Europa era una princesa fenicia de la que Zeus se enamoró. Para raptarla, el rey de los dioses se transformó en un toro blanco sobre cuya grupa Europa llegó hasta Creta y dio inicio a la que hoy llamamos nuestra civilización.
Actualmente nos serían muy útiles aquellos tres regalos con los que Zeus obsequió a su amante: Talos (un autómata de bronce) para ponerlo al frente de las negociaciones comerciales; y Lélape (un perro que nunca soltaba a su presa) y la jabalina que nunca erraba, ambos para defendernos de Putin y Trump.
Es una época donde estaría bien algún deux ex machina.
ResponderEliminarPor la visión que Tiziano muestra en su pintura, la princesa Europa estaba bien dispuesta al rapto.
Saludos.
Que pena que solo funcione en la ficción y para salir de una situación que los guionistas no saben resolver, jajajajaja.
EliminarEn cuanto a Europa, una vez perdido el temor al toro blanco se recostó sobre su lomo, así lo cuenta la mitología, al fin y al cabo Zeus era muy convincente.
Saludos.