por primera vez. Allá va un fragmento.
"El señor K. contemplaba un día una pintura que representaba ciertos objetos bastante caprichosamente.
- A algunos pintores -dijo- les ocurre lo mismo que a muchos filósofos cuando contemplan el mundo. Tanto se preocupan por la forma que se olvidan de la sustancia. En cierta ocasión, un jardinero con el que trabajaba me dio una podadora con el encargo de que recortase un arbusto de laurel. El arbusto estaba plantado en un macetón y se empleaba en las fiestas como elemento decorativo. Había que darle forma esférica. Comencé por podar las ramas más largas, mas por mucho que me esforzaba en darle la forma apetecida, no conseguía si siquiera aproximarme. Una vez me excedía en los cortes por un lado; otra vez, por el lado opuesto. Cuando por fin obtuve una esfera, resultó demasiado pequeña. El jardinero me comentó decepcionado: "Muy bien, la esfera ya la veo, pero ¿dónde está el laurel?".
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He resultado agraciada con... ¿?
ResponderEliminarMuchas veces los árboles no dejan ver el bosque y la gente no deja ver a las personas.
Me ha encantado y me hubiera gustado responder para estar a la altura, pero no doy mas de si.
Abrazos
Con el descubrimiento de la obra.
ResponderEliminarTampoco doy más de mí.
Abrazos.
No conocía la obra pero has hecho que me interese por ella. La pongo en la lista.
ResponderEliminarMe alegro. Se puede leer en pequeñas dosis, para tenerlo por ahí y leer y releer.
EliminarLo que más me gustó de este medio fueron sus principios. Recuerdo cuando te permitía entrar en vidas ajenas. Cuando te sentías obligada o no a creer lo que te contaban y te ayudaba a hablar de ti a desconocidos (todo lo que eras incapaz de contar a tus mejores amigos). Entonces sólo existía el laurel, el manzano, el limonero...y algún que otro alcornoque ¡Todavía no había llegado el señor K. con sus tijeras! Eran buenos tiempos.
ResponderEliminarUn beso
Veo que te gustaban más aquellos que esto que lees ahora. No me extraña porque, sin ir más lejos, yo mismo pertenezco al género de los alcornoques.
Eliminar:P
Un beso.
Precisamente por eso te visito, aún no llegaron a tu espacio las tijeras del señor K. La bola no me impide verte. Besotes
Eliminar!Hola,pitt!
ResponderEliminarNo conocia a este autor pero he ido a investigar jajajaja.Tiene unas frases tremendas.
Da rabia q el hombre en si mismo este en desventaja ante lo q le rodea,q le vean sin ser visto.
Gracias pitt por descubrirme autores de los q, casi seguro sacare muy buenas reflexiones.Me ha encantado.
Te quedo muy agradecida por tus amables palabras, y tu visita a mi humilde espacio.
Muchisimos besitos,pitt.
Aquí el humilde no sólo es el espacio sino, sobre todo, el autor, un chiflado.
EliminarTe gustará (Bretch, no el autor).
Besos, dulce Lady Celeste.
Nos preocupan más las formas que los fondos, vemos la superficie pero no llegamos al fondo, nos preocupan más las modales que los modos...
ResponderEliminarVivir como de puntillas o pisar fuerte.
Saludos, Pitt.
Buscamos, y buscamos, y buscamos la bola y olvidamos el laurel.
EliminarUn abrazo.
La esencia, el fondo, los posos que deben quedar; sin ello, no hay más que un vacío decepcionante.
ResponderEliminarGracias y beso.
Así debería ser. Parece todo tan vacío que tendremos que buscar una explicación.
EliminarGracias a ti. Besos.
Nunca debería ser la forma más importante que lo que contiene. :)
ResponderEliminarTanto tiempo perdido en las formas...
EliminarYo soy una agraciada porque no la conocía tampoco. Gracias por hacerme que la descubra.
ResponderEliminarBesoss
Me alegro de aportar algo a una lectora y comentarista tan amable.
EliminarBesos.
Jajajaja, me ha recordado el chiste del escultor.
ResponderEliminarSaque un San José....
Eliminar...si está aquí dentro saldrá, saldrá.
Jajajajajaja.