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jueves, 26 de julio de 2018
Relatos jueveros: La soledad del enfermo mental
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Sabía que este tema era realtivamente controvertido para un relato, por eso quiero introducir estas reflexiones.
En el mundo antiguo la única enfermedad mental era la locura, y con ella se catalogaba a cualquier infeliz lo suficientemente atípico como para que sus vecinos quisieran encerrarlo. Los estragos psicológicos que causaban las calamidades y miserias se consideraban padecimientos del espíritu, y la ciencia nada ofrecía para solucionarlos. Tardamos mucho en darnos cuenta de la utilidad de clasificar muchos de nuestros comportamientos como patológicos.
Dicen que vivimos en el siglo de la enfermedad mental, pero más bien vivimos en el siglo de su explotación masiva. Hemos descubierto que nos vienen bien, que nos son útiles más allá de su función curativa. El diagnóstico de tu salud mental puede decidir si vas a la cárcel o no por cometer un crimen; si te mereces una baja laboral, una indemnización, la custodia de tus hijos, cambiar tus últimas voluntades, un puesto de responsabilidad o una educación especial. El Sistema las asume como criterio determinante para decidir sobre tu destino.
Últimamente observo en estos "relatos jueveros" una tendencia hacia el ensayo, el artículo periodístico y el didactismo, todo esto está muy bien pero en mi caso prefiero hacerlo desde la perpectiva de la ficción litararia, así pues muchas veces el contenido no tiene que ver con la realidad, o supuesta realidad, del tema propuesto. Es ficción y como tal se debe de tomar.
Esto ocurre en el tema de hoy. Ni tengo conocimientos médicos, si psiquiátricos para saber ni de lejos que siente un paciente afectado por una enfermedad mental que, además, son de tan variada tipología que sería imposible hacerlo de manera genérica, si acaso, en mi relato se puede mostrar el sentir -siempre desde la ficción literaria, repito- de mi enfermedad mental: la misantropía.
Esto pequeño de aquí abajo es el relato en sí:
Ahí dentro.
Abandonar la complicidad con los demás. No ser un rico ni un pobre, un hombre, una mujer, un ciudadano de tal ciudad, un pasajero de tal barco, un colega, un hermano.
Busco un lugar, un recoveco donde poder guardar promesas, donde posar la ilusión de las miradas perdidas y los fracasos de las noches interminables.
Tantos años de luna. Ruinas de sueños antiguos. Un corazón de vida en un paisaje de naturaleza muerta.
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Eso es la dsolación del ser humano. Pero los locos, muchos de ellos, los profundos, tienen menos aun...no tienen nada...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Gracias, Buscador. Esto es sólo una ficción, soy incapaz de imaginar el sentir que comentas.
EliminarUn abrazo.
En el enfermo mental se ha roto el motor de la razón, de la realidad y de la adaptación. Creo que la soledad de estas personas es inmensa, viviendo en las burbujas fabricadas por su mente
ResponderEliminarUn abrazo
Quien sabe lo que pasa poor su cabeza. Esto es un relato de ficción.
EliminarUn abrazo.
Pitt, supongo que esta acepción de locura es una de las tantas posibles.
ResponderEliminarImagino que consideras que dentro de los que sufren enfermedades mentales no existe en su totalitarismo el vacío que describes.
Personalmente he conocido y conozco todo lo contrario, personas con una dicha interior que contagia al cuerdo; y viceversa... cuerdos totalmente vacíos por dentro.
Un beso
Sabía que iba a ocurrir esto que planteas pero no quise hacer una introducción treinta veces más larga que el relato pero al final he tenido que explicarme.
EliminarDentro de las enfermedades mentales se incluyen un montón de transtornos de la mente que un altísimo porcentaje de la población sufre o sufrirá a lo largo de su vida. No obstante, mis relatos no pretenden ilustrar -el blog en general no lo pretende-, ni enseñar nada, en el caso de los relatos jueveros lo mío es verlo desde la perspectiva literaria, sin más, amateur para más señas.
Un beso.
Está bien si uno busca esa soledad, sino es una verdadera amargura incomprensión y depresió y salen palabras como las que tú has puesto.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un poco la historia de tantos y tantos locos, unos a tiempo parcial, otros durante gran parte de su vida y otros sin diagnosticar.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Creo que no hay mayor locura que la de no comprenderse uno así mismo o la de sentirse vacío o perdido.
ResponderEliminarEso percibo en tus letras que, por cierto, suenan a poesía. Te lo aseguro.
Besos.
Aciertas en que es un texto ambiguo que bien vale para ese trastotno mental de la misantropía como para una desolada existencia sin más.
EliminarGracias por tu amable observación, no podemos olvidar la prosa poética; la poesía no se trata de agrupar palabras que no concluyan una línea y que no posean rima, jajajaja.
Besos.
Buenas Pitt, nos has dejado un buen relato y sobre todo muy real , sin meterte en un diagnóstico de la enfermedad ( que no era el caso) has dejado tu criterio que en este caso comulgo con él ..
ResponderEliminarSobre tus últimas frases si eres feliz y te siente bien contigo mismo es lo principal pq ello hará quien te rodeo tan bien le transmitas esa serenidad .
Un abrazo y feliz resto de tarde.
Gracias, Campirela. No creas que es fácil sentirse bien consigo mismo, excepto que seas muy benévolo, jajajajaja.
EliminarUn abrazo.
Quién sabe...
ResponderEliminarY tanto. Sólo sé que no sé nada.
Eliminarjejeje así es...
Eliminarinsondales misterios!
Ójala la vida nos bastara para ser felices.
EliminarPor más nombres que se pongan, por más clasificaciones, el dolor esta en esa soledad no deseada, en ese etiquetamiento que puede influir incluso en la posibilidad de mantener a tus hijos contigo. Hoy he quedado gratamente sorprendida al pedir informacion para el tratamiento de depresion de un familiar muy cercano, yo esplicaba todos "los etiquetamientos" y su respuesta ha sido (trabajan con terapia Gestald) que ellos no partian de nombres ni diagnosticos sino de lo que pretendia la persona, hablaban de un enfoque personal que siempre sera diferente en cada caso. Yo si se del dolor que produce una enfermedad mental, tengo muy cerca a personas a las que quiero que las padecen, se de ese bucle de sufrimiento y el que me lleguen a decir que antes preferirian tener cancer (porque de este se sabe más o menos su evolucion y en la enfermedad mental no hay pronostico al que cogerse) bueno no quiero alargarme creo que tu aportacion es muy enriquecedora, gracias por participar, besos
ResponderEliminarQuerida Molí, siento cuando os pasa con personas cercanas pero mi enfoque no es sanitario, ya lo he explicado, así que poca aportación ha sido la mía.
EliminarComprendo eso de "preferir" una enfermedad de la que se conozcan diagnósticos más precisos y tratamientos más exitosos pero para el que tiene un mal tampoco eso es un consuelo, el único dolor que es más soportable es... el dolor ajeno.
Besos.
Muy buenas consideraciones las del inicio y un texto muy reflexivo y profundo el del final. También yo prefiero escribir ficciones en nuestros encuentros jueveros. Un abrazo
ResponderEliminarEstamos de acuerdo Neo, muchas gracis por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Hay muchas enfermedades mentales, no es solo locura.
ResponderEliminarLa depresión se cataloga en ellas.
Tu relato es breve pero dice mucho.
Vivir con un perenne horizonte oscuro y resbalar al pozo. También es eso.
Besos, Pitt.