He dibujado a un niño que me habla desde el papel. El niño no tiene nada, me ha pedido que le dibuje una casa, unos padres, una corona de príncipe y un donut de chocolate. Mi madre siempre me decía que un niño podría vivir sin donuts, pero yo no lo creo. ¡El niño es igual que yo!
A mi antes, de niña, me gustaban los donuts de chocolate, ahora, de menos niña, me gustan más los de azúcar. Creo que es un síntoma preocupante.
ResponderEliminarTú sigues siendo un niño adorable.
Mmm, y además ahora hay muchas más clases, los hay rosas y blancos y rellenitos...
ResponderEliminarSaquemos a nuestros niños interiores y devoremos esos donuts!!!
Besos.
Como se nota que no teneis una cuñada que trabaje en la donuts, si no os ibais a ¡¡comer uno por las narices!! creedme, hay cosas que es mejor no saberlas.
ResponderEliminarun saludo
Hay ciertas necesidades que son comunes a todos y que no todos tienen la suerte de poder satisfacer.
ResponderEliminarOtras en cambio son producto de la sociedad.
¿En qué año inventaron los donuts?
Un beso Pitt
los padres dicen demasiadas cosas!
ResponderEliminarjoder hace cuanto que no me como un donut... dibújame también uno a mi anda!
El chocolate es una delicia, lástima que caiga muy pesado. Abrazos.
ResponderEliminar