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lunes, 27 de mayo de 2013
Samuel Beckett
Como ando algo enfebrecido por los acontecimientos hablaremos hoy de alguien más serio y más interesante para los lectores. Figura clave del teatro del absurdo, Samuel Beckett es uno de los más destacados representantes del experimentalismo del siglo XX. Lee mucha filosofía, desde los presocráticos hasta Shopenhauer. Sobre Shopenhauer escribe: "Un placer... Encontrar un filósofo al que se puede leer como a un poeta, con una indiferencia total por las formas apriorísticas de verificación".
(Ilustración de Carlos Cardona)
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!!Hola,pitt!
ResponderEliminarNo sabia nada de el.¿Pero que quiere decir con lo de las formas apriorísticas de verificación,que descarta el razonamiento estricto en su filosofía o algo asi? voy a investigar y leer,me come la curiosidad jajajaja.
Muchisimos besitos,pitt.La imagen esta genial.
Las teorías no se pueden construir solo de datos, pero tampoco se puede construir solo con datos. Las teorías generales no se pueden someter a una verificación definitiva y concluyente por medio de datos, aun que una referencia es parte vital de toda verificación de una teoría.
EliminarLa parte no empírica de la ciencia es el elemento apriorístico; este elemento depende de las tradiciones y no de las observaciones. La ciencia de prototipo de racionalidad y modernidad, pareciera opuesta a la realidad.
No soy Beckett ni Shopenhauer, pero creo que se refiere a que esas teorías generales no son, en muchas ocaciones, susceptibles de tener una verificación experimental.
Ya dije en una reciente entrada que en la Filosofía prima la forma interrogativa, el problema sobre la solución. lo paradógico sobre lo didáctico. No sé si aclara, brevemente, la etrada de hoy.
Besos.
El mismo placer que leer a un bloguero filósofo y poeta.
ResponderEliminarEsa comparación del placer es el halago más exagerado de cuantos he leído en mi vida. Jajajajaja.
EliminarTu aprecio a este humilde bloguero sólo se puede comparar con mi agradecimiento de que leas y comentes cada vez que aparece un texto.
Gracias, muchas gracias.
Creo que está leyendo a Schopenhauer, tus últimas entradas reflejan tristeza, no esperas nada, o muy poco. Busca bien porque su pensamiento es original y también tiene sentido del humor. "Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué” Abrazos
ResponderEliminarEs posible que esperarlo todo sea lo más cercano a no esperar nada, como dices que me ocurre. A veces ve mejor alguien de fuera a uno mismo.
EliminarAbrazos.
Pues alguno podría usar esas palabras como algo negativo, los más pedantes. Aunque ya decía Borges que decir siempre la verdad es precisamente de eso, de pedantes.
ResponderEliminarSchopenhauer es uno de mis filósofos de cabecera junto a Montaigne, Thoreau y los epicureos o los hedonistas(no tienen nada que ver los unos con los otros pero yo cojo de la filosofía lo que me gusta como en el supermercado). De Schopenhauer puedo decir que me sentí libre para sacar filosofía de cualquier detalle y citar incluso conversaciones, diálogos de cómic y cualquier material a mi alcance. Para este filósofo había un buen pensamiento incluso en las revistas más banales de su época o en el encuentro entre dos amigos que charlaban bajo su ventana. También es cierto que sólo él sabía sacarles adecuadamente el jugo. Y otra cosa que me gusta de él es que tenía una capacidad para la ironía poco vista en los filósofos anteriores al siglo veinte. Y sí, Beckett acierta porque se le puede leer como un poeta o... un novelista.
El mismo Schopenhauer, declarado opositor de las filosofías académicas e influido y admirador de Kant y Spinoza, decía que el origen de la pedantería es la falta de confianza en el propio criterio.
EliminarEn cuanto a su vista para la ironía, era tal, que no creo que nadie deseara tenerlo como vecino. Razón añadida para que me guste.
Siempre agradecido por tus comentarios, gran S.