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jueves, 6 de septiembre de 2018
Relato juevero: Con el pie izquierdo
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La maldición de la bruja
Decididamente me levanté con el pie izquierdo.
Aquel día de San Juan en particular amaneció trémulo y efermizo, envuelto en una densa niebla de llovizna. Los fantasmas de las casas, los árboles y los establos flotaban suspendidos en la frágil luz grisácea, como si quisieran desvanecerse al cantar el gallo. Pero el gallo no cantó. No reconoció el alba. Los pájaros siguieron en silencio. En la cuadra me mordió aquella maligna yegua que respondía al nombre de Janto, como el caballo inmortal de Aquiles, sin embargo, por temperamento, se parecía más al infame animal del mismo nombre, el caballo devorador de hombres del rey Diomedes. Tenía el desagradable hábito de morder, sin más motivo que por propia diversión.
Más tarde, en la taberna, también me perseguía la mala suerte de haberme levantado con el pie izquierdo, pues no conseguí vender ninguno de los hábitos de monje usados, que se utilizaban para vestir a los cadáveres de los ricos para engañar al diablo, y que eran el producto de mi mercadeo.
Y, allí mismo, en aquel nefasto día de pie izquierdo, decidimos enterrar viva con una mordaza de hierro a la bruja que tenía asolada la comarca. El hierro compensará cualquier maldición que lance. Lo anula todo, el hierro. Es una de las cosas más potentes que hay contra el mal, aparte de la hostia y el agua bendita, pero no teníamos algo así.
Todavía tengo miedo de aquel día, todavía pienso en que alguna maldición me persigue y que me dará alcance en cualquier momento. Las sombras no tienen sustancia y, no obstante, siempre son más grandes que nosotros.
Aquel día me levanté con el pie izquierdo.
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Bueno espero que ya no te persiga más esa bruja malvada ..
ResponderEliminarUn buen texto que nos deja claro que no siempre el levantarse con el pie izquierdo trae mala suerte sino las sombras que tenemos alrededor ..
Feliz noche .
Una yegua que muerde ... bien :)
ResponderEliminarHay una película que vi a medias, quizás más bien no más allá del inicio "La Bruja", es fuerte, como el detalle de enterrarla viva en tu relato, creo que más que tú, ella es la que levantó el vuelo por el lado izquierdo :)
Gracias, Tristán, muchos besos
Que me enredo sola e imagino que llegarás por el frente :)
EliminarIgual, más besos
Muy buen relato Pitt , yo no creo que ninguna bruja te haya maldecido .
ResponderEliminarAhora que el boca de la llegas solera mucho , no ? Besos y cuidado con la hora bruja .
Besos de flor .
Quise poner bocao y llegua ....ains que rabia .
ResponderEliminarLa barbarie atada a la.ignorancia, al miedo y a la superstición. Muy buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarMagnífico relato. Tiempos de Inquisición, oscuridad y demonios. Muy buen desarrollo de un día nefasto en primera persona
ResponderEliminarUn abrazo
Más temo yo a esas sombras que se solapan en un lugar recóndito del alma, que a levantarse con el pie izquierdo.
ResponderEliminarAunque no lo parezca, uno de mis géneros favoritos.
Buen relato, Pitt.
Saludos, y feliz finde.
ahora sí que se merecen una maldición de esa bruja, que tiene razones para vengarse con todo.
ResponderEliminarBien contado.
Me encanta porque es muy bonito y misterioso de imaginar, esa luz grisácea...Y los toques mitológicos.
ResponderEliminarEs un relato muy, muy bueno, como todo lo que escribes.
La imagen... es de pánico, eh?Qué salvajada enterrar a la bruja viva, te va a perseguir siempre, seguro.
Me ha gustado mucho.
Montón de besos.
Mira que enterrar a la bruja viva....tiempos de oscurantismo y de penumbras donde hasta lo más atroz era posible. Muy bueno, besos.
ResponderEliminar¿Una mordaza de hierro?, pero eso es sanguinario y ¿viva?, es para que no vuelvas a dormir por el resto de tus días y noches.
ResponderEliminarEs muy bueno tu relato, saludos
¡No te imaginas cuánto he disfrutado este texto!
ResponderEliminarEl tema de los hábitos me ha dejado así pensativa. Ese detalle se me había escapado pero lo de la bruja...
Si lo paras a pensar, ¿seguro que te levantaste con el pie izquierdo? Creo que al final el día no resultó tan negativo.
Un beso.
Un ambiente que bien podría ser en la edad media...época de oscuridad y creencias...un pueblo marcado por el acoso de una bruja y hasta de un caballo burlón que por juguetón le daba por creerse perro...ricos vestidos de monjes para no ir al infierno...toda una historia....besos
ResponderEliminarHola Pitt,
ResponderEliminarQue relato tan contundente, ambientado con todas esas circunstancias de pánico, y de terror al enterrar a esa nefasta bruja, que espero no pueda hechar mas maldiciones. Que original trabajo, mira nada más que trabajo más peculiar, vender hábitos de monje usados, que pasada!
Abrazo
Muchas gracias por vuestros comentarios que, a fuer de ser tan amables, leo complacido.
ResponderEliminarMuchas gracias.
No hay ni una línea que augure un buen destino, por lo que temo que esas sombras crecerán aún más y afirmarán que levantarse con el pie izquierdo no es nada bueno
ResponderEliminarAbrazo Pitt
Lo que está claro es que ese día te levantaste con el pie izquierdo, mejor sería que te quedases en la cama.
ResponderEliminarBuen relato cargado de pánico y terror. Esa bruja mejor no encontrarla en el camino.
Un abrazo Pitt.
Puri
Las sombras siempre son más largas que nosotros.
ResponderEliminarLo que más me ha gustado del relato es la venta de hábitos.
Besos, Pitt.