Yo te estoy mirando. Te contemplo. Echada ahí sobre la cama de cuyo borde pende dulcemente tu pie mientras que la otra pierna se arquea en una curva suave hasta ocultarme casi los leves rizos de tu vientre: y acaricio con la vista tu pecho, tu garganta, la boca entreabierta , la mata de pelo que se derrama por la almohada. Toda esa hermosura que a veces sabe encenderse entre mis brazos hasta consumirme en sus llamaradas, y que ahora, dormida, quieta , se me entrega de otro modo.
"El jardín de las delicias"
Francisco Ayala
A mí lo de ser Voyeur me funciona con la promesa de que luego se rompa la barrera y se haga algo más. Si no es como mirar los pasteles de una tienda con hambre pero sin dinero para comprarlos. Pero el texto, además de hermoso, indica que este es un espectador que también actúa. De ahí lo sensual. Saludos.
ResponderEliminarMe lo apunto, porque la pierna arqueada en una curva me atrae. Nos leemos, feliz jueves (:
ResponderEliminarY es que pocas cosas habrá mas hermosas que contemplar a tu amante mientras duerme.
ResponderEliminarMariko
Un texto que expresa y describe mucho con pocas palabras. Lenguaje muy bien utilizado.
ResponderEliminarUn fragmento precioso. Sin duda, el título es el adecuado :)
ResponderEliminarllamaradas...si se tocan queman
ResponderEliminarEste blog es de mis más predilectos. Siempre recuérdalo.
ResponderEliminarMuchos abrazos de anís.
Qué preciosidad.
ResponderEliminarBesos.